DÍA 1, NO PUEDO ESCRIBIR

Sigo escuchando aquel reloj, su ensordecedor tic tac se apropia del caluroso espacio, frente a mí la hoja sigue en blanco, desafiante. Trato de cubrir mis oídos y el sonido se hace más audible, palpita, llena de sangre cada espacio de mi cuerpo, me obliga a levantarme de la silla. La habitación gira y cambia de tamaño en un esfuerzo por adaptarse a mi movimiento, no lo logra. Un tornado de impotencia me roba el aire poniendo su mano sobre mi garganta. Debo escribir, debo dejar salir todo aquello que me asfixia, la hoja en blanco se ríe y se hunde en el escritorio. El llanto tampoco puede salir de mí, se queda atrapado por la mano que me asfixia. Mi muerte late de miedo buscando abrir mi garganta. En un último intento por sobrevivir trato de aferrarme a un escritorio que no ubico en el espacio, mis manos se hunden en un trozo de arcilla olvidada allí por algún futuro, aprieto, golpeo, lloro, una pequeña niña me saluda sonriente, corre y se sube a un árbol, me dice: “serás escultora”.
DIA 1.jpg

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
6 Comments
Ecency