El Único Viaje de Elpis - El Despertar de OLIMPIA / The Only Journey of Elpis - OLYMPIA's Awakening

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El Único Viaje de Elpis

El Despertar de OLIMPIA

Un monitor era, fundamentalmente, una IA avanzada, empaquetada en el cuerpo de androide más avanzado que pudiese ser construido, en esencia era lo más que se podía parecer un robot a un ser humano, obviando características no esenciales, como funciones vitales, como la respiración, necesidad de alimentos o aspecto físico.

A diferencia de robots, como los ASCLEPIOS o las nodrizas, cuyas IA, estaban diseñadas para cumplir con funciones específicas, en las cuales estaban perfectamente especializados, los monitores no poseían una programación especializada, en cambió, eran casi capaces de razonar como los humanos y de comportarse como ellos, teniendo además una amplia capacidad de razonamiento científico matemático, esto dentro de un cuerpo antropomórfico, que podía usar cualquier maquinaria, o dispositivo que estuviese pensado para ser usado por un humano y en general imitar a la perfección sus movimientos.

Desde antes del éxodo, hasta el final del viaje de la humanidad, a medio camino entre el sistema solar y Próxima Centauri, sólo ciento cincuenta y un monitores habían sido construidos; ciento cincuenta de ellos, los HERBERT, viajarían cada uno, en una de las naves colonizadoras avanzadas, el restante era OLIMPIA, la monitor de la Elpis y la más avanzada de ellos.

La tarea del monitor era suplir a la tripulación humana, en las labores que ésta no pudiera cumplir y que no pudiesen ser realizadas por los robots de mantenimiento, debido a sus limitaciones de movilidad o capacidades intelectuales, en general, el monitor era un tripulante más de la nave, pero que aventajaba en habilidades intelectuales y motoras a casi cualquier humano.

Mientras no fuera necesarias sus funciones, el monitor permanecería inactivo, dormido. Pero en casos de calamidad, en los que la tripulación estuviese imposibilitada o no fuese capaz de solucionarlos por si sola, el monitor podía ser despertado por orden del capitán y en ausencia o incapacidad de la tripulación, la IA de la nave podía tomar la decisión de hacerlo.

Un repentino flujo de electricidad, que contenía un tren de pulsos especialmente codificados, recorrió la unidad procesadora de OLIMPIA, sacándola de su sueño de más de cuatrocientos años; a diferencia de lo que muchos pudieran pensar, por la naturaleza de los sistemas de procesamiento cuántico que conformaban el núcleo de la monitor, su estado previo no era como el de cualquier máquina apagada, el cerebro de OLIMPIA, al igual que el de cualquier ser vivo, siempre había estado activo desde su creación; por eso se decía que estaba dormida, pues en realidad su unidad de razonamiento siempre estaba activa, aunque al estar desconectada de sus unidades sensoriales y motoras, se dedicaba a razonar en un ciclo infinito, usando para ello, los datos almacenados en sus repositorios de memoria, en otras palabras, soñaba.

La instrucción transmitida por SÓCRATES, a petición del capitán, provocó un repentino espasmo en el blanco y satinado cuerpo de la androide, que fue acompañado de la activación de su plano panel facial, un rostro femenino se formó donde antes sólo había un lustrosa superficie blanca. OLIMPIA levantó su mano y empujó la traslucida puerta de la cápsula, donde su cuerpo estaba almacenado, dio un paso adelante y pisó la superficie del frio suelo de la bahía de almacenaje del segundo anillo, donde había sido depositada, antes del inicio del viaje, junto a su equipamiento de mantenimiento.

― SÓCRATES, explícame la situación ―dijo sin más, tras salir completamente de la cápsula.

Tras un breve flujo de datos, SÓCRATES puso al tanto a OLIMPIA de todo lo sucedido, incluyendo las cifras que describían la precaria situación de la nave y sus ocupantes.

―Estoy a sus órdenes capitán, ¿cuál es el curso de acción que debo seguir? ―dijo, a través del comunicador de la nave.

―Es imperioso que desactivemos a CÉFIRO y recobremos el mando del sistema de control atmosférico, para restablecer el reciclado de aire ―respondió Gilmore.

―Bien me dirijo al tercer anillo entonces ―respondió OLIMPIA.

Tras decir esto, la robot corrió por los pasillos del segundo anillo, en dirección de la más próxima exclusa de emergencia. El segundo anillo estaba en su totalidad despoblado, todos los dormitorios que en él se encontraban, habían sido desocupados y la tripulación había sido concentrada en el primer anillo donde se encontraba el puente de la nave y el centro de control de SÓCRATES. Después de recorrer casi doscientos metros de corredores, se encontró frente a la entrada de una exclusa de aire.

―SÓCRATES abre la exclusa 85C ―dijo OLIMPIA.

La puerta se deslizó sin emitir ningún sonido, en medio del vacío en que se encontraba el segundo anillo, la robot entró en la exclusa y pidió a la IA que abriera la escotilla de salida 85C. Al igual que antes, la escotilla se abrió silenciosamente y dejo ver, a decenas de metros al frente, la escotilla 45D, del tercer anillo, OLIMPIA retrocedió hasta el pasillo fuera de la exclusa para tomar impulso y corrió explosivamente para salir disparada desde el umbral de la escotilla y cruzar en fracciones de segundos la ingravidez del espacio que separaba ambas entradas y terminar aferrándose a las barras de apoyo que estaban a cada lado de la entrada al tercer anillo.

Por un momento se mantuvo con el cuerpo estirado parcialmente flotando en el espacio a causa de la combinación de la ingravidez del entorno y la baja gravedad de la superficie exterior de la estructura giratoria. Se aferró con una mano en cada una de las dos barras, a ambos lados de la escotilla y arqueó su pelvis hacia adelante hasta que sus pies estuvieron al nivel de sus manos, los pasó uno bajo cada barra, para luego soltar sus manos y quedar sujeta con los pies, tomó la manilla de la escotilla con ambas manos y en una explosión de fuerza arrancó la puerta y la mandó a flotar por el espacio.

OLIMPIA vio flotar la puerta por unos momentos, para luego volver a inclinarse y sujetar las barras con las manos, liberar sus pies y luego lanzarse al interior de la esclusa de aire.

―Estoy en la exclusa de aire ―dijo sin más y luego se aferró con ambas manos a la puerta interior y apoyándose con ambos pies en la pared lateral de la estrecha exclusa tiró de la puerta, hasta obligarla a deslizarse y quedar parcialmente abierta, lo suficiente, para, en un ágil y rápido movimiento, poder deslizarse al interior del anillo ―. Estoy dentro del tercer anillo, dijo.

Segundos después de entrar, una corta señal de datos fue recibida por su interfaz, CÉFIRO le pedía que se retirar, que cesara su actividad en el tercer anillo.

OLIMPIA hizo caso omiso a la comunicación de la IA y corrió por los congestionados pasillos, hasta la entrada de lo que fue la sala de operaciones de mantenimiento, donde, casi doce horas antes, había ocurrido la explosión que costó la vida a los integrantes del equipo de técnicos.

A través del boquete abierto a la pared del fondo, se podía ver un tramo del túnel de acceso al núcleo, que no se había desprendido y que aún quedaba fijo a su lugar en la estructura del núcleo del anillo, usando nuevamente la fuerza, abrió la puerta de la sala y se introdujo en ella.

Vio por unos momentos el túnel, calculando cuales serían sus siguientes movimientos, caminó hasta el boquete y se impulsó al exterior dejándose caer lentamente, hasta aferrarse a uno de los costados del ducto, lentamente avanzó aferrándose con las manos y flotando hasta lograr introducirse al ducto, que conducía al interior de la estructura central del anillo.

Flotó hasta la pequeña compuerta, que conducía al interior y nuevamente aferrándose a ella y apoyando sus pies en las paredes del ducto, haló de la manilla hasta que el marco cedió y la puerta abrió, dejándola flotar al interior del núcleo del anillo.

Tras encontrarse flotando en el interior del núcleo, rodeada por centenares de unidades de almacenamiento de CÉFIRO, nuevamente recibió una señal de datos a través de su interfaz, la IA le daba la bienvenida, para luego dejarla repentinamente paralizada flotando en el interior del núcleo.

Texto de @amart29 Barcelona, Venezuela, mayo de 2020


English


The Only Journey of Elpis

OLYMPIA's Awakening

A monitor was, fundamentally, an advanced AI, packaged in the most advanced android body that could be built, in essence it was the closest thing a robot could look to a human being, ignoring non-essential characteristics, such as vital functions, like breathing, need for food, or physical appearance.

Unlike robots, such as ASCLEPIOS or wet nurses, whose AI were designed to perform specific functions, in which they were perfectly specialized, the monitors did not have specialized programming, but were almost capable of reasoning like humans and behave like them, having also a wide capacity for mathematical scientific reasoning, this within an anthropomorphic body, which could use any machinery or device that was intended to be used by a human and generally imitate their movements perfectly.

From before the Exodus, until the end of humanity's journey, halfway between the solar system and Proxima Centauri, only one hundred and fifty-one monitors had been built; one hundred and fifty of them, the HERBERTS, would each travel in one of the advanced colonizing ships, the rest being OLYMPIA, the monitor of the Elpis and the most advanced of them.

The task of the monitor was to supply the human crew, in the tasks that the latter could not fulfill and that could not be carried out by the maintenance robots, due to their mobility limitations or intellectual capacities. In general, the monitor was one more crew member of the ship, but he was ahead of almost any human in intellectual and motor skills.

As long as its functions were not required, the monitor would remain inactive, asleep. But in cases of calamity, where the crew was unable or unable to solve them on their own, the monitor could be awakened by order of the captain and in the absence or inability of the crew, the ship's AI could make the decision to do so.

A sudden flow of electricity, containing a train of specially coded pulses, ran through the OLYMPIC processing unit, taking it out of its four hundred year sleep; unlike what many might think, because of the nature of the quantum processing systems that made up the core of the monitor, its previous state was not like that of any turned-off machine, OLYMPIA's brain, like that of any living being, had always been active since its creation; That's why it was said to be asleep, because in reality its reasoning unit was always active, although being disconnected from its sensory and motor units, it was dedicated to reasoning in an infinite cycle, using for that purpose, the data stored in its memory repositories, in other words, it dreamed.

The instruction transmitted by SOCRATES, at the captain's request, caused a sudden spasm in the android's white, satin body, which was accompanied by the activation of her flat facial panel, a female face formed where before there was only a shiny white surface. OLYMPIA raised her hand and pushed the translucent door of the capsule, where her body was stored, stepped forward and stepped on the surface of the cold floor of the storage bay of the second ring, where she had been deposited, before the start of the journey, along with her maintenance equipment.

-SOCRATES, explain the situation to me, - she said without further ado, after leaving the capsule completely.

After a brief flow of data, SOCRATES brought OLYMPIA up to date with everything that had happened, including the figures describing the precarious situation of the ship and its occupants.

-I am at your service, Captain, what is the course of action I should take? -she said, through the ship's communicator.

-It is imperative that we deactivate CEFIRO and regain control of the atmospheric control system to restore air recycling, -responded Gilmore.

-Well, I'm going to the third ring then, -answered OLYMPIA.

Having said that, the robot ran down the corridors of the second ring in the direction of the nearest emergency lock. The second ring was entirely uninhabited, all the sleeping quarters in it had been vacated, and the crew had been concentrated in the first ring where the bridge of the ship and the control centre of SOCRATES were located. After going through almost two hundred meters of corridors, they found themselves in front of the entrance of an airlock.

-SOCRATES opens the 85C airlock -said OLYMPIA.

The door slid without making any sound, in the middle of the vacuum in which the second ring was, the robot entered the lock and asked the AI to open the 85C exit hatch. As before, the hatch opened silently and showed, tens of meters in front, the 45D hatch of the third ring. OLIMPIA backed up to the corridor outside the lock to take a pulse and ran explosively to shoot out from the threshold of the hatch and cross in fractions of seconds the weightlessness of the space that separated both entrances and end up clinging to the support bars that were on each side of the entrance to the third ring.

For a moment she remained with her body stretched partially floating in space because of the combination of the weightlessness of the environment and the low gravity of the outer surface of the rotating structure. He held on to each of the two bars on either side of the hatch with one hand and arched his pelvis forward until his feet were at hand level, passed one under each bar, then released his hands and held on with his feet, took the handle of the hatch with both hands and in a burst of force ripped the door off and sent it floating through space.

OLYMPIA watched the door float for a few moments, then she bent down again and held the bars in her hands, released her feet, and then threw herself into the airlock.

-I am in the airlock, -she said without further ado, and then she clutched with both hands to the inner door and leaned with both feet on the side wall of the narrow lock and pulled the door until it was forced to slide open, partially open, just enough so that in one quick movement she could slide into the ring -. I am inside the third ring, -she said.

Seconds after entering, a short data signal was received by here interface, CEFIRO asked here to leave, to cease here activity in the third ring.

OLIMPIA ignored the AI communication and ran through the congested corridors to the entrance of what was the maintenance operation room, where, almost twelve hours earlier, the explosion that cost the lives of the technicians' team had occurred.

Through the open hole in the back wall, a section of the core access tunnel could be seen, which had not been dislodged and was still fixed in place in the ring core structure. Using force again, he opened the door to the room and entered it.

She saw the tunnel for a few moments, calculating what her next movements would be, walked to the gap and pushed herself outwards, slowly letting herself fall, until she held on to one side of the duct, slowly moving forward, holding on with her hands and floating until she managed to get into the duct, which led to the inside of the core structure of the ring.

She floated to the small gate, which led to the interior, and again clinging to it and resting her feet on the walls of the duct, she pulled on the handle until the frame gave way and the door opened, letting her float to the interior of the core of the ring.

After finding herself floating inside the core, surrounded by hundreds of CEFIRO storage units, she again received a data signal through her interface, the AI welcomed her, and then suddenly left her paralyzed floating inside the core.

Text of @amart29 Barcelona, Venezuela, May 2020

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Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima

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