El 18 de julio de 2000 falleció el poeta español José Ángel Valente, autor por el que tengo un aprecio esencial, considerado uno de los más relevantes de la poesía hispana contemporánea. A él dediqué dos posts anteriores, que pueden ver en 1 y 2. En su memoria escribí en mi libro Oculta y próxima (2005) el siguiente poema, honrando también la brevedad de su poesía.
En la quietud del pensamiento
habita el dios del descampado
resuena la hondura
desconcertante del silencio
Vuelvo ahora para dedicarle un nuevo ejercicio poético.
Materia incierta
la de la vida
que es decir también
la de la memoria
y sus círculos
en el centro
en el vórtice vértice
adonde nos trae
ese aire de presagio
de olas y maderamen
de arenas y gaviotas
que es el misterio
del ser y la palabra
Gracias por su lectura.