Déjame solo y no me evites la angustia, déjame conocer bien el dolor de mis huesos, invadir su morada en mi rabia y negociar un momento de paz...
Hoy quiero reconciliarme con el llanto, abrazarlo, a pesar de evitarlo tanto y cabalgar una lágrima desbocada hasta caer con ella inevitablemente en la almohada...
No me preguntes que tengo porque no tengo nada, no me pidas que hable porque hay censura en mi boca y rebelión en mi alma, no te lo tomes a pecho si te pido que salgas, pero, basta con un herido, dos es perder la batalla...
Si quiero ganar la guerra debo enfrentarme sin armas, la conciencia en este caso es mejor que una espada, atacar los rincones donde habitan mis egos y derrotarme por dentro dejando afuera la calma...
Déjame solo y no me evites el miedo, necesito conocerlo bien para encontrar el amor, necesito encontrar mi presente porque me lo ha robado mi mente, encontrar donde se enciende la luz en mis ojos, para en realidad mirarte y no solo verte...
Ya vete y cierra la puerta, no quiero hablar del destino, no me convencen sus caminos ni las noticias que trae, déjame contarle a mi sombra que en realidad yo no existo, déjame experimentar mi instante, diferenciar el calor del frío, luego conocerme in manifiesto y así saber que realmente vivo...
Bill Sessar.
