VIAJANDO POR SOMNIA (Cuento corto)

photo_20210124_001317.jpg


«La religión esta en el corazón, no en las rodillas.»


— Douglas Williams Jerrold

photo_20200731_202247.jpg

VIAJANDO POR SOMNIA

Esperé hasta la noche entusiasmado por estar sobre mi cama tranquilo; inhalando anhelos convertidos en brisas, exhortando con pasividad la entrada hacia el portal. Permití que mis sensaciones volátiles se doparan con la serenidad, pensando en ese mundo intangible, extenso y maravilloso.

Caí en un letargo donde el silencio fue imperante y la inercia me arropó como una frazada afelpada. Y fue cuando mis pies comenzaron a reaccionar; sentía la pastosidad de la tierra y la grama mojada. Frente a mí, había un gran arco colosal hecho de mármol, simulando la figura de una entrada. Lo atravesé y al hacerlo, me encontraba en un paisaje ambarino y grumoso, lleno de hermosas nubes espesas y moteadas con un resplandor tenue.

Seguí por el camino de unas escaleras que se dirigían hacia el epicentro del celaje dorado. Allí hubo un túnel, blanco como el cielo matinal. Sentí un cosquilleo en mis pies, como si el viento los acariciara. Volví mi mirada hacia atrás; el retorno fue obstruido. Ya no había regreso alguno por lo que me dispuse a continuar.

Bajé las escaleras al otro extremo y encontré un paisaje paradisíaco: lagunas cristalinas, rocas esplendentes, árboles que caminaban y sus raíces oscilaban al andar, animales particulares con un lenguaje propio con actitudes exhibían inteligencia humana. Divisé más allá de lo cercano y vi círculos brillantes; nimbos resplandecientes que indicaban mi siguiente destino.

Al atravesar todo aquello por lo que una vez quedé maravillado, caí extasiado por el nuevo paisaje que se había creado para mí: nubes melancólicas con tonos azules que variaban. Enlaces que se percibían con la vista y se conectaban con animales informes; quienes circulaban con sus larguiruchas patas sobre los ríos y colinas de tonos escarlatas y lilas.

Cerca de donde llegué, había una especie de templo cubierto por una tormenta insólita; y digo esto, no solo porque únicamente arropaba aquella edificación, sino porque tenía un rostro, uno muy alargado y perturbador, que incitaba a entrar al santuario que resguardaba. Allí me esperaba alguien; quien fue mi compañera de aventuras dentro de este mundo.

Aurora tocó mis manos con suavidad, me miró a los ojos arrebatada con una tranquilidad prolongada. Despidió toda bulla, eco y susurro que pudiera interrumpirnos, ya ni el sonido de la tormenta sobre nosotros podía turbarnos.

Sentí que quería abrazarme, pero su deseo se apagaba. Bajó la mirada un instante; como cavilando con tristeza y, retorciendo sus labios verdosos, intentó conferirme su desasosiego. Me miró nuevamente y fue allí cuando me sonrió de nuevo, con ojos centellantes como la entrada a este sueño.

—¡Oh amor mío, no quiero perderte de nuevo! —Dijo con una voz tenue pero preocupante—Sé que debo dejarte ir puesto que si te contengo, jamás volverás a mis trémulos brazos; y Somnia desaparecerá como el impacto de un despertar o como un simple parpadeo. Esta parte del mundo apareció por tu aguda imaginación, que a cada rato cavila y crea, como un dios imparable y omnipotente, como un genio que solo obedece los deseos del portador de su encierro. Cada noche es como un entorno de miedo y felicidad, no me preocupo del todo, desde luego, pero quisiera poder parar la tristeza que te acongoja. Sé que hoy no hay tiempo para seguir juntos, pero al menos quisiera que te llevaras esto: —una venda de tela blanca—Póntela en tus ojos cuando sientas ansiedad y yo he de llegar inmediatamente a abrazarte.

Y después de haber dicho todo aquello sentí una fuerza repentina e invisible que me atraía, arrastrándome a un portal de oscuridad. No pude proferir palabra alguna. La última imagen que me llevé fue la de Aurora despidiéndose de mí; y fue después de eso, que caí de nuevo a la realidad con la venda blanca en mi mano derecha. Y fue entonces que la utilicé, pero sin resultado al principio.

Ahora, cuando uso aquel trozo de tela, extiendo mis brazos hacia las nubes áureas de Somnia, donde Aurora me espera sentada sobre el pie de la colina donde la conocí. En ese fragmento tan apacible aún podemos amarnos, hasta que el último aliento me sea arrebatado para siempre.

FIN


Escrito por @universoperdido. 24 de Enero del 2021


La foto de portada es de mi propiedad, tomada con un celular moto e4 y editada con PhotoScape y Snapseed.

photo_20200731_202247.jpg

Relatos anteriores

ESCRITOS ABISMALES
EL VIOLADOR DEL VINILO
[ESP-ENG] ASCENSO


¿Eres escritor? ¿No encuentras un lugar adecuado para colocar tus trabajos literarios? Unete a Literatos, una comunidad en Hive donde puedes publicar tus cuentos, poemas, ensayos literarios y novelas inéditos de tu propia autoría.



GIFs elaborados por @equipodelta

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
4 Comments
Ecency