Entrada al Concurso de microcuentos sobre vampiros y criaturas similares | La última puesta en escena

LA ULTIMA PUESTA EN ESCENA

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Fuente: Pixabay - Imagen editada en powerpoint.

El público aplaudió de pie la puesta en escena. El elenco, con varias inclinaciones, agradeció los aplausos. Mina, joven actriz que encarnó Ophelia, corrió a su camerino y se sorprendió al ver un ramo de diversas flores, todas blancas; en una pequeña tarjeta leyó: "Flores, para la más hermosa flor que tendrá vida eterna" y una firma donde solo se entendía Drac. Recordó que un año antes, cuando actuó como Julieta, recibió un ramillete y una tarjeta iguales a las de hoy.

Se vistió con sus ropas para salir del teatro cuando oyó que tocaban la puerta. Abrió y antes de que pudiera excusarse, el desconocido habló:

-Su actuación fue perfecta. Su interpretación de Ophelia superó con creces el trabajo que hizo el año pasado con Julieta. Es una actriz excelente, con mucho futuro, a sus pies señorita Mina, soy Dracon.

-Gracias, es usted muy amable, Señor Dracon, gracias por las flores; pero si vio bien mi trabajo el año pasado, estaba lleno de imperfecciones- Respondió Mina.

-La perfección no existe, pero sí el camino para alcanzarla y Ud. lo demostró hoy con su Ophelia-Dijo él.

-¿Le gusta Shakespeare?- Preguntó la joven.

-He visto todas las representaciones de sus obras, desde hace siglos.

La joven actriz rio de buena gana porque le pareció una ocurrencia graciosa del visitante quien continuó hablando:

-Tanto en Julieta como ahora en Ophelia, su dramatización fue impecable, una joven que ama lo imposible y el suicidio como forma de expresión de una manifestación de amor-Dijo.

Ahora lo vio con más detalle y recordó que el año anterior, en todas las representaciones, un hombre joven y elegante ocupó el mismo asiento en el teatro.

Ambos se vieron por un minuto sin hablar y fue inevitable la conexión de dos almas en un camino donde el amor y la muerte van de la mano.

-Ven- Dijo él –Te invito a cenar en el mejor restaurant de Londres. Tendremos una velada que será imposible de olvidar.

Ella no encontró razones para rechazar la invitación; una inusual excitación recorría sus venas y dominaba sus sentidos.

-Vamos- Dijo.

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Fuente: Pixabay


  • Microcuento realizado para participar en el "Concurso de minicuentos sobre vampiros y otras criaturas similares, en homenaje a "Drácula" de Bram Stoker", si quieres saber más información sobre las condiciones puedes ir a este enlace.

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