Metáfora de la vida

Soy indispensable pero nada aporto,
No entiendo el motivo de mi existencia,
Siete quizás me ayude con algo de suerte,
No lo sé, de tanto intentarlo estoy cansado,
Todo comienza conmigo, la envidia de uno
Es justificable por estar en segunda posición,
Pero soy ignorado cuando inicia el conteo.
Existo por algo y para algo, pero,
¿Para qué? Sigo buscando la respuesta,
Toda operación donde me involucró
No me da satisfacción alguna, no entiendo,
Si uno más uno son dos, porque cuándo
Hago lo mismo sigo siendo cero, cero más
Cero siempre será cero.

¿Por qué no fuí nueve? El más alto valor,
Estar en la cima debe ser maravilloso,
Quizás si le hablo me ayude a escalar,
Una posición envidiable en la que me
Gustaría estar, observar desde lo alto
Debe ser algo genial, un mundo diferente,
Un lugar donde los otros me pueden valorar.
Nueve por ser el último se emociona
Con mi llegada, sorpresa para mí, eso
Yo no lo esperaba, lo miraba con recelo,
Con envidia y emoción, ser amigo de nueve
Es toda una bendición, en mi más profundo
Sueño nunca imaginé esta situación.

Nueve le dice a cero, ¿Cuál es tú preocupación?
¿Ser el más deseado no te da satisfacción?
Palabras que me confunden y que llaman mi atención,
Contándole todo a nueve me cautiva su explicación,
Miras de forma errónea tu actual posición,
Tanto pares como primos contigo somos
Aún mejor, mientras estés a mi derecha
Aumentarás mi valor, multiplicado por diez
Es grande mi posición, y mientras más te
Adiciones me pondrás en un nivel superior.
No te mantengas a la izquierda, nada
Aportas desde allí, ve las cosas diferentes
Tu actitud debe cambiar, así el conteo
Inicie por uno, a tí nadie puede saltar,
Estás en primer orden porque es tu
Lugar a ocupar, la grandeza que posees
Nadie más la puede mostrar.