Sin Tormentas
Ya no me asustan las tormentas
tormentas que golpean puertas y ventanas
con rafagas de vientos que invaden los solares
que acorralan sin demora la paz de mi morada.
Imagen de Engin Akyurt en Pixabay
Ya no le temo a la tempestad
tempestad que al presente y al futuro amenaza
sin piedad y sin tiempo de sosiego
enarbolando su fuerza y arrebatando la esperanza.
No toda guerra se gana en el campo de batalla
cuando sin trincheras se acorrala al enemigo
y entre tempestades y largas tormentas
se acumulan estrategias para emprender nuevos caminos.
Ya no le temo a las heridas
heridas que sangran sin anestecia y sin vendajes
que de sangrar al dolor casi aman
y gritan a los cuatro vientos su llanto y sus pesares.
Hoy vuelo libre sobre cualquier abismo
dispuesto y decidido a alcanzar el sol
con la mirada atenta, venciendo precipicios
y empuñando la espada libre de mis mejores sueños.
Sueños de amor que sustentan la fe
que vence todo miedo y vence todo dolor
dolor que se aleje cuando no puede poseer
el aroma de la paz que enaltece al corazón.