Poesía narrativa: Pecados de neón [Esp-Eng]

Directo, mortífero, insaciable. Las consecuencias de los errores del ayer se convierten en el platillo principal de la cena de hoy. Un silencio y un paso atrás. Un disfraz y una herida. Bailar el vals con el diablo jamás se había sentido tan celestial. La altura y la ebriedad, sostenidos de la delicada cuerda de la cordura, esa que se debilita a cada paso que das.

Encerrados en una habitación, sangrando por las mentiras del ayer. Un movimiento, un trago y el veneno han entrado en tu sistema, sutil como el café. 3 AM los gritos no llegan al techo y las paredes contienen el potente colapso de una mente rota y un alma deshojada cual margarita en manos de un enamorado.

Arrodillados hoy por la insensatez del ayer, ingratos excesivos de crueldad. No han aprendido que a los enemigos no se les debe dejar respirando, en cambio se les debe matar. A la velocidad del sonido puedo escuchar tus huesos rompiéndose, como una grieta en la cerámica, como un cristal cediendo al peso de un mazo de piedra.

Monedas, billetes, casquillos o dagas, en el momento de la venganza no existen suficientes para detener el descenso de la iglesia hipócrita orando por tu bien. Aquí donde los delincuentes pagan sus delitos y donde los asesinos se ahogan con la sangre que derramaron de otros. ¿No es irónico cómo funciona el mundo de los cobardes? Valientes son con todas las armas en su arsenal, un disparo o una palabra pueden quemar el corazón de otro y apagar la luz de su vida, pero atrapados en una tumba sazonada con sus miedos suplican misericordia.

Bebidas dulces abrieron el paso, era una noche de Mayo. El título de abogada brillaba en las fotos con mi nombre en el pergamino. ¿Dónde se encuentra la justicia y la verdad? Cómplices de una broma convertido en un homicidio fatal. Un ex novio y tres amigas consumidas por la envidia. Había sido una noche para celebrar, pero al siguiente día debió ser mi funeral. ¿Pero cómo si mi cuerpo había sido arrogado a un lado de la autopista central?

Desaparecida, abusada y en plena lucha de toda vida despojada. ¿Así se complacen los bastardos? Un suplicio para quienes realmente me amaron, pero horas después los asesinos no sabían lo que habían desatado. Almas vagantes y leyendas de camino. Medianamente devuelta a la vida hasta cobrar la deuda de sangre que ellos debían pagar.

Había marcado las 3 AM el reloj de la torre principal de la plaza en la ciudad, mientras que mi cuerpo abandonado en la tierra no podía descansar en paz. Su voz me devolvió la respiración, su mano caliente estrujó mi corazón hasta hacerlo palpitar. Aquí estaba, mi sufrimiento lo había atraído hasta despertar. Espíritu vengativo llorando mi muerte me concedió un propósito para caminar entre los vivos nuevamente.

Mis ojos rastreaban a mis enemigos. Podía olerlos a kilómetros y en poco tiempo, libres de culpas celebraban que la canción de mi vida había parado de sonar, inundando con un estruendo sus venas carentes de significado y lealtad. Entre sombras dancé al ritmo de sus latidos, hasta que el licor sometió sus instintos volviéndolos lentos y abandonando su poco raciocinio. Era mi turno de sonreír ante sus ojos casi apagados, contaminados con vodka y drogas junto o combinados.

Un pestañeo para ellos, unos hilos sobrenaturales para mí. El agua fría del suelo y los cables sueltos a centímetros del agua corriendo, fue un alerta al despertar. Poca luz y un aura negra del más allá. A mi espalda estaba mi amante diabólico que me había traído de la muerte para así poderme vengar. Sus garras sujetaban mi cintura aún caliente y su sonrisa era solo un indicio de que disfrutaba de sus gritos aterrados por sus vidas y por la escena sacada directo de un cuento de terror, haciéndome reír enseguida.

Cliché o no, la chica asesinada había sido revivida por un ente espectral y juntos masacraron ante ángeles juzgando a los asesinos que le arrebataron una vida de ceremonias y libertad. La electricidad corriendo por sus cuerpos fue el toque final. Cual parpadeantes luces, en sus cuerpos llenos de pintura en la oscuridad brillaron sus pecados de neón.

Al finalizar, despidiéndonos con un beso y una unión obscena prohibida en el mundo terrenal, la doncella que había vuelto a despertar y el amante que le dio la oportunidad de poderse vengar, se separaron para no encontrarse nunca más. Mi cuerpo regresó a la intemperie a un lado solitario de la autopista, pero fue encontrado pronto. Una llamada anónima registró el 911. Pero su aura negra se había convertido en un cuerpo carnal, aquel espíritu vengativo quien fue el último en probar los labios de aquella joven asesinada por quienes confiaba más.

Direct, deadly, insatiable. The consequences of yesterday's mistakes become the main course of today's dinner. A silence and a step back. A disguise and a wound. Waltzing with the devil has never felt so heavenly. Height and drunkenness, held by the delicate rope of sanity, the one that weakens with every step you take.

Locked in a room, bleeding from yesterday's lies. One move, one drink and the poison has entered your system, subtle as coffee. 3 AM the screams don't reach the ceiling and the walls contain the potent collapse of a broken mind and a soul stripped like a daisy in the hands of a lover.

Kneeling today for yesterday's folly, ungrateful excesses of cruelty. They have not learned that enemies should not be left breathing, instead they should be killed. At the speed of sound I can hear your bones breaking, like a crack in ceramic, like glass yielding to the weight of a stone mallet.

Coins, bills, shells or daggers, at the moment of vengeance there are not enough to stop the hypocritical church's descent praying for your sake. Here where criminals pay for their crimes and where murderers drown in the blood they shed of others. Isn't it ironic how the world of cowards works? Brave they are with every weapon in their arsenal, a shot or a word can burn another's heart and extinguish the light of their life, but trapped in a tomb seasoned with their fears they beg for mercy.

Sweet drinks opened the way, it was a May night. The title of lawyer shone in the pictures with my name on the parchment, where is justice and truth? Accomplices to a prank turned fatal homicide. An ex-boyfriend and three friends consumed by envy. It had been a night to celebrate, but the next day should have been my funeral. But how if my body had been dumped on the side of the central highway?

Missing, abused and in the midst of the struggle of all life stripped away. Is this how the bastards indulge themselves? An ordeal for those who truly loved me, but hours later the murderers did not know what they had unleashed. Wandering souls and legends on the way. Half brought back to life until I collected the blood debt they were to pay.

It had struck 3 AM the clock on the main tower of the square in the city, while my body abandoned in the earth could not rest in peace. His voice brought my breath back, his warm hand squeezed my heart until it throbbed. Here he was, my suffering had lured him awake. Vengeful spirit mourning my death granted me a purpose to walk among the living again.

My eyes tracked my enemies. I could smell them for miles and before long, guilt free they celebrated that the song of my life had stopped playing, flooding with a roar their veins devoid of meaning and loyalty. In the shadows I danced to the rhythm of their beats, until the liquor subdued their instincts, making them slow and abandoning their little reasoning. It was my turn to smile before their almost dull eyes, contaminated with vodka and drugs together or combined.

A blink for them, supernatural threads for me. Cold water on the floor and loose wires inches from the rushing water was a wake-up alert. Little light and a black aura from beyond. At my back was my diabolical lover who had brought me back from the dead so I could take my revenge. Her claws gripped my still warm waist and her smile was just a hint that she enjoyed their screams terrified for their lives and the scene straight out of a horror story, making me laugh right away.

Cliché or not, the murdered girl had been revived by a spectral entity and together they slaughtered before angels judging the murderers who took away a life of ceremony and freedom. The electricity coursing through their bodies was the final touch. Like flickering lights, their paint-filled bodies glowed in the dark with their neon sins.

At the end, saying goodbye with a kiss and an obscene union forbidden in the earthly world, the maiden who had reawakened and the lover who gave her the opportunity to take revenge, parted never to meet again. My body returned to the open on a lonely side of the highway, but was soon found. An anonymous call logged 911. But his black aura had become a carnal body, that vengeful spirit who was the last to taste the lips of that young woman murdered by those he trusted the most.