EL CULUMPIO
En un columpio de sueños
mecen los niños pequeños
con sus ganas de alcanzar
una nube o un lucero.
Se alzan en alto vuelo
y sus manitas levantan
para alcanzar la esperanza
con arcoíris de flores.
En sus corazones chicos
no se guardan los rencores
van meciendo puro amores
y las estrellas preciosas
les miran y les arrojan
sus mejores brillantinas
de colores, serpentinas
de giraldas alborozas.
Hay columpios amarillos
hay columpios tricolores
hay columpios con sabores
a crema de chocolate
y a caramelos de frutas.
Son los que cuando se mueven
en la imaginación traviesa
se vuelven una promesa
de fe y de buen querer
meciéndose hasta vencer
el odio o el enojo.
Y es que para los pequeños
un columpio son sus sueños
de fantasías fabulosas
donde no existen dolores
si no hermosas canciones
que hacen del existir
un rincón para vivir
entre alegrías graciosas
de los días por venir.
