Hola amigos de Literatos. Esta es mi participación en el Reto 21 de Hispaliterario, basado en una obra de la pintora surrealista @romanie, UN POLLO EN ESPIRAL. Espero que sea de su agrado.
Había una vez un parque de diversiones lleno de risas y alegría. Era un lugar mágico donde los niños corrían emocionados de un juego a otro. En medio de toda la diversión, vivía un pollo muy peculiar llamado Espiralito. A diferencia de los demás pollos, su cuerpo tenía la forma de una deliciosa piruleta de caramelo.
Espiralito era amigable y siempre estaba dispuesto a hacer reír a los pequeños visitantes del parque. Paseaba por los caminos del parque con sus plumas de colores brillantes, haciendo piruetas y cantando canciones alegres. Los niños se maravillaban al verlo y corrían a abrazarlo, creyendo que era un caramelo gigante.
Un día soleado, mientras Espiralito se encontraba en el carrusel, una niña llamada Sofía se acercó con curiosidad. Ella era una niña muy observadora y notó que el pollo era diferente a los demás. Sin embargo, ella también pensó que era un caramelo. Con una sonrisa traviesa en su rostro, decidió llevárselo para compartirlo con su mamá.
Sofía tomó a Espiralito y comenzó a caminar por el parque, disfrutando de los juegos y las atracciones mientras sostenía al pollo-caramelo en su mano. El pollo, aunque confundido, no podía hacer nada más que dejarse llevar por la niña.
Pronto, Sofía llegó a la ruleta, donde esperaba su madre. "¡Mamá, mira lo que encontré!" exclamó, mostrando orgullosamente a Espiralito. La madre de Sofía se sorprendió al ver a un pollo en forma de caramelo. Rápidamente, explicó a su hija que Espiralito no era un dulce, sino un pollo viviente.
Sofía, al escuchar esto, se llenó de asombro y preocupación por haber confundido al pollo. Se disculpó con Espiralito, y la madre y la niña lo llevaron de regreso al parque, explicando a los demás niños que el pollo era un ser vivo y no un caramelo.
El parque de diversiones se llenó de risas, mientras los niños jugaban y se divertían con Espiralito. A partir de ese día, el pollo con forma de espiral se convirtió en la atracción más querida del parque. Los niños aprendieron a amarlo y a disfrutar de su compañía, y Espiralito se convirtió en el símbolo de la diversión y la amistad en aquel lugar mágico.
Así, en medio de risas y colores, el pollo con cuerpo de espiral vivió feliz para siempre en el parque de diversiones, enseñándole a los niños la importancia de aceptar a los demás tal como son, sin importar su apariencia. Y cada vez que alguien veía una piruleta de caramelo, recordaba la historia sorprendente de Espiralito, el pollo más dulce de todos.
Hasta la próxima historia, gracias por leer.