Nadie supo sobre la fuga,
Nadie supo que tras abandonarme,
Otro suspiro se aventuró en un viaje suicida.
Se unió al ritmo de la vida,
A las corrientes del riachuelo y junto a ellas,
A los pies de la montaña bajó para tocar la puerta
De su casa y morir allí, tendido de frío.
Nadie supo ni sabrá tal cosa,
No sabrán que eternamente y en secreto,
Los innumerables cadáveres de mis suspiros
Han decorado cuales lirios su jardín.
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Cantaura, Venezuela 11/03/2021.