La siguiente historia que les traigo a continuación, no es cualquier historia, tampoco es esa típica historia terrorífica de zombies que devoran viva a la gente, aunque en ella si lo hagan. Se trata mas bien de la historia de uno de ellos, del que fuera el mas romántico, agraciado y feliz de todos ellos, se trata de Eliecer, si este zombie tiene un nombre.

Todo comenzó aquella mañana del domingo, venia de pasar la velada mas maravillosa de toda su vida, con la chica mas hermosa e inteligente de la universidad. Era su segunda cita y después de una bella cena en una cabaña alquilada por un amigo(era lo que le permitía su bolsillo), pero que a ella no le importaba, solo quería estar con el, y el con ella, supieron que habían encontrado a su alma gemela.

Se conocieron entrando a la universidad, él la miro, caminando hacia el, perseguida por la mirada de cuanto estudiante la viera, ya que sus grandes ojos color café, y un cuerpo que parecía dibujado por la mismísima Afrodita, no eran muy comunes en una universidad donde por una extraña razón todos eran blancos o pelirrojos, y cuando ella pasó frente a el, este la ignoro mientras pensaba:" si hago lo mismo que los demás, el resultado sera el mismo", así que se volteó a su casillero y continuo buscando, quien sabe que cosa, mientras aquella linda chica pasaba por el pasillo arrastrando la mirada de cuanto estudiante le veía, incluso algunas de las chicas se sintieron atraídas por ella.

Después de eso, ella quedó prendada de el, pensó: ¿por qué todos menos el? Que se creerá este "Nerd". Se preguntaba, y así pasaron algunos días hasta que ella lo abordó diciéndole: "soy Natasha" y el sin mas le respondió: "cenemos, quiero conocerte". Así que la llevo al atardecer a una cabaña cercana de su amigo Leonel, el cual le presto el lugar, por apenas unas pocas monedas, aunque para el, después de todo, el dinero es solo un accesorio, algo sin importancia.

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Después de aquella primera cena comprendieron que eran el uno para el otro, así que volvieron a verse en esa misma cabaña al día siguiente, volvieron a cenar lo mismo de la noche anterior, y él la acompañó hasta su residencia, ahí se despidieron con un simple beso en la mejilla, cuando de pronto, ella se devolvió, lanzándose en sus brazos y juntando sus labios en un beso que lo sacó de plano de este mundo, huyendo nuevamente hasta dentro de la habitación, dejándole allí, presa de un enamoramiento del alma, de todo su ser. Siguió su camino hasta su residencia al otro lado del campus, con una sonrisa dibujada en su rostro, que quien lo vio, pensaría que estaba bajo los efectos de algún alucinógeno de esos que consume nuestra juventud, por no conocer los verdaderos placeres de la vida.

Esa noche no podía dormir, al día siguiente tendrían esa visita guiada a la biblioteca del capitolio, y al salir, ella seria suya, ya todo estaba escrito, y en su mente se dibujaba su inocencia perdiéndose en el amor juvenil, con la criatura mas bella que sus ojos habían visto y sus pensamientos soñado jamás.

Amaneció pronto, (aunque Eliecer pensaba que la noche nunca acabaría), se puso su mejor atuendo, y se dirigió al autobús, allí la volvió a ver, estaba con algunas compañeras, pero el no vio a nadie mas, la saludo tímidamente y fue cuando ella lo beso, delante de todos, lo que le demostró que era cierto lo que sentía, y mas cierto aun que aquella noche seria suya.

Subieron al autobús y ella se sentó a su lado, sintió su cuerpo pegado al suyo, comenzó a temblar y ya no pudo hablar, solo pensaba en aquella noche, en que por fin serian uno solo, noche perfecta "solos ella y yo".

Así llegaron al corazón de aquella capital del país, se bajaron en completo silencio, en perfecto orden, la señora que seria su guía los recibió muy amablemente y comenzó a contar la historia de aquella vieja edificación.

Fue entonces cuando todo ocurrió, se escucho a lo lejos una terrible explosión y seguidamente vimos como sus últimos compañeros de la fila fueron atacados por una estampida de gente que venia como poseída por algo absolutamente diabólico, y comenzaron a devorarlos vivos, comiendo sus sesos y vísceras, de manera espeluznante, eran Zombies. Ante la situación, los pocos estudiantes que habían logrado entrar se colocaron detrás de la puerta y comenzaron a luchar con aquellos seres que tenían una fuerza muy superior a ellos, aunque después de mucho forcejear lograron cerrarla.

Desde la ventana pudieron ver como un obrero devoraba a la amable guía, mientras trataban de recobrar la calma y pensar, como iban a sobrevivir a aquella situación. Leonel tomó la iniciativa y trató de ordenar las cosas, dijo que ya había estado allí antes y que conocía bien el lugar, que debían permanecer unidos, hasta que fueran a salvarlos.

No fue hasta ese momento que pensó en ella, la vio tirada en un rincón temblando de miedo, se acercó, esta corrió hacia el, lo abrazó y le rogó que la protegiera, que no permitiera que nada le pasara, en ese momento el hizo el juramento mas noble que ningún mortal había hecho jamás; "te juro en nombre del amor, que ha nacido entre los dos, que jamás permitiré que nada te pase y que saldremos de aquí, juntos para siempre". Desde ese momento solo debían esperar a que las cosas se calmaran afuera, ya que, seguramente el gobierno los sacaría de ahí.

Esa noche comenzaron a sentir golpes en la puerta, y comenzaron a empujarla de una manera que, en un instante Eliecer supo que pronto lograrían entrar, así que le dijo a Natasha que debían buscar un sitio seguro, donde resguardarse en caso de que lograran derribar la puerta.

El se la llevo en silencio, mientras algunos sobrevivientes se iban colocando detrás de la puerta evitando que esta cediera. Entraron a la vieja biblioteca justo en el momento en que caía el viejo portal de madera y comenzaba una segunda batalla por sobrevivir y ya casi entraban, pero en el ultimo instante de cerrar la puerta, vio como se abalanzaba sobre el un zombie muy familiar, era Leonel, su único amigo de la universidad, por eso tardó mas en responder, en reaccionar, aunque al final logró quitárselo de encima golpeándolo con un viejo trozo de madera de una de las mesas. Después de eso entro cerrando la puerta de hierro de aquel viejo salón detrás de el, ahí lo comprendió todo, supo que su gran amor, su cita, y los planes de toda su vida se desvanecían en un segundo; Leonel lo había mordido.

Después de eso, el se aferró a ella esperando que por algún efecto milagroso, no ocurriera la transformación, pero no fue así, de pronto Eliecer se quedo viendo fijamente a Natasha, con una mirada que comenzaba a opacarse, ella vio como sus hermosos ojos verdes que tanto le gustaban, se ponían vidriosos y el comenzaba a verla de otra manera. No se asustó, solo pensó que si esa era la forma de entregarse a el, a su gran amor, lo haría convencida de que en la otra vida, se reencontraría con su alma gemela, y solo seria parte del pasado, que aquello que tendrían que vivir en ese instante en el cual el, en vez de devorarla con caricias y besos, lo haría de la manera mas horrenda que podía haberse imaginado.

Así transcurrió uno, dos, cinco minutos, y Eliecer solo veía a Natasha, de una manera que en vez de terror, solo daba una sensación de paz, era como si toda la tristeza del mundo se hubiera concentrado en aquel ser, que ya no era humano, que apenas respiraba y que por alguna razón, solo la observaba en silencio.

Así transcurrió la noche, en el mas absoluto silencio, temprano, los zombies que habían derribado la puerta, y devorado a sus compañeros, al observar la escena y como si hubieran comprendido el profundo amor que se tenían aquellos dos seres, ni siquiera intentaron traspasar aquella vieja reja, simplemente se marcharon.

Esa fue la primera vez que el se movió, se levanto, abrió la reja y volvió a cerrarla detrás de si, desapareció por la vieja puerta de madera, al rato volvió con algo de comida y algunas cobijas para Natasha, entró y después de cerrar la puerta detrás de el, y entregarle lo que había traído, se sentó a observarla, Natasha no sabia hasta donde podía aquel ser amarla, como aquel sentimiento logró trascender la fuerza de aquella plaga maldita, y seguir cuidándola aun después de muerto.

Así transcurrieron algunos días, donde Natasha, ya a punto de enloquecer ante aquella situación, tomo aquella caja de primeros auxilios y se tragó al mismo tiempo, todos los medicamentos que tenia en su interior. El no reaccionó, solo la vió morir, tomo su cuerpo entre sus brazos y se recostó de aquella vieja biblioteca, a observar, en silencio, mientras su cuerpo se consumía al mismo tiempo que el de ella.

Al final de todo, cuando los sobrevivientes del holocausto consiguieron la cura de aquella plaga, y entraron a aquella vieja biblioteca, solo encontraron aquellos viejos huesos, abrazados, en el mas absoluto silencio.

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