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Hola Hivers
Bienvenidos a Mi blog
Tomé la decisión de participar en este concurso, admito que mi fuerte no son los cuentos cortos y menos de este estilo, pero siempre es increíble innovar e intentar nuevas cosas. Me ha encantado la dinámica de escribir un microcuento policial. Si deseas participar, aun estas a tiempo. Pincha aquí si lo deseas.
Acá mi microrelato policial:
Sangre en la bóveda
Era un día lluvioso en la ciudad de York, cuando el detective Ed recibió una llamada del comisario Allan, necesitaba su ayuda. Condujo su coche hasta un Banco ubicado al noroeste, en la entrada Ed había divisado a su invocador, bajó de su auto y cruzó el cordón de seguridad. Caminaron hasta la bóveda, y allí estaba Ted, como el hielo y lleno de sangre. ¿Quién pudo asesinarlo? se preguntó Ed, mientras tanto Allan le presentaba las pistas recolectadas: un casquillo de bala, una huella parcial, y los documentos dentro del maletín que portaba Ted. “Las cámaras de vigilancia no grabaron nada” dijo Allan y añadió, “nada falta en la bóveda”. Enseguida Ed pensó: “El asesino debe conocer los puntos ciegos”. El forense concluyó que la hora del deceso fue el día anterior alrededor de las 4:30pm. Y el banco cierra normalmente a las 4. De inmediato Ed, solicitó hablar con el Gerente y mano derecha de Ted, y susurrándole al oído “Ya sé que fuiste tú”, el hombre se puso blanco como la nieve, e intentó salir corriendo, pero un oficial lo detuvo apenas dio un par de pasos. Allan preguntó: ¿Cómo lo supiste?, no fue tan complicado, te lo explico. Al llegar, noté en todos cara de asombro menos en él, no parecía extrañado por lo sucedido. La hora de la muerte y que conocía los puntos ciegos me hizo pensar en alguien del banco, pero ¿quién era lo bastante cercano como para entrar a la bóveda principal con el dueño del banco, y que además no faltase nada “Fisicamente”?, lo que buscaba no estaba en la bóveda, estaba la mente de Ted, un documento decía que recientemente había resguardado una gran cantidad de Bitcoins en un monedero en frío, y la memoria fotográfica le permitió aprenderla, y ese monedero lo tiene el Gerente en el bolso de su abrigo, hace un momento lo vi introducir en su abrigo un dispositivo de almacenamiento. En ese instante, el Gerente, confiesa y el comisario saca de su abrigo un disco de almacenamiento externo.
Espero hayas disfrutado de esta lectura, gracias por pasar por acá.
Gracias a todos los que han hecho posible este concurso!
