¿Es tokenización el nuevo paradigma de la propiedad?


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Vuelvo a escribir un poco sobre aspectos blockchain desde una perspectiva filosófica o por lo menos acercarnos un poco a entramado filosófico detrás de todo lo que implica blockchain y web3. Que como todos deberíamos saber, más allá del aspecto tecnológico la verdadera propuesta está en el ámbito de la filosofía. Es por ello que he estado divagando estos últimos días sobre lo que implica filosóficamente la tokenización.

En pocas palabras la tokenización es un concepto que ha revolucionado la forma en que concebimos la propiedad, pero no solo la propiedad, sino el intercambio de valor. La posibilidad de poder transformar activos tangibles e intangibles en representaciones digitales es absolutamente importante desde muchos aspectos, el más importante en esta etapa inicial es que los tokens, desafían nuestras nociones más arraigadas sobre la posesión y el valor.
Pero, realmente esto ¿qué implica? ¿Podemos mirar esta transformación desde una perspectiva filosófica? Pues intentando dar respuesta a este par de interrogantes ha sido la motivación de escribir este artículo. Así que lo primero es poder mirar las implicaciones profundas de la tokenización en nuestra sociedad, solo de ese modo podemos adentrárnos en cuestiones sobre la naturaleza de la propiedad, la identidad y la economía.

¿Qué piensas cuando piensas en tokenización?

Personalmente, cuando pienso en la tokenización, mi mente se dirige hacia un mundo donde los límites entre lo físico y lo digital se difuminan cada vez más. Un mundo en el que una pintura de un reconocido artista, un inmueble de tal arquitecto o incluso un derecho de autor pueden ser fraccionados y representados como tokens en una cadena de bloques. Esto no tiene otro nombre que el de desmaterialización de la propiedad, lo que nos viene a plantear interrogantes fascinantes sobre la esencia misma de la posesión.
Tradicionalmente la propiedad implica un vínculo tangible y exclusivo con un bien, ahora bien, la tokenización invita a repensar esta noción. Un token no es el objeto en sí mismo, una simple ficha, es realmente una representación digital de algo. Te has preguntando en algún momento “¿Qué significa poseer un token?” “¿Somos dueños del objeto subyacente o simplemente de una porción de su valor digital?” Estas preguntas debe ser el punto de partida para reflexionar sobre la naturaleza del valor y cómo se construye el consenso alrededor de él en un entorno digital. Algo que apenas estamos comenzando a determinar.

Más allá de la propiedad, la tokenización también tiene profundas implicaciones para nuestra identidad. Ya que los tokens pueden representar identidades digitales, otorgándonos un mayor control sobre nuestros datos personales y facilitando la interacción en entornos digitales. Sin embargo, esta descentralización de la identidad plantea desafíos en términos de privacidad y seguridad. ¿Cómo podemos garantizar la autenticidad de una identidad digital? ¿Qué sucede si nuestros tokens son hackeados o manipulados? Así que estos retos nos hace pensar en la necesidad de profundizar en la educación blockchain y a la toma de conciencia de lo que implica la auto-custodia. Seguramente también surgirán empresas que ofrezcan seguridad y resguardo.

En este punto pienso como la confianza es otro un pilar fundamentalísimo en la era de la tokenización. Las cadenas de bloques como el protocolo subyacente a muchos tokens, prometen un alto nivel de transparencia y seguridad. Sin embargo, la creación y gestión de tokens requiere de mecanismos de gobernanza adecuados para evitar la manipulación y garantizar la confianza de los participantes. Lo que hace que pensemos en ¿Cómo podemos establecer sistemas de gobernanza justos y equitativos en un entorno donde las decisiones son tomadas de manera colectiva por los poseedores de tokens? En este punto creo que la cadena de bloques de Hive ofrece ventajas únicas, y no lo digo porque sea parte de las personas que divulgamos Hive alrededor del mundo. Lo digo porque es así. Y en otra ocasión podemos hablar un poco más de este asunto.

Lo tremendamente cierto es que la tokenización representa un cambio de paradigma que trasciende el ámbito tecnológico, y aunque lo tecnológico es tremendamente importante, mi experiencia radica en el ámbito filosófico, por lo menos por ahora. Pienso que al desafiar nuestras nociones más arraigadas sobre la propiedad, la identidad y la economía, nos obliga a repensar las bases de nuestra sociedad. De modo que la filosofía de la tokenización es un campo emergente que invita a una reflexión profunda sobre las implicaciones éticas, sociales y políticas de esta nueva realidad.

Apenas esto de la tokenización esta comenzando, es un fenómeno en constante evolución, y su impacto en nuestras vidas aún está por verse. Es fundamental que como sociedad nos involucremos en este debate y contribuyamos a construir un futuro donde la tokenización sea utilizada de manera ética y responsable. Te invito a reflexionar sobre las preguntas planteadas en este artículo y a compartir tus propias ideas sobre el futuro de la tokenización.


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