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En principio ambos se sentían felices de estar libres, y disfrutaban cada loca ocurrencia. Una vez se colaron en un concierto y Frida Lhoka se hizo pasar por una de las cantantes de apoyo al artista principal de esa noche, nadie se había percatado de su mentira porque ella actuaba tan espontánea y normal que era difícil de creer que no era parte del show. Cuando al fin los dirigentes del evento se dieron cuenta del fraude, la bajaron del escenario pero por su carisma decidieron no llamar a la policía y dejar que se fuera en paz. Nietz Sche disfrutó cada segundo del show como el fan número uno de su amor, le gritaba desde la primera fila -¡Soy tu ventilador más grande mi amor, te amooo!
Pasaron varias semanas, tal vez meses y esta pareja de locos enamorados no les quedó de otra que conseguir empleo para poder alimentarse y vestirse, ya que en la ciudad libre no se puede estar desnudo o con pocas prendas, tampoco se puede comer de la basura o tener una apariencia poco saludable, de ser así entonces la sociedad sospecharía que existe locura en el individuo. Nietz Sche consiguió trabajo como oficial de seguridad y debía mostrarse serio y bastante razonable, mientras que Frida Lhoka trabajaba de cajera en un popular supermercado.
La rutina y el disimulo diario fue apagando esa llama de amor que los mantenía vivos y sin darse cuenta ya se estaban mimetizando en la sociedad, ya no eran locos, ahora eran cuerdos, la felicidad se les apagó y solo quedaba una pareja acostumbrada a la rutina, sin magia, sin locura, sin diversión.
Cierto día, Frida Lhoka vio como un cliente tomaba uno de los carritos de compras y lo manejaba haciendo ruidos con su boca imitando un vehículo, luego bailaba sin sentido en cada pasillo, hablaba con las frutas y se las pegaba al oído como si le hablaran, algo dentro de ella despertó, algo que estaba dormido, se dijo a sí misma –está loco… - y sus ojos se dilataron como si un gigante dormido despertara. Algo similar le ocurrió a Nietz Sche, cuando vio a un hombre sin hogar cantando a todo pulmón y muy desafinado una especie de ópera italiana, el tipo estaba tan sucio y desaliñado, con apenas harapos puestos, todos decían –está loco- pero Nietz Sche notó en su sonrisa la alegría haciendo esa locura y sucedió, sus ojos se dilataron y su mente hizo una especie de click.
Cuando cada uno terminó su jornada laboral y regresaron a su hogar, que habían alquilado para no vivir en la calle, se abrazaron muy fuerte y se dieron muchos besos, sin decir ninguna palabra ya sabían lo que estaba pasando, su conexión volvió y también la locura que tenía cada uno, se prometieron no actuar con disimulo y ser felices aunque los tilden de locos.
Al día siguiente hicieron tantas locuras que el manicomio los encontró, ellos al contrario de escapar no mostraron resistencia y se entregaron, y de este modo regresaron al cautiverio. Volvieron a ser felices a su manera aunque sacrificaron la libertad, pero…
-¿Qué es la libertad si no se puede ser uno mismo?- decía Nietz Sche, mientras que Frida Lhoka respondía
– Hay que estar bien loco para tener una vida como la que ellos llevan- refiriéndose a la sociedad “libre”.
Así pasaron sus días felices en su manicomio y haciendo amigos, entre sus mejores amigos estaban el tipo que hablaba con las frutas en el supermercado que Frida Lhoka vio cierto día, y el otro que se creía un tenor de la opera que Nietz Sche aclamó, que pequeño es el mundo.
El director del manicomio sabía de la lucidez de muchos locos, de hecho estaba seguro que Frida Lhoka y Nietz Sche no estaban locos, solo que su trabajo consistía en mantener las calles limpias de personas con mentalidad libre. Él estaba más loco que todos pero disimulaba muy bien su locura, se decía a sí mismo;
–En un mundo de locos, los cuerdos somos los locos, eso no se puede cambiar-
FIN
Esta es mi entrada para el reto semanal Hispaliterario Un final para un relato, una vez más invito a mis colegas @chechostreet y @cethzalez, quiero leer sus historias.
At first they were both happy to be free, and enjoyed every crazy occurrence. Once they sneaked into a concert and Frida Lhoka pretended to be one of the support singers for the main artist of that night, nobody had noticed her lie because she acted so spontaneous and normal that it was hard to believe that she was not part of the show. When the event officials finally realized the fraud, they took her off the stage but because of her charisma they decided not to call the police and let her leave in peace. Nietz Sche enjoyed every second of the show as the number one fan of his love, he was shouting at her from the front row -I'm your biggest fan my love, I love you!
Several weeks, maybe months passed and this crazy couple in love had no choice but to get a job to be able to feed and clothe themselves, since in the free city one cannot be naked or scantily clad, nor can one eat from the garbage or have an unhealthy appearance, otherwise society would suspect the individual of insanity. Nietz Sche got a job as a security officer and had to be serious and quite reasonable, while Frida Lhoka worked as a cashier in a popular supermarket.
The routine and daily dissimulation was extinguishing that flame of love that kept them alive and without realizing it they were already mimicking society, they were no longer crazy, now they were sane, happiness was extinguished and they were only a couple accustomed to routine, without magic, without madness, without fun.
One day, Frida Lhoka saw how a customer took one of the shopping carts and drove it making noises with his mouth imitating a vehicle, then he danced senselessly in every aisle, he talked to the fruits and stuck them to his ear as if they were talking to him, something inside her woke up, something that was asleep, she said to herself -he is crazy... - and her eyes dilated as if a sleeping giant woke up. Something similar happened to Nietz Sche, when she saw a homeless man singing at the top of his lungs and very out of tune a kind of Italian opera, the guy was so dirty and disheveled, with just rags on, everyone said -he's crazy- but Nietz Sche noticed in his smile the joy doing that crazy thing and it happened, her eyes dilated and her mind made a kind of click.
When each one finished their work day and returned to their home, which they had rented so as not to live on the street, they hugged each other very tightly and gave each other many kisses, without saying any words they already knew what was going on, their connection returned and also the madness that each one had, they promised each other not to act with dissimulation and to be happy even if they were branded as crazy.
The next day they did so many crazy things that the asylum found them, they, contrary to escape, showed no resistance and gave themselves up, and thus returned to captivity. They were happy again in their own way although they sacrificed freedom, but....
-What is freedom if you can't be yourself," said Nietz Sche, while Frida Lhoka replied, "You have to be crazy to have a freedom of your own.
-You have to be crazy to have a life like the one they lead," referring to the "free" society.
Thus they spent their happy days in his asylum and making friends, among his best friends were the guy who talked to the fruit in the supermarket that Frida Lhoka saw one day, and the other who thought he was an opera tenor that Nietz Sche hailed, what a small world.
The director of the asylum knew about the lucidity of many insane people, in fact he was sure that Frida Lhoka and Nietz Sche were not insane, only that their job was to keep the streets clean of free-minded people. He was crazier than everyone else but he disguised his madness very well, he said to himself;
-In a world of madmen, the sane ones are the madmen, that can't be changed.
END
This is my entry for the weekly challenge Hispaliterario Un final para un relato, once again I invite my colleagues @chechostreet and @cethzalez, I want to read their stories.
