Español
Asesinato en el Pueblo
De pronto un grito desgarrador rompió con la tranquilidad de aquella madrugada calurosa y tranquila, de un sobresalto desperté de mi profundo sueño y al prestar atención escuché una serie de golpes secos que terminaban con un quejido sollozante, el cual precedía al más eterno silencio de la muerte, todos estos sonidos provenían de la casa de mi vecina, por lo tanto, corrí velozmente a asomarme por la ventana, paras ver lo que estaba sucediendo, pero a decir verdad la espesa oscuridad de esa noche no daba una clara pista de lo que en la mañana estaríamos por descubrir. Al salir el sol del día del Corpus Christi, la amarga realidad de un asesinato múltiple estremecería a todos los habitantes de esa tranquila y nunca acontecida comunidad andina, en donde todos nos conocíamos y en donde había un espíritu de gran unión y fraternidad.
La familia Rivera había sido apuñalada mientras dormía y sus 5 integrantes ahora descansaban en la tranquilidad del paraíso, aunque algunos decían que este tipo de hechos violentos dejaban a las almas en una profunda pena y, por lo tanto, estarían destinadas a vagar por siglos en un plano intermedio entre la vida y la muerte, lo cierto es que de alguna forma u otra, todos sentíamos un profundo sentimiento de dolor y perdida, por lo cual sentíamos la necesidad de aportar nuestro granito de arena en la resolución del caso, en mi caso particular le comente a la policía todo lo que había escuchado esa noche, pero desgraciadamente se trataba de elementos poco claros que no contribuían en nada a la investigación policial.
Pasaron los días y ante la falta de un camino claro la policía decidido hacer pública la imagen de un rostro ensangrentado, el cual había sido encontrado en el piso de la sala de la casa, junto a él se podía apreciar un muy pulido cuchillo con apliques dorados, esto llamo mi atención, ya que según lo informado este sería el arma homicida, pero a todas luces este elemento parecía no pertenecer del todo a la escena, además se trataba de una pieza muy fina, la cual indudablemente no pertenecía a la familia y me atrevería a decir que se trataba de un elemento cuyo material de origen coquetea con la plata y el oro, por otro lado, el rostro mostrado se aleja mucho de las facciones humanas, así que todo parecía apuntar a que se trataba de algún tipo de máscara.
Mi mente vivaz comenzó a volar y al atar cabos ideé una teoría en donde el día del Corpus Christi, los asesinatos por puñaladas, la presencia de un cuchillo posiblemente ceremonial y el rostro deshumanizado encontrado en el piso podría significar un homicidio con características religiosas, es decir podríamos estarnos enfrentando a una secta satánica o a un posible fanático que busca limpiar los pecados del mundo por su propia mano y con la sangre de los mismísimos pecadores. A pesar de que acudí a la policía con mis deducciones allí mis palabras fueron ignoradas y se me dejo bien en claro que no debía inmiscuirme en esos temas, ya que a falta de sospechosos yo podría verme involucrado en una situación que no me sería para nada beneficiosa, en vista de ello con mucho temor por aquella acusación yo decidí irme lo más rápido posible y mantener la boca cerrada.
En la víspera del día de San Juan acudí al servicio religioso y luego de terminada la eucaristía me dispuse a rezar una plegaria ante la imagen de la Virgen del Valle, allí en una pequeña vitrina están expuestas muchos de los regalos que los feligreses le ofrecen en muestra de agradecimiento a los favores recibidos, pero entre tantos elementos hubo uno que llamo mi atención y al detallarlo de cerca me heló el alma y paralizo mi corazón, se trataba de un fino cuchillo de plata, con mango de nácar y reborde dorado, me acerque para observarlo más de cerca y no había duda se trataba del mismo que figuraba en los carteles que había puesto a circular la policía.
Al darme vuelta deforma exaltada, choque de frente con el Padre Andrés, quien con voz apacible me pregunto qué sucedía, pero yo dominado por el temor le comente mi percepción de aquel elemento, a lo cual él me invito a la sacristía para que tomara un té y me calmara un poco, sin duda accedí y en medio de la conversación le fui revelando todo aquello que sospechaba, sin darme cuenta la puerta estaba cerrada y de un momento a otro sentí cuando el filo de un crucifijo se acercaba a mi cabeza y en un acto reflejo el mismo pararía de largo arrancando parte de mi oreja y marcando mi rostro de arriba hasta abajo, caí de la silla y al ver a mi atacante de frente note que se trataba de aquel vil y cruel asesino.
En una serie de evasiones pude esquivar sus golpes, yo trataba de defenderme, pero al estar en el piso me encontraba en franca desventaja, cosa que cambiaria cuando pude alcanzar con mi mano una botella de vino la cual pude atinarle en una pierna y en medio del desbalance del los pedazos se los clave en un brazo, intente correr a la puerta, pero él tomaría su estola y comenzaría a ahorcarme, mientras que intentaba sacar un cuchillo desde su cintura, en un movimiento defensivo pude librarme del ahogo, pero el filo de esa hoja de acero ya había hecho un corte profundo en mi mano, pero en un giro repentino de los acontecimientos pude tomar un báculo y gracias a la casualidad de un golpe bien dado en la sien lo pude derribar, a lo que de forma inmediata tome el cuchillo y lleno de rabia se lo clave en la espalda.
Para cuando llego la policía mi historia de lo sucedido era la menos creíble, por o tanto yo era el culpable de ese y de los otros asesinatos, pero cuando la investigación se realizó en profundidad se pudieron percatar de dos elementos muy importantes, el primero es que el cuchillo al que yo hacía mención si era el mismo que se ubicaba en la escena del crimen y lo segundo es que en un pequeño compartimiento en el closet de la sacristía se encontraba una máscara muy burda del rostro de Cristo, la cual coincidía perfectamente con la imagen encontrada en el piso de la casa, lo cual daba por hecho de que el padre Andrés era el sujeto que se encontraba detrás de esos terribles hechos.
English
Murder in the Village
Suddenly a piercing scream broke the tranquility of that warm and quiet early morning, with a start I woke up from my deep sleep and when I paid attention I heard a series of dry blows that ended with a sobbing moan, which preceded the most eternal silence of death, All these sounds came from my neighbor's house, therefore, I ran quickly to look out the window, to see what was happening, but to tell the truth the thick darkness of that night did not give a clear clue of what we were about to discover in the morning. At sunrise on Corpus Christi day, the bitter reality of a multiple murder would shake all the inhabitants of that quiet and never happened Andean community, where we all knew each other and where there was a spirit of great union and fraternity.
The Rivera family had been stabbed while sleeping and its 5 members now rested in the tranquility of paradise, although some said that this type of violent events left the souls in deep sorrow and, therefore, would be destined to wander for centuries in an intermediate plane between life and death, the truth is that in one way or another, we all felt a deep sense of pain and loss, so we felt the need to do our bit in solving the case, We all felt a deep sense of pain and loss, so we felt the need to contribute our bit in solving the case, in my particular case I told the police everything I had heard that night, but unfortunately it was unclear elements that did not contribute anything to the police investigation.
The days passed and in the absence of a clear path the police decided to make public the image of a bloody face, which had been found on the floor of the living room of the house, next to him could be seen a very polished knife with gold appliques, this called my attention, since according to what was reported this would be the murder weapon, but by all accounts this element seemed not to belong entirely to the scene, Besides it was a very fine piece, which undoubtedly did not belong to the family and I would dare to say that it was an element whose material of origin flirts with silver and gold, on the other hand, the face shown is far from human features, so everything seemed to point to that it was some kind of mask.
My lively mind began to fly and when tying up ends I devised a theory where the Corpus Christi day, the murders by stabbing, the presence of a possibly ceremonial knife and the dehumanized face found on the floor could mean a homicide with religious characteristics, that is to say we could be facing a satanic sect or a possible fanatic who seeks to cleanse the sins of the world by his own hand and with the blood of the very sinners. Although I went to the police with my deductions, my words were ignored and it was made very clear to me that I should not interfere in these matters, since in the absence of suspects I could be involved in a situation that would not be at all beneficial to me, in view of this with much fear for that accusation I decided to leave as quickly as possible and keep my mouth shut.
On the eve of St. John's Day I went to the religious service and after the Eucharist I prepared myself to say a prayer before the image of the Virgin of the Valley, there in a small showcase are exposed many of the gifts that the parishioners offer her as a token of gratitude for the favors received, But among so many elements there was one that called my attention and when I saw it closely it froze my soul and paralyzed my heart, it was a fine silver knife, with a mother-of-pearl handle and golden rim, I approached to observe it more closely and there was no doubt it was the same one that appeared in the posters that the police had put in circulation.
When I turned around in an exalted way, I collided with Father Andrés, who with a gentle voice asked me what was happening, but I, dominated by fear, told him my perception of that element, to which he invited me to the sacristy to have a cup of tea and calm down a little, without doubt I agreed and in the middle of the conversation I revealed to him everything I suspected, Without realizing it, the door was closed and from one moment to another I felt when the edge of a crucifix was approaching my head and in a reflex act it would stop long, tearing off part of my ear and marking my face from top to bottom, I fell from the chair and when I saw my attacker in front of me I noticed that it was that vile and cruel murderer.
In a series of evasions I could dodge his blows, I tried to defend myself, but being on the floor I was at a disadvantage, which would change when I could reach with my hand a bottle of wine which I could hit him in one leg and in the middle of the imbalance of the pieces I nailed them in one arm, I tried to run to the door, but he would take his stole and begin to hang me, while he tried to pull a knife from his waist, in a defensive movement I was able to free myself from the choke, but the edge of that steel blade had already made a deep cut in my hand, but in a sudden turn of events I could take a staff and thanks to the chance of a well given blow in the temple I could knock him down, so I immediately took the knife and full of rage I stabbed him in the back.
By the time the police arrived my story of what happened was the least credible, therefore I was the culprit of that and the other murders, but when the investigation was carried out in depth they were able to notice two very important elements, The first one is that the knife that I mentioned was the same one that was located in the scene of the crime and the second one is that in a small compartment in the closet of the sacristy there was a very crude mask of the face of Christ, which coincided perfectly with the image found in the floor of the house, which gave for fact that father Andrés was the subject that was behind those terrible facts.