Mientras el hilo dorado se puede romper, el pacto para reencontrarse puede mantenerse trás la muerte...
El texto que les voy a compartir ahora es mi participación al "Concurso de microrrelatos en homenaje al escritor César Vallejo" de la comunidad de @LITERATOS, el cual tiene como premisa usar el concepto de "destino" para crear un pequeño texto literario.
Yo me inspiré en cómo la superconciencia va a ir dando las posibilidades infinitas, todo esto en cuanto a la teoría que nos dice que a lo que el alma deja el cuerpo y rompe lo que lo ata a lo terrenal... ya no vuelve. Pero cuando existe una verdadera conexión, las psiques están destinadas a reencontrarse en otras vidas o en otras dimensiones. A veces, somos más perceptibles y, en otras ocasiones, necesitamos ese pequeño empujoncitos de algo que nos diga lo que está sucediendo.
Ese es un microrrelato escrito dos veces, en cierto momento lo cuenta ella y en cierto momento lo cuenta él.
La tarde tenía una opaca existencia,
oscurecían mis sentimientos con cada minuto iyendo,
partían las raíces que aún la sujetaban a ella al suelo,
con mi corazón lentamente dejando de latir.
¿Por qué ahora?
Era ella quien en ese momento irradiaba la luz,
su pálida piel tras tantos meses de padecer,
aún dedicándome aquella tenue sonrisa,
ternura que solo atesora el presente
y que intenta alejar la idea de pasar a ser la ausente.
¿Por qué ahora?
Yo intentando borrar la idea de que este era el último,
la última tarde y el último aliento,
la última vez que su voz me repetiría sus sentimientos.
¿Por qué ahora?
Obligado fui por ella a no permitir cócteles de drogas que a su vida extienda,
porque aunque el amor vale la pena extenderlo miles de años,
ella muy cansada esta del dolor inagotable.
En mi torturadora se ha convertido y eso la agobia,
quisiera poder darle todo mi aire en un suspiro,
ser yo quien no dejé a la comida ser parte de lo que permanece,
porque en ella hoy solo se queda mi amor,
no existe agua que hidrate su garganta ni existe alimento que nutra su cuerpo,
tampoco existe la posibilidad de curarse un momento.
Así que aquí estamos los dos,
en el risco donde le juré mi devoción,
siendo su último pedido partir en mi abrazo,
este abrazo lerdo que en este lugar no puede evitar perderla.
¿Por qué ahora?
Fueron las palabras que le oí susurrar,
reuní cada pizca de energía que me quedaba,
aquella energía que me había consumido una enfermedad tan larga,
la reuní para poder darle paz a su alma.
Le expliqué que por ahora a su lado no me podía quedar,
callé las palabras que querían brotar de sus labios,
sin saber cuánto llegaría a poder decirle en este arrebato.
Le conté que él era el sentido de mi vida y que,
más allá,
en la otra vida le esperaría.
Que su ojos sabría reconocer cuando ni siquiera estuviera conmigo,
que debería llenar los días con sonrisas mientras que no me conseguía de nuevo,
porque así su brillo me guiaría a él de nuevo.
"Te amo" fue el último recuerdo,
un recuerdo vivo antes de volverme etérea,
vaporosa sensación de quien su energía trascendiera.
Pasaron los años y el destino jugó con ambos,
aplicó las posibilidades infinitas a nuestros entes por separado,
él murió y ahora el dúo fue ubicado,
ubicado en otro tiempo y espacio.
Estando ahora en aquella discoteca,
bailar y bailar era mi única meta,
allí con mis amigos haciendo de la música mi delirio,
convirtiendo a esta noche en mi momento favorito.
Mi caída detenida por una mano varonil, pero el rescate duró muy poco,
extrema corriente entre nuestros poros,
sorpresa que forzaba soltarnos de pronto.
¿Por qué ahora?
De nuevo en el piso ahora me encontraba,
la risa imparable estaba,
salimos a la terraza buscando el aire,
la conversación fluyendo como si la amistad por años nos rondara.
De pronto,
una de mis amigas apareció para retarme,
retarme luego de ver dentro de los ojos de ambos,
sospecha que -según ella- solo unas cartas develaran.
Ella nos sorprendió diciendo que los vacíos del pasado se llenan en esta noche,
que nuestras almas conectadas hicieron un pacto
y que su encuentro bajo esta Luna había sido pautado,
porque ahora nos reencontramos siendo realidades y no quimeras.
Según el contador de la app de Word, utilicé 566 palabras y fue muy interesante hacerlo. Lo bueno es que suelo manejarme en la poesía libre y es muy compatible con lo que es el modernismo que aplicaba César Vallejo en sus obras.
A la vez, fue un reto porque no conocía demasiado de este poeta y su manera de escribir, tuve que hacer un trabajo investigativo no solo de él sino también de la corriente del "modernismo". Pero como no quería usar el erotismo o la mitología greca para hacer mi escrito, usé el verso libre para hacer el microrrelato y cierto estilo que noté en algunos poemas de él.
Esta es la Invitación al concurso, pero solo tienen para participar hasta la medianoche de hoy (Hora de Venezuela)
Veremos si les gustó o no en los comentarios...
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Contenido original que será publicado en varias redes con el mismo nombre de usuario para mayor promoción.
La imagen del recuento de palabras la tomé desde mi celular.