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☀️ Una Heroína en el Laboratorio

Mariana mira de nuevo su reloj y suspira cuando entiende que, aún, le quedan dos horas para volver a casa. Ha sido un dia normal en su jornada diaria como bióloga científica del laboratorio más avanzado de la ciudad. Despues de verificar el análisis de ciertas muestras llegadas de un país africano hace ya algunos días, se sobresalta al deducir lo que los resultados le muestran. Repasa con mucha atención la información contenida en el informe del análisis y su corazón se inquieta. Sus años de experiencia y la alta especialización alcanzada en elementos peligrosos, le indican que se encuentran ante un virus extremadamente letal.

Sabiendo de antemano que no se había considerado la peligrosidad del virus, toma el teléfono para alertar al laboratorio, ubicado a dos ambientes desde donde se encuentra y justo cuando marca el primer número de la extensión, las alarmas del recinto se activan. El sonido de las sirenas y una serie de luces intermitentes, la ponen en alerta y le confirman sus temores. Se ha activado el protocolo de código rojo en el laboratorio, el más alto en la escala de peligrosidad de las amenazas biológicas.

Mariana marca con insistencia el número de la extensión del laboratorio, donde se encuentran cuatro de sus colegas más calificados. Pero solo escucha el constante sonido del repique, sin que nadie conteste el teléfono. De inmediato, se dirige al laboratorio. Sale de su oficina al pasillo y camina rápidamente a la puerta de antesala al laboratorio, donde se realiza el protocolo de entrada al área propia de investigación. Es un amplio vestíbulo con grandes ventanales, donde los científicos se preparan y coordinan sus labores, se colocan sus trajes e indumentarias de seguridad y pasan a una esclusa de descontaminación antes de entrar al laboratorio. Al acercarse al cristal y tratar de ubicar a sus colegas, su alma queda petrificada por el horror.

Dentro del laboratorio, observa a los cuatro científicos que se encontraban realizando sus labores cotidianas del día. Tres de ellos yacen en el suelo, aun en sus trajes de seguridad y en un pequeño escritorio cerca de la esclusa de salida, visualiza a Fernanda, sentada y con su mano extendida hacia el botón de alarma general, el cual seguramente presiono antes de fallecer. De esto no tiene ninguna duda, ya que, aunque la posición de Fernanda la ubica mirando hacia el vestíbulo donde se encuentra Mariana, el rostro, detrás de la máscara de vinilo, es el de un cadáver.

La vida de Mariana se presenta ante su mente en una veloz ráfaga de imágenes, momentos, sentimientos y emociones, que la colocan al final, en el justo instante en donde ahora, se encuentra de pie. Sabiendo por lo que ha vivido y el futuro que se le presenta ante sus ojos, sin dudar, toma una trascendental decisión. Levanta el teléfono y marca un número.

— ¿Aló? ¿Quién habla? — le contestan del otro lado de la línea.

— ¿Cómo estás, amor? — responde Mariana, con voz pausada y las emociones contenidas en su pecho.

— ¡Mi reina!, ¿qué tal? ¿A qué hora regresas? — le contesta Armando, su esposo, desde la residencia que comparten hace más de dos años, cuando se casaron.

— ¡Hola cielo! Sabes, voy a llegar muy tarde, tenemos algo de trabajo aquí y se nos ha complicado un poco, — le comenta Mariana, armada de valor y haciendo un gran esfuerzo para no derrumbarse en llanto, — ¿Cómo está la bebe? — interroga luego.

— Está durmiendo otra siesta, tú sabes que eso le encanta, — responde Armando. — Bueno, supongo que veré mucha televisión para esperarte, — continúa.

— ¿Sabes que los amo con todo mi corazón?— afirma Mariana, con los sentimientos contenidos y su rostro cubierto en lágrimas.

— Nosotros también te amamos y esperamos que regreses pronto, mi amor, — le responde, inocente del drama que vive su esposa.

— Aunque me tarde un poco más de lo que deba, nunca dudes de que por siempre estaré con ustedes. — afirma Mariana, sabiendo de qué todo podría ser distinto.

— Eso suena un tanto extraño, amor, — responde Armando, sin ningún pensamiento fatalista en su mente. — Solo termina lo que tengas que hacer y ven a casa. Te extrañamos.

Fue la última vez que conversaron. Mariana sabia que debía entrar y ejecutar todas las medidas necesarias para contener y evitar que el virus pudiera escapar del laboratorio. Debido a la letalidad y el poco conocimiento que se tenía del mismo, estaba segura de que, quizás, no saldría viva de allí. Pero tenía muy clara su misión y su deber como mujer científica, madre, esposa amorosa y responsable, en ese momento, de la seguridad y supervivencia, no solo de su familia, sino también de la comunidad donde vivía y seguramente, de toda la humanidad. Su increíble y notable acto heroico, se convirtió en el mayor ejemplo de la valentía, responsabilidad, entrega y amor que caracterizan a toda mujer.

Sin importar las circunstancias, el momento o las consecuencias, una mujer no dudará en tomar las decisiones que le permitan mantener a los que ama, seguros y protegidos. Su valentía y compromiso, siempre se harán presente en esas situaciones en que el valor y el amor, son las únicas alternativas.

Esta es una historia ficticia y con la cual me uno al Reto Hispaliterario 18 de @hispaliterario en homenaje al Día Internacional de La Mujer. Pueden conocer todos los detalles de esta iniciativa, visitando este enlace. Invito a participar en este reto a los amigos @irvinc, @josegilberto y @emiliorios.

Fuente de las imagenes utilizadas:

Imagen de Mujer Freepik en Freepik.es

Imagen de Mujer Cientifica generada por la Inteligencia Artificial BlueWillow Bot de BlueWillow.ai

ENGLISH VERSION

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☀️ A Heroine in the Laboratory

Mariana looks at her watch again and sighs when she realizes that she still has two hours to go home. It has been a normal day in her daily work as a scientific biologist at the most advanced laboratory in the city. After verifying the analysis of certain samples that arrived from an African country a few days ago, she is startled to deduce what the results show. He carefully reviews the information contained in the analysis report and his heart is troubled. His years of experience and the high level of expertise he has acquired in dangerous elements indicate to him that he is dealing with an extremely lethal virus.

Knowing beforehand that the danger of the virus had not been considered, she picks up the phone to alert the laboratory, located two rooms away from where she is, and just as she dials the first number on the extension, the alarms are activated. The sound of sirens and a series of flashing lights put her on alert and confirm her fears. Code red protocol has been activated in the lab, the highest on the biohazard danger scale.

Mariana persistently dials the extension number of the laboratory, where four of her most qualified colleagues are located. But she only hears the constant ringing sound, with no one answering the phone. Immediately, she heads for the lab. He steps out of his office into the hallway and walks quickly to the antechamber door to the lab, where the entrance protocol to his own research area takes place. It is a large hallway with large windows, where the scientists prepare and coordinate their work, put on their safety suits and clothing, and pass through a decontamination airlock before entering the lab. As Mariana approaches the glass and tries to locate her colleagues, her soul is petrified by horror.

Inside the lab, he observes the four scientists who were going about their daily work for the day. Three of them are lying on the floor, still in their safety suits, and on a small desk near the exit airlock, he sees Fernanda, seated and with her hand outstretched towards the general alarm button, which she probably pressed before she died. Of this, he has no doubt, since, although Fernanda's position places her facing the lobby where Mariana is, the face, behind the vinyl mask, is that of a corpse.

Mariana's life flashes before her mind in a rapid flurry of images, moments, feelings and emotions that place her at the end, at the very moment where she is now standing. Knowing what she has lived through and the future that lies before her eyes, without hesitation, she makes a momentous decision. She picks up the phone and dials a number.

— Hello? Who is this? — answered on the other end of the line.

— How are you, my love? — Mariana answers, with a slow voice and the emotions contained in her chest.

— My queen, how are you? What time are you coming back? — Armando, her husband, answers from the house they shared more than two years ago when they got married.

— Hi, sweetie! You know, I'm going to be very late, we have some work to do here and it's been a little complicated, — Mariana says to him, with courage and making a great effort not to break down in tears, — How's the baby? — she then asks.

— He's taking another nap, you know he loves that,— Armando replies. — Well, I guess I'll watch a lot of tvs to wait for you,— he continues.

— You know that I love them with all my heart,— Mariana affirms, with her feelings contained and her face covered in tears.

— We love you too and we hope you come back soon my love,— he replies, innocent of the drama his wife is going through.

— Even if it takes me a little longer than it should, never doubt that I will always be with you. - Mariana affirms, knowing that everything could be different.

— That sounds a bit strange, love,— replies Armando, without any fatalistic thoughts in his mind. — Just finish what you have to do and come home. We miss you.

That was the last time they talked. Mariana knew she had to go in and execute all the necessary measures to contain and prevent the virus from escaping from the laboratory. Due to its lethality and the little knowledge she had about it, she was sure that she might not get out of there alive. But she was very clear about her mission and her duty as a woman scientist, mother, loving wife, and responsible, at that moment, for the safety and survival, not only of her family but also of the community where she lived and surely, of all humanity. Her incredible and remarkable heroic act became the greatest example of the courage, responsibility, dedication, and love that characterize every woman.

Regardless of the circumstances, the moment, or the consequences, a woman will not hesitate to make decisions that will allow her to keep those she loves safe and protected. Her courage and commitment will always be present in those situations where courage and love are the only alternatives.

This is a fictional story with which I join the Reto Hispaliterario 18 of @hispaliterario in honor of International Women's Day. You can know all the details of this initiative, by visiting this link. I invite friends @samsmith1971, @pjpavan, and @jetta.amaya to participate in this challenge.

Source of the images used:

Image of Woman Freepik en Freepik.es

Image of Woman Scientist generated by Artificial Intelligence BlueWillow Bot de BlueWillow.ai

Este post es de mi autoría y expreso en él, mis experiencias y aprendizajes cada día en este Blockchain. Todas las imágenes son editadas por mí y corresponden a capturas realizadas en mi PC y las fuentes están indicadas en cada caso. Si te gusta, puedes dejar un comentario u opinión y tu voto favorable.

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