En esta ocasión comparto con ustedes las fotografías macro de lo que más pude acercarme, tanto yo como el lente del celular, a un pequeño insecto que se movía mucho en un árbol que está en mi casa.

Fue un modelo mui inquieto que llegó volando y se paseó por la hoja de arriba a abajo, de izquierda a derecha, sin darme margen de error, pero el enfoque casi queda al 100%.

Tuve que activar el flash porque estaba en un rincón muy oscuro y en este caso quemó todas las fotografías. Con algo de edición recuperé parte de la información que perdí al querer compensar la luminosidad.

Así como llegó, se fue rápidamente, sin que me diera oportunidad de seguir al diminuto insecto que se adentró a un lugar del frondoso árbol donde era imposible fotografiarlo con mi celular.

Esta sesión fue fortuita, no bastaba la experiencia y tener los sentidos alertas, porque el sentido de la supervivencia, ese que trataba de evitar un picada de ese gran aguijón, prevaleció.

La precaución debe ser el mejor remedio, jeje. Mejor que digas aquí no hizo click, que aquí no dejó de revelarse.

Espero les guste esta pequeña serie