Saludos cordiales,
De un tiempo para acá le he agarrado cariño a la décima espinela. Algo tenía que heredar de un tío galeronista. La décima me ha resultado una herramienta terapéutica que mitiga las emociones que producen ciertas imágenes o experiencias. En ese espíritu, he compuesto estas cuatro sobre un tema que nos golpea los sentidos a diario en esta ciudad. Este espectáculo se repite como un apestoso Déjà vu en todo el país.