Antología: Almas vibrantes / Anthology: Vibrant Souls [Eng-Esp]

Dos almas, llenas de ímpetu y erotismo se congregan en el cielo. Están llenas de pasión. Son dos seres divinos absolutamente hermosos, hermanos, amigos y amantes incógnitos.

Ella es la que reina en la oscuridad, siempre astuta, calculadora. Hablamos de una deidad que representa una fiera que acecha a su presa en las malezas nocturnas.

Él es quien impera con su luz, arrogante, elocuentemente iluminado. Él representa a un niño que juega en los jardines de una casa, el típico niño inocente que tiene un victimario.

Que bellos son... Todos le tienen una envidia inevitable ya que todos ambicionan poseerlos. Todos desean tener en sus lechos a una diosa coqueta y a un dios guerrero. Desean ver como una flor esparce su polen en medio de la oscuridad, quieren observar una espada fuera de su funda derramar la sangre de incontables individuos. Pero todos ellos son unos nefastos que no conocen lo que es ser fraternal, no prestan atención al cruce de miradas de este par. Ellos esconden algo, algo mucho más profundo que un secreto y más poderoso que el estallido de todas las estrellas de esta u otra galaxia.

¿Quién lo hubiese imaginado?

Dos almas impregnadas de irreverencia absoluta, hermanos que comparten el mismo lecho, dos seres con caretas ajenas a sus almas, porque las sabanas saben quiénes son en realidad; un demonio y un ángel. Ella lo desea poseer, domar, controlar y hundir en lo más profundo de su busto. El desea ser tomado, apresado, atado y ver cómo cada gota de su sudor enloquece a su diabólica mentora. Ella mataría por ver la cara de su hermano ardiendo de pasión. Simplemente quiere verlo perder el control de sí mismo, desea verlo pedir más del néctar posesivo de la noche el cual ella le otorgará sin inconveniente alguno. Él se dejaría arrastrar al mismísimo infierno solamente para ver la mirada seductora de su hermana, solo necesita que ella pierda la cordura y lo tome de la cintura como la mano toma a la copa. Él sabe que ella desea verle expuesto y manso. Eso no es problema para él... en compañía de la soledad, ellos bajan a suelo mortal para simplemente escribir en sus cuerpos, bellas y profundas expresiones que emanan solemnidad. Son fieles a ellos mismos, pero su fidelidad trata de mantener los mismos pensamientos de cuando sus cuerpos se toparon por primera vez.

No importa qué cuerpos se posen en los lechos de ambos, nadie podrá sustituir ese sentimiento incestuoso lleno de lujuria. ¡Y que pensamientos tan fuertes disponen estas almas inmortales! ¿Quién iba a creer que una diosa sería capaz de violentar la imagen masculina de esa forma? ¿Quién imaginaria que un dios sería capaz de dejar que lo usaran como si fuese un cuerpo refinado? Ambos hacen parte de un cambio radical y maravilloso de roles. No importa a quien les den su corazón, pues sus carnes ya tienen dueño, no importa el tiempo o la distancia... ellos se verán en sus pensamientos.

Ella sonreirá al pensar en su amado hermano, desnudo e impaciente a la expectativa de cómo lo torturaría. Ver como sus caderas se estremecen por tanta excitación. Sentir como tiembla de miedo su pequeño hermano al ver su mirada tan sádica y profunda. Él perderá la mirada en el horizonte al pensar en su hermana, extrañará todas las blasfemias eróticas de ella, su desbordante pasión representada por una fuerza descomunal que sometía a su cuerpo, sus manos que le acariciaban el pecho, el dulce sonido de su voz...

Veamos sus pensamientos... Sigamos a la seductora de la luna y al señor de las estrellas en su historia llena de lujuria, pasión y gloria. No perdamos ni un instante, porque descubriremos qué pensaban ellos al momento de sentir el roce de sus cuerpos... Dejemos que este incesto nos llegue a cada hormona y consuma nuestra cordura...

De los dos siempre he sido el más delicado. Sí, incluso antes de toparme contigo. Siempre fui así; delicado, sensible, empático y excesivamente inocente. Desde el principio eso fue lo que te atrajo de mi. Sí, un ser masculino completamente diferente. Creo que se excitaba cada célula de tu cuerpo el saber que tenías a alguien con quien jugar bajo tus reglas y términos. ¿Y por qué no? Los mortales siempre son iguales; toscos, payasos e insípidos. Pero tú ambicionabas más, querías algo que las tinieblas no hubiesen tomado, algo que sea imposible de arruinar. ¿Y qué te dio nuestro padre? Te mandó luz. Sí, una luz que podías abrazar y rodear con tu oscuridad. Te mandaron luz en la forma más pura, la de un dios. ¿No era lo que deseabas? Bueno, ahí lo tienes. Un dios a tu par, a tu alcance, uno que esté a tu nivel.

Al principio querías destrozarme, hacer cualquier cosa oscura y obscena conmigo. Pero te tomó un tiempo entenderme, saber cómo funciono, cómo me río, cómo lloro, cómo bailo, cómo sonrió y cómo dreno mi furia. Te entiendo y no te culpo, incluso a mí me tomó un tiempo entenderte. Somos dos inmortales buscando divertirnos. Con la misma sangre por las venas, con un cielo en nuestras lenguas, un infierno en nuestras mentes y un paraíso terrenal en nuestros cuerpos. Agregado a todo esto, nuestras bajas miserias están dotadas. Dime... ¿Todos los dioses son así de benditos? No lo creo. Y es increíble todo este asunto, una diosa siempre espera a que llegue un mortal, un héroe que le da placer aunque sea por unos instantes, no importa si es efímero. Pero tú me tienes a mí. ¡Y que dicha, que felicidad! Tú ya sabías que era ser dominado, avasallado, sabías que era ser abogado entre placer y gloria... pero tu ambición te llevó al punto de querer dominar y doblegar a cualquier individuo viril, y aquí es donde entro yo.

Hablamos de un ser notablemente alto, uno que toca el cielo, que aparenta ser imperioso y dominante. Por desgracia o tal vez fortuna, tu viste tras esa máscara . ¿Y qué llegaste a ver? Tal vez te asombraste por lo que viste. Un cuerpo que clamaba ser controlado, que se le dominase cualquier parte de él. Viste a un dios guerrero expuesto, sumiso y desnudo. Bueno, eso es lo que yo pienso, esta es la posible impresión que tuviste de mí. Una vez expuesto, tú podrías jugar conmigo. Sí, te gustaba ver como los roles se cambiaban al instante. Ya tu no eras el dócil cuerpo que se encontraba desnudo en la cama esperando a ser torturado con todo el placer existente. No ibas a ser la diosa atada. No, nunca más. Ahora yo iba a ser tu más obediente conejillo de indias. Sí, sometido a tu yugo, disciplinado y marcado con una vara de placer. Ya sabes, hablo de esas marcas que enloquecen la carne y que disfruta la mano que la azota.

¿Te sientes decepcionada de tu hermano? No lo creo, cualquier otra alma refinada lo hubiese tomado como una burla a la hombría. Pero tú no, tú eres la mano sádica que deseaba tomarme por el cabello y susurrarme una infinidad de cosas grotescas al oído, tenerme atado y con la cabeza hacia abajo. Sí, un cuerpo viril siendo dominado y sumido a tus deseos. Eso te excita.. ¿No es así? Ven y tómame. Haz que grite, llore, que me retuerza... haz que gima. Tú amas verme así, te da placer verme suplicar, verme sufrir. Disfrutas ver cómo tomo las sábanas con fuerza. ¿Exquisito, no? Me tienes en un lecho, me marcas a cada segundo y me torturas al menor rastro de disfrute. A veces, suelo pensar que eres muy injusta, no permites que disfrute absolutamente nada, no hasta que me escuches suplicar. Pero no es al primer clamor que lo haces. No, tu maldad es tal que sigues esperando ese momento exacto en donde me quiebro y es allí que me permites sentir y disfrutar.

Soy un maldito masoquista. Como disfruto verte usurpar mi cuerpo, violarlo y quebrantarlo. Tú eres el único ser que conoce mis debilidades carnales. Una razón por la cual tu ego se acrecienta, te sientes mi ama y señora, nadie puede o podrá someter lo que es tuyo. Te gusta observar como cada ser erótico me busca, te ríes y a la vez te da furia. Esto son tus celos, los cuales son inmensamente oscuros, te dejas enloquecer si otro dios o diosa trata de usurpar mi temple. Tu espada corta todo lo que me toca, todo lo que no provenga de ti. Cuando esto ocurre el excitado soy yo, sabes que a pesar del ardor que tu látigo me produce me encanta ser marcado por tus manos.

Dejemos que hoy, mañana, pasado, el día de mañana y así sucesivamente la noche nos cubra y que tu infinita oscuridad desgarre mi cuerpo hasta que mis gemidos digan cada letra de tu nombre. Y que la luz de mi ser te colme la paciencia hasta llevarte a la locura. Quiero que tu boca haga galaxias con mis sistemas. Hazme ver estrellas y yo te dejaré ver lo más diabólico que hay dentro de mí, haz que mi cuerpo se arquee tantas veces como requieras y yo haré de ti una santa adorada por tan magníficos milagros carnales. Toca mi cuerpo. Tócalo mientras permanece atado. Has que sude, que sienta frío por fuera y que el calor me consuma por dentro, quiero ver que tan sádica e imperante puede llegar a ser una diosa; una verdadera diosa.

Los mortales tienen pactos de todo tipo. Yo quiero uno donde eternamente tú me enseñes y yo eternamente aprenda, el arte de enseñar y de aprender. Donde mi pago sea mi sumisión y el tuyo el control. La única condición que te impongo es que no me deseches como si fuese un mortal, porque los regalos se disfrutan y no se desperdician. Te pregunto: ¿Qué harás cuando nuestras miradas se crucen ante la muchedumbre mortal?. Yo sinceramente espero que sigas pregonando tu amor fraterno e incondicional. Pero deseo aún más que tu mirada diga: "Eres mío. No importa con quien estés, nadie te tendrá como yo te tuve... y como te sigo teniendo". Y yo indudablemente responderé con mucha ternura: "Hasta el fin de los tiempos".

Somos dos seres vibrantes en el vasto cosmos que buscan pasión, placer y secretismo. Seamos dos elegantes personajes que por dentro pregonan pasión y gloria... "Tú serás la oscuridad de mi luz y yo la luz de tu oscuridad".

Suave...
Respira...
Esto es nuevo para ambos. Vaya parque de diversiones son las dunas de tu cuerpo hipersensible. Aférrate a mi cadera al pasear mis uñas por tu abdomen. Tuyo es el día y mía la noche, no renuncies. Tus labios llenos suspiran con fuerza al detenerme. La cercanía es peligrosa y aun así no cruzamos la frontera. El recuerdo de tu cuerpo caliente me da escalofrío. Piernas largas y vello corporal ondulado. Sumérgete en la espesa madrugada. Vuélvete adicto a mi descontrol y salvajismo. Tu temple ha sido violado, me has dejado jugar.

Un cosplay inigualable.
Un incesto inevitable.
Una conexión innegable.

Cambia de idea. Sumérgete en el rol. Tú, yo y mi mente sucia. Podemos morir miles de veces, al borde del acantilado, aún sin saltar se te acelera el corazón. Sígueme el ritmo. No estamos siendo infieles. Es un juego inofensivo. Tan simple como eso. Te pagaría por clavar tus uñas en la curva de mi espalda. Los gemidos masculinos son mi debilidad. Vamos, un poco más, no te rindas. Estamos en la cumbre escarlata del incesto, mellizo olímpico. Los tragos de más y el whisky de Buchanan's. El vino que humedeció nuestras gargantas. El Ron de miel y mi anticipación, son suficientes para acalorarme. Tienes un poco de la magia de aquellas llamas del inframundo corriendo por tus venas, no lo ocultes jamás.

Vuélvete pro e inhala el olor de tu excitación. Debiste suponerlo cuando pedí que durmieras a mi lado. ¡Oh, belleza! Eres un postre agradable al paladar. Causando pequeñas explosiones en la lengua. ¡Oh, belleza! Moviéndote con esa electricidad en el éxtasis. Retando con osadía en tu cautiverio. ¡Oh, belleza! Floreciendo en un aura de prohibición. Después de esta noche pensarás que ser dios, es solo una actitud. Te susurraré cómo me agrada percibirlo, teniéndote justo en donde me gusta sentirlo. Cuando todo este dicho y hecho, no podrás olvidar lo que pasó en el lecho.

Luchar es contraproducente, pero déjame atarte y mostrarte hasta donde llegan mis garras y colmillos. Tómatelo con calma y aprecia la ironía. Nuestro linaje felino es propenso a ronronear. Deja que tu mente vaya más allá de lo carnal. No te sorprenderá cuando escuches al reloj dar la hora y fundirse con el sonido del látigo. Deletrearás mi nombre con cada gemido, estando acorralado y consumido, lo harás porque así lo habré pedido sin un "por favor" de más. Mi querido familiar espiritual. No hay tiempo que perder. Sin rodeos ni atajos. Con cautela pero saboreando la entrega. Dibuja en el lienzo tu sumisión. Plasmaré al final la calidad de tu obediencia. Los permisos respectivos se han dado. Dime si acaso lo quieres por escrito y sellado. Alimentaremos ese monstruo en nuestras pieles. Mientras más lo combatas, más pesará en tu consciencia mundana.

Acércate lentamente, no te castigaré por tu curiosidad. ¿Lo recuerdas? Aquí fue donde nos conocimos, enredándote en mi meñique, con mi mente diabólica y mi deseo sexual. ¿Estás seguro que quieres ser mío ante los cielos? Te destrozaré de adentro hacia afuera, sentirás lo que es la posesión y rogarás el final. Aunque en tu corazón, solo querrás más. Estarás a salvo dentro de mis muros de cerámica. Confiarás con tu inmortalidad, a pesar de que cada célula de tu deidad te griten que escapes de tu familiar. Experimentarás la supernova dentro del mar. Voy a hacerte dudar de tu espiritualidad, te arrastraré a los confines de la adicción. Tu lugar favorito en la galaxia será en adelante, arrodillado ante la sirena de tu melliza dominante. Demasiados humanos cobardes que no sacian mi hambre de perversión clásica. Una noche conmigo y no podrás dormir en paz por días. Sabrás que lo mejor es admitir quien tiene el control, pero tu testarudez formará parte del aperitivo. Tu latido será parte de la danza que gozaré. Idolatrarás la forma en la que me muevo, y no desperdiciaré ni un gramo de tu deseo, cuando este quiera explotar en el infinito.

Pues, hermano, lo sabrás en cuanto la piel se te erice. Tu diosa predilecta ha llegado, tanto esperando por algo distinto. ¿Quién no más sino mi hermano? Mi padre me ha escuchado, un pequeño y sucio secreto. Mientras ningún mortal me toque, la corrupción será permitida a manos de un dios. Pero yo seré ese dios, las riendas las llevaré yo, las cuales ataré a tu reencarnación. Sigue ese brillo, mantén la discreción. Te mostraré de lo que te has perdido. Te daré mi toque y te concederé mi marca color uva en tu cadera. Y no será mi culpa, si logras excitarme en tu atadura. Así que colocaré mi boca en tu pecho, justo a la altura que te imaginas.

Abre tus ojos y abraza el cambio. Sé a dónde te llevaré. Ese lugar que nunca lograrás olvidar, a la perdición de mis dominios en la oscuridad. Debes ser fuerte, mantenerte comprometido. No rendirte, es una experiencia irresistible. Sabes a donde te empujaré y no puedes culparme. No es solo el deseo, sentimos algo cósmico, nuestro proceder nos influencia. Yo quiero ser testigo de que estás dispuesto a perder por arribar a mi isla griega. Puedes contar las estrellas, mientras tu cuerpo me llama. Me implora que lo someta. Soy y seré hipnotizante, tu alma es mía, en esta vida y en la siguiente. Cada movimiento es mágico. Te guiaré a la oscuridad. Somos sobrenaturales. Serás mi estrella de la suerte. Estaré para ti cuando tu luz vibre hasta estallar. Como magnetos esparcidos, nos atraemos a kilómetros de distancia. Abriré tu mente, le daré libertad. Mi lengua en tu cuello será el roce del anochecer en una tarde fría. Apenas podrás respirar, pero solo querrás caer un poco más. Y esperarás impacientemente a que haga un movimiento.

Mellizo, tú has iniciado. Masoquista, inmoral. Mantengamos el secreto. Nadie en la corte debe saberlo. Hades nos condenaría al fuego eterno. Un poco de peligro y tus poros se abrirán. El sudor correrá y sellará tu sepulcro. Seré la fémina que te doblegará por las malas. Seré quien acorralará hasta a tus miedos. Seré el ser que te azotará por un gemido real. Sin derecho a retroceder. Mientras se va el atardecer, sonrío por la anticipación del placer. Te espera una larga y ruda noche. Al acabar te dejaré ir en paz. Pero mañana aún te conoceré hasta los lunares. Me dejarás entrar y aceptarás mis términos. Tus condiciones no te resguardarán del dolor. Ni siquiera soy tu prospecto acertado, pero por esta noche rogarás que lo sea. Te cuidaré hasta que despierte mi alma oscura. Creerás que soy lo correcto, pues como yo nadie que guarde tu secreto.

Encenderemos con tu luz radiante la habitación en penumbra. Nos daremos la buena vida. Deslizaré de tu cuerpo la tela impertinente. Mis dientes conectarán con la temperatura de tu sangre. Ese carmesí hervirá mi temple, cabalgar al Sol nunca se sintió tan real. Los Dioses también pueden sangrar. Delicioso néctar hecho de poder. Esto es lo que buscabas y es lo que tendrás, aunque tengas que reír y llorar por ello. Las dracmas no alcanzan cuando lo que anhelas es algo carnal y excesivamente sagrado e inmortal. No posees voz y voto aquí. Te has dejado domar, te doblegaré de todas las maneras, las que más me den curiosidad y esté ansiosa de probar. Ensayo y error. Te haré gritar mi nombre. Te alegrará haberme dejado pasar. Te subestimarás por dejarte dudar. Caminando en cables electrizados. Sentirás como dreno de tu energía, para crear algo maravilloso. Sentirás los fantasmas de mis roces en tu piel. Serás más consciente de la corriente eléctrica, al verme pasar, al intercambiar miradas. Te llevaré alto, hasta el infinito. Nunca seré tu amante. Perfectos mentirosos. Percibirás como se tensa la cuerda. Solo podrás ser mío, pero no estaremos juntos jamás.

La megalomanía es asquerosamente poderosa. Fuiste mi mejor "que pasaría si" y mi peor "nunca sabré", que finalmente se convirtió en mi único "nadie jamás podrá entender". Pasa que contigo el desenfreno toma control. Mis demonios se liberan y puedo volar. Soy a prueba de balas, probándote sin chistar. Piel con piel, en esta encarnación. Mi desequilibrio ríe a poca distancia de ti. Algo tiene tu poder, algo tiene tu cosmos, algo tiene tu energía. La rastreo y me ahogo en ella. Dulce venganza personalizada. Te haré ahogarte en la perdición. Y suplicarás al borde del abismo, mientras me reservo la imagen divina de tu imperio de voluntad en ruinas.

Te devoraré cual kraken en el océano. Te comeré vivo para mi gusto, serás obediente si pretendes sobrevivir. Mis monstruos te sujetarán a la cama y tus gemidos retumbarán en tu cabeza. Una sensación de la que no te librarás. Hay algo tangible en nuestros ojos profundos. Existe algo que nos hacemos mutuamente y que nadie más puede hacernos saborear. Y te sientes igual que yo, quemando nuestro cuerpo mortal. Cuando los Dioses mueran y seamos parte del infinito, seremos ángeles jugando en el jardín del Diablo. Unas merecidas vacaciones en modo incógnito. Obtendremos el sexo rudo que deseamos. Sabremos que seremos buenos uno con el otro. La inocencia perdida, pero el alma llena.

Probablemente seas mi verdadero amor. Una psicópata y un sociópata. Mi fuego negro te consumiría por la eternidad. Me mantendrías a salvo en tu bondad. Hambrienta de placer, siempre querría más. ¿Serías capaz de soportarlo? Entre tus deseos y los míos haríamos arder el mundo. Tendríamos miedo de no satisfacernos. Caníbales poderosos arrasando la humanidad. La química haciendo estragos en la cordura y el Universo haría silencio cuando te viera del cuerpo de otro disfrutar. ¡Cuidado, podría cazarte por siempre! La eternidad sería tu enemiga, viendo morir a cada amante mundano. Hasta que peregrines hasta mis pies, admitiendo tu error olímpico, compartiendo mi posesión a manos repugnantes de feligreses perecederos.

¿Me has visto últimamente? No pierdas de vista el norte. Estará todas las noches irrumpiendo en tu cuarto la luz plateada de mi poder, acariciando tus piernas descubiertas de manta. He estado gobernando el mundo. Soy una mujer egoísta, pero ya eres mío. Y tengo tiempo suficiente para jugar, siempre lo habrá para mi placer culpable. Llorarás en mi regazo al acabar y yo seré la autora de tu desastre. Te mantendré alerta, podrás ver tu propia aurora boreal al retorcerte sobre el edredón, conteniendo un grito memorable y tus muñecas atadas lejos de mi cuerpo.

Serás mi invitado, seré tu diosa y te inclinarás ante mí porque solo así te concederé mi agonizante placer. Y aceptarás sin luchar, porque a eso has venido, mellizo olímpico.

Two souls, full of impetus and eroticism congregate in heaven. They are full of passion. They are two absolutely beautiful divine beings, brothers, friends and incognito lovers.

She is the one who reigns in the darkness, always cunning, calculating. We speak of a deity that represents a beast that stalks its prey in the nighttime undergrowth.

He is the one who reigns with his light, arrogant, eloquently illuminated. He represents a child playing in the gardens of a house, the typical innocent child who has a victimizer.

How beautiful they are... Everyone is inevitably envious of them, for they all want to possess them. They all wish to have in their beds a flirtatious goddess and a warrior god. They wish to see how a flower spreads its pollen in the midst of darkness, they want to watch a sword out of its sheath shed the blood of countless individuals. But they are all nefarious people who do not know what it is to be fraternal, they do not pay attention to the crossing of glances of this pair. They hide something, something much deeper than a secret and more powerful than the explosion of all the stars in this or any other galaxy.

Who would have imagined it?

Two souls impregnated with absolute irreverence, brothers sharing the same bed, two beings with masks alien to their souls, because the sheets know who they really are; a demon and an angel. She wants to possess him, tame him, control him and sink him deep into her bosom. He wishes to be taken, imprisoned, bound and watch every drop of his sweat drive his diabolical mentor mad. She would kill to see her brother's face burning with passion. She simply wants to see him lose control of himself, wants to see him beg for more of the possessive nectar of the night which she will readily give him. He would let himself be dragged to hell itself just to see his sister's seductive gaze, he just needs her to lose her sanity and take him by the waist as the hand takes the cup. He knows she wants to see him exposed and meek. That is no problem for him... in the company of solitude, they descend to mortal ground to simply write on their bodies, beautiful and deep expressions that emanate solemnity. They are true to themselves, but their fidelity is about keeping the same thoughts as when their bodies first met.

No matter which bodies land on each other's beds, no one can replace that incestuous feeling full of lust. And what strong thoughts these immortal souls have! Who would believe that a goddess would be able to violate the male image in such a way? Who would imagine that a god would be able to let himself be used as if he were a refined body? Both are part of a radical and wonderful role reversal. No matter to whom they give their hearts, for their flesh already has an owner, no matter the time or the distance... they will see each other in her thoughts.

She will smile at the thought of her beloved brother, naked and impatient in anticipation of how she would torture him Watching her hips shudder with such excitement. He will lose his gaze in the horizon at the thought of his sister, he will miss all her erotic blasphemies, her overflowing passion represented by a huge force that subdued his body, her hands that caressed his chest, the sweet sound of her voice...

Let's see her thoughts... Let's follow the seductress of the moon and the lord of the stars in their story full of lust, passion and glory. Let's not lose a moment, because we will discover what they were thinking at the moment of feeling the touch of their bodies... Let's let this incest reach every hormone and consume our sanity...

Of the two of us I've always been the more delicate. Yes, even before I ran into you. I was always like that; delicate, sensitive, empathetic and excessively innocent. From the beginning that's what attracted you to me. Yes, a completely different male being. I think it excited every cell in your body to know you had someone to play by your rules and terms. And why not? Mortals are always the same; coarse, clownish and vapid. But you wanted more, you wanted something the darkness would not have taken, something impossible to ruin. And what did our father give you? He sent you light. Yes, a light that you could embrace and surround with your darkness. They sent you light in the purest form, that of a god. Wasn't that what you wanted? Well, there you have it. A god on your par, within your reach, one who is on your level.

At first you wanted to tear me apart, to do anything dark and obscene with me. But it took you a while to understand me, to know how I work, how I laugh, how I cry, how I dance, how I smile and how I vent my rage. I understand you and I don't blame you, even it took me a while to understand you. We are two immortals looking to have fun. With the same blood in our veins, with a heaven in our tongues, a hell in our minds and an earthly paradise in our bodies. Added to all this, our low miseries are endowed. Tell me... Are all gods this blessed? I don't think so. And it's amazing this whole thing, a goddess always waits for a mortal to arrive, a hero who gives her pleasure even for a few moments, no matter if it is ephemeral. But you have me, and what joy, what happiness! You already knew what it was to be dominated, subjugated, you knew what it was to be a lawyer between pleasure and glory... but your ambition took you to the point of wanting to dominate and subdue any virile individual, and this is where I come in.

We are talking about a remarkably tall being, one who touches the sky, who appears to be imperious and dominant. Unfortunately or perhaps fortunately, you saw behind that mask. And what did you get to see? Perhaps you were astonished by what you saw. A body that cried out to be controlled, to have any part of it dominated. You saw a warrior god exposed, submissive and naked. Well, that's what I think, this is the possible impression you had of me. Once exposed, you could play with me. Yes, you liked to see how the roles were instantly changed. You were no longer the docile body lying naked on the bed waiting to be tortured with all the pleasure there was. You weren't going to be the bound goddess. No, not anymore. Now I was to be your most obedient guinea pig. Yes, subjected to your yoke, disciplined and branded with a pleasure rod. You know, I'm talking about those marks that drive the flesh mad and that the whipping hand enjoys.

Are you disappointed in your brother? But not you, you are the sadistic hand that wished to grab me by the hair and whisper a myriad of grotesque things in my ear, to have me tied up and my head down. Yes, a virile body being dominated and submerged to your desires. That turns you on, doesn't it? That turns you on, doesn't it? Come and take me. Make me scream, make me cry, make me writhe... make me moan. You love to see me like this, it gives you pleasure to see me beg, to see me suffer. You enjoy watching me take the sheets hard. Exquisite, isn't it? You have me in a bed, you mark me every second and torture me at the slightest trace of enjoyment. Sometimes, I often think you are very unfair, you don't allow me to enjoy anything at all, not until you hear me beg. But it is not at the first cry that you do so. No, your wickedness is such that you keep waiting for that exact moment where I break and it is there that you allow me to feel and enjoy.

I'm a fucking masochist. How I enjoy watching you usurp my body, violate and break it. You are the only being who knows my carnal weaknesses. One reason why your ego grows, you feel you are my mistress and mistress, no one can or will ever subdue what is yours. You like to observe how every erotic being seeks me, you laugh and at the same time it makes you furious. This is your jealousy, which is immensely dark, you let yourself go mad if another god or goddess tries to usurp my mettle. Your sword cuts everything that touches me, everything that does not come from you. When this happens the aroused one is me, you know that despite the burning your whip gives me I love to be marked by your hands.

Let today, tomorrow, the day after, the day after tomorrow and so on, let the night cover us and let your infinite darkness tear my body until my moans say every letter of your name. And may the light of my being fill your patience until it drives you to madness. I want your mouth to make galaxies with my systems. Make me see stars and I will let you see the most diabolical thing inside me, make my body arch as many times as you require and I will make you a saint adored for such magnificent carnal miracles. Touch my body. Touch it while it remains bound. Make me sweat, make me feel cold on the outside and the heat consume me from within, I want to see how sadistic and imperious a goddess can become; a true goddess.

Mortals have pacts of all kinds. I want one where you eternally teach me and I eternally learn, the art of teaching and learning. Where my payment is my submission and yours is control. The only condition I impose on you is that you do not discard me as if I were a mortal, for gifts are enjoyed and not wasted. I ask you, what will you do when our gazes meet before the mortal crowd. I sincerely hope that you will continue to proclaim your brotherly and unconditional love. But I hope even more that your gaze will say: "You are mine. No matter who you are with, no one will have you as I had you... and as I still have you". And I will undoubtedly answer with much tenderness: "Until the end of time".

We are two vibrant beings in the vast cosmos seeking passion, pleasure and secrecy. Let us be two elegant characters who inside proclaim passion and glory.... "You will be the darkness of my light and I will be the light of your darkness".

Soft...
Breathe...
This is new for both of us. What a playground the dunes of your hypersensitive body are. Hold on to my hip as I run my nails across your abdomen. Yours is the day and mine is the night, don't give up. Your full lips sigh loudly as you stop me. The closeness is dangerous and yet we don't cross the border. The memory of your warm body makes me shiver. Long legs and wavy body hair. Dive into the thick dawn. Become addicted to my uncontrolled wildness. Your mettle has been violated, you've let me play.

An unparalleled cosplay.
An incest unavoidable.
An undeniable connection.

Change your mind. Dive into the role. You, me and my dirty mind. We can die a thousand times, at the edge of the cliff, even without jumping your heart is racing. Keep up with me. We're not being unfaithful. It's a harmless game. As simple as that. I'd pay you to dig your nails into the curve of my back. Male moans are my weakness. Come on, a little more, don't give up. We're at the scarlet summit of incest, Olympic twin. The too many drinks and the Buchanan's whiskey. The wine that moistened our throats. The Honey Rum and my anticipation, enough to get me hot. You have a bit of the magic of those underworld flames coursing through your veins, never hide it.

Turn pro and inhale the scent of your arousal. You must have guessed it when I asked you to sleep by my side. Oh, beauty! You are a pleasing dessert to the palate. Causing little explosions on the tongue Oh, beauty! Moving with that electricity in ecstasy. Challenging with boldness in your captivity. Oh, beauty! Blossoming in an aura of prohibition. After tonight you'll think that being god, it's just an attitude. I'll whisper to you how it pleases me to perceive it, having you right where I like to feel it. When all is said and done, you won't be able to forget what happened in bed.

Fighting is counterproductive, but let me tie you up and show you how far my claws and fangs go. Take it easy and appreciate the irony. Our feline lineage is prone to purr. Let your mind go beyond the carnal. You won't be surprised when you hear the clock strike the hour and merge with the sound of the whip. You will spell my name with every moan, being cornered and consumed, you will do so because I will have asked for it without one "please" too many. My dear spiritual familiar. There is no time to waste. No detours or shortcuts. Cautiously but savoring the surrender. Draw on the canvas your submission. I will finally capture the quality of your obedience. The respective permissions have been given. Tell me if you want it in writing and sealed. We will feed that monster in our skins. The more you fight it, the more it will weigh on your worldly conscience.

Approach slowly, I will not punish you for your curiosity. Remember? This is where we met, entangling you in my little finger, with my diabolical mind and sexual desire. Are you sure you want to be mine before the heavens? I'll tear you apart from the inside out, you'll feel what possession is and beg for the end. Though in your heart, you'll only want more. You'll be safe inside my ceramic walls. You will trust with your immortality, even though every cell of your deity screams at you to escape your familiar. You will experience the supernova within the sea. I will make you doubt your spirituality, I will drag you into the confines of addiction. Your favorite place in the galaxy will henceforth be, kneeling before the siren of your dominant twin. Too many cowardly humans who will not satiate my hunger for classic perversion. One night with me and you won't be able to sleep in peace for days. You'll know it's best to admit who's in control, but your stubbornness will be part of the appetizer. Your heartbeat will be part of the dance I will enjoy. You will idolize the way I move, and I will not waste an ounce of your desire, when it wants to explode into infinity.

Well, brother, you'll know it as soon as your skin crawls. Your favorite goddess has arrived, so much waiting for something different, Who else but my brother? My father has heard me, a dirty little secret. As long as no mortal touches me, corruption will be allowed at the hands of a god. But I will be that god, the reins will be held by me, which I will bind to your reincarnation. Follow that brightness, keep discretion. I'll show you what you've been missing. I'll give you my touch and grant you my grape-colored mark on your hip. And it won't be my fault, if you manage to turn me on in your bondage. So I'll place my mouth on your chest, just at the height you imagine.

Open your eyes and embrace change. I know where I will take you. That place you will never get to forget, to the doom of my domain in darkness. You must be strong, stay committed. Don't give up, it's an irresistible experience. You know where I'll push you and you can't blame me. It's not just desire, we feel something cosmic, our actions influence us. I want to witness that you are willing to lose to reach my Greek island. You can count the stars, while your body calls me. It implores me to subdue it. I am and will be mesmerizing, your soul is mine, in this life and the next. Every movement is magic. I will guide you into the darkness. We are supernatural. You will be my lucky star. I'll be there for you when your light vibrates to burst. Like scattered magnets, we attract each other from miles away. I'll open your mind, give it freedom. My tongue on your neck will be the touch of dusk on a cold evening. You'll barely be able to breathe, but you'll just want to fall a little more. And you'll wait impatiently for me to make a move.

Twin, you've initiated. Masochistic, immoral. Let's keep it a secret. No one in the court must know. Hades would condemn us to eternal fire. A little danger and your pores will open. Sweat will run and seal your grave. I'll be the female who will bend you by force. I will be the one who will corner even your fears. I will be the being who will whip you for a real moan. With no right to retreat. As the sunset goes, I smile at the anticipation of pleasure. You're in for a long, rough night. When it's over I'll let you go in peace. But tomorrow I'll still know you down to the moles. You will let me in and accept my terms. Your terms will not shield you from pain. I'm not even your right prospect, but for tonight you'll pray that I am. I'll watch over you until my dark soul awakens. You'll believe I'm right, for like me there's no one to keep your secret.

We'll light the darkened room with your radiant light. We will give each other the good life. I will slip from your body the impertinent cloth. My teeth will connect with the temperature of your blood. That crimson will boil my mettle, riding the Sun never felt so real. Gods can bleed too. Delicious nectar made of power. This is what you sought and this is what you shall have, even if you have to laugh and cry for it. Drachmas are not enough when what you crave is something carnal and excessively sacred and immortal. You have no say here. You have allowed yourself to be tamed, I will bend you in every way, the ones I am most curious about and eager to try. Trial and error. I'll make you scream my name. You'll be glad you let me in. You'll underestimate yourself for letting yourself hesitate. Walking on electrified wires. You'll feel me drain your energy, to create something wonderful. You'll feel the ghosts of my brushes on your skin. You will be more aware of the electric current, as you watch me pass by, as we exchange glances. I will take you high, to infinity. I will never be your lover. Perfect liars. You'll feel the rope tighten. You can only be mine, but we'll never be together.

Megalomania is disgustingly powerful. You were my best "what if" and my worst "I'll never know", which eventually became my only "no one will ever understand". It happens that with you the debauchery takes over. My demons are released and I can fly. I'm bulletproof, testing you without a whimper. Skin to skin, in this incarnation. My imbalance laughs a short distance from you. Something has your power, something has your cosmos, something has your energy. I track it and drown in it. Sweet personalized revenge. I'll make you drown in doom. And you will beg at the edge of the abyss, while I reserve the divine image of your ruined empire of will.

I will devour you like a kraken in the ocean. I will eat you alive for my pleasure, you will be obedient if you intend to survive. My monsters will hold you to the bed and your moans will rumble in your head. A feeling you won't get rid of. There is something tangible in our deep eyes. There is something we do to each other that no one else can make us taste. And you feel the same way I do, burning our mortal body. When the Gods die and we are part of infinity, we will be angels playing in the Devil's garden. A well-deserved vacation in incognito mode. We'll get the rough sex we desire. We'll know we'll be good to each other. Innocence lost, but soul full.

You are probably my true love. A psychopath and a sociopath. My black fire would consume you for eternity. You would keep me safe in your goodness. Hungry for pleasure, I'd always want more. Would you be able to take it? Between your desires and mine we would set the world on fire. We'd be afraid of not satisfying each other. Powerful cannibals ravaging mankind. Chemistry wreaking havoc on sanity and the Universe would fall silent when it saw you from another's body enjoy. Beware, it could hunt you forever! Eternity would be your enemy, watching every worldly lover die. Until you pilgrimage to my feet, admitting your Olympian error, sharing my possession at the loathsome hands of perishable parishioners.

Have you seen me lately? Don't lose sight of the north. It will be every night bursting into your room the silver light of my power, caressing your bare blanket legs. I have been ruling the world. I'm a selfish woman, but you're already mine. And I have time enough to play, there will always be for my guilty pleasure. You'll cry in my lap when you're done and I'll be the author of your disaster. I'll keep you on your toes, you'll get to see your own aurora borealis as you writhe on the comforter, holding back a memorable scream and your wrists bound away from my body.

You will be my guest, I will be your goddess and you will bow to me because only then will I grant you my agonizing pleasure. And you will accept without a fight, for that is why you have come, Olympic twin.