En la época de vacaciones, Mahón siempre organizaba para irse de excursiones. Este año tenía una emoción particular, había recibido su credencial como ufólogo, con lo cual estaba autorizado y tenía la obligación de investigar e informar sobre avistamiento de Ovnis. Junto al equipo U-14, visitarían Pacific Coast Highway y se instalarían en el puente Bixby Creek.
Organizó todo con entusiasmo, llegado el día se trasladó al punto de encuentro. Todos estaban emocionados. Los últimos reportes indicaban avistamientos constantes en la zona. Así que caminaron unos kilómetros y se ubicaron en un paraje repleto de vegetación. Al llegar la noche el cielo mostraba una belleza singular. Mahón había instalado sus cámaras y tenía preparado sus faros de luz infrarroja. La primera noche no hubo nada especial. Estrellas que parecían moverse, sonidos infrasónicos que activaban los sensores, pero que rápidamente desaparecían.
Al tercer día, todo cambió. Los ufologos de la zona se fueron acercando al sitio donde Mahón estaba con sus amigos. Los sensores indicaban actividad constante. De pronto una nave con forma de estrella cruzó el cielo. Todos lograron verla, pero solo Mahón pudo captar su imagen. Se sentía feliz por su primer avistamiento. Prepararon todo para compartirla en las redes sociales y no pudieron. Los equipos enloquecieron y cuando se dieron cuanta la mitad del grupo había desaparecido.
Asustados comenzaron a recoger y bajaron por la vereda. Corrían para alejarse del lugar. El sentido de orientación ya no les funcionaba bien, se dispersaron, unos por la derecha, otros por la izquierda, pero todos escuchaban detonaciones, explosiones y sonidos de aviones que sobrevolaban sus cabezas.
Al salir a la carretera principal, un destello de luz cubría el malecón norte. Impactados se detuvieron a mirar, era una nave espacial circular, de la cual salían pequeñas naves. Mahón comenzó a llorar, porque no era un avistamiento, era una invasión extraterrestre.
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Your first sighting
During the holiday season, Mahón always organized to go on excursions. This year he had a particular emotion, he had received his credential as a ufologist, with which he was authorized and had the obligation to investigate and report on UFO sightings. Together with the U-14 team, they would visit the Pacific Coast Highway and set up shop on the Bixby Creek Bridge.
He organized everything with enthusiasm, when the day came he moved to the meeting point. Everyone was excited. The latest reports indicated constant sightings in the area. So they walked a few kilometers and found themselves in a place full of vegetation. When night came, the sky showed a singular beauty. Mahón had installed his cameras and had his infrared headlights ready. The first night there was nothing special. Stars that seemed to move, infrasonic sounds that triggered sensors, but quickly disappeared.
On the third day, everything changed. The ufologists in the area approached the place where Mahón was with his friends. The sensors indicated constant activity. Suddenly a star-shaped ship crossed the sky. They all managed to see her, but only Mahón was able to capture the image of her. He was feeling happy at the first sighting of him. They prepared everything to share it on social networks and could not. The teams went crazy and when they realized how much half of the group had disappeared.
Frightened, they began to pack up and went down the sidewalk. They ran to get away from the place. Their sense of direction no longer worked well for them, they scattered, some to the right, others to the left, but they all heard detonations, explosions and the sounds of planes flying overhead.
As he stepped out onto the main road, a flash of light covered the north jetty. Shocked, they stopped to look, it was a circular spaceship, from which small ships came out. Mahón began to cry, because it was not a sighting, it was an alien invasion.
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