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Un día estás arriba
y al día siguiente estás al fondo;
un día eres feliz
y al siguiente estás pensando solo en morir.
La vida es un eterno ciclo
difícil de romper;
todos los días es una nueva experiencia,
un nuevo sueño,
una nueva tragedia,
una nueva renuncia,
una resignación,
una lucha.
La vida da vueltas,
y si no asumes de inmediato tu situación,
el golpe de realidad te sienta
como si te hubiesen condenado a la hoguera.
La vida es una rueda sin fin,
sobre la cual uno debe adaptarse
desde que nace hasta que muere.
Si no nos adaptamos,
es difícil vivir a su ritmo
y nace en nosotros el huir de ella.