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☀️ A Story About GPS and Envy
It is almost two o'clock in the afternoon and Alexander is driving very relaxed while listening to music. Thinking about the tasks he still has to complete for the day's work, he is surprised to receive a phone call through the cellular system installed in the vehicle he is driving. His surprise is due to the fact that only two people have this exclusive and private number: his wife and his immediate supervisor at the company where he works.
— Hello? — he asks after pressing the button on the roof of the vehicle to accept the call.
— Hello? How are you Alexander, — and the surprise is even greater when he hears the voice of the company's division manager and boss of both his immediate supervisor and himself on the car's loudspeakers. — Please, can you tell me exactly where you are right now? — asked the person on the other end of the line. In addition to the surprise of the call and the person on the other end of the line, there is also a certain concern about the question.
After giving the requested details and briefly discussing matters concerning his activities over the past two hours, Alexander arrives at the facility where he was on his way to perform routine supervision of his staff. He performs the work that concerns him at the site, but still wonders what is going on. In the end, he immediately goes to the company's offices, following the instructions given by the division manager.
In all this time since receiving the unusual call, Alexander has not stopped worrying. With the confusion of the matter, he wonders what could be going on. His doubts are generated, at first, by the fact that it is only his fifth day on the job and his third driving the modern vehicle he has been assigned to perform his duties. Knowing beforehand about the high-performance standards that must be met in this company and the additional responsibility that comes with driving a vehicle that is monitored in real-time by a GPS system, he wonders if he might have committed an infraction without realizing it. He reviews his activities during the day and finds nothing out of the ordinary. There are many questions piling up in Alexander's head.
When he arrives at the company, he immediately goes to the division manager's office. His immediate supervisor who sees him enter looks at him, but only shrugs his shoulders in ignorance of what is going on while indicating that he is expected. As he walks to his manager's office, stress and worry build up in Alexander's system.
The manager greets him in high spirits, which, in a way, relaxes him a bit. After discussing the entire routine from the time he left for lunch until he received the call in the vehicle, the matter is somewhat elucidated when the manager hands him a sheet with a sketch and a route generated by the vehicle's GPS system.
— A woman phoned to report that a company vehicle traveling at high speed almost ran her over. According to GPS reports, the only vehicle that was in the area where the woman reported is the one you are driving, — the manager informs him. Quite surprised, Alexander reviews the route he took since he left the office for his lunch break. He drove to his son's school, picked him up, and drove home, where he made a brief stop for a hasty lunch. He then left his house for the office where he would be supervising, until he received the call that triggered all his concerns. Throughout this trip, he said that nothing abnormal happened related to the vehicle.
After analyzing all the information, which is attached to a phone call received in the vehicle, five minutes after leaving home, and which is only two minutes after receiving the call from the allegedly assaulted woman, a rather crazy conclusion is reached. This is an envious and resentful neighbor who cannot stand the fact that Alexander has gotten a good job. The vehicle he is driving has a sign on the back of the car inviting people to report any offense committed by the vehicle to the number indicated there.
It has been quite an interesting day for Alexander. After going through some very worrying moments of anticipation and stress caused by not knowing what was going on, the GPS technology has helped him to prove that he has not committed any infraction and to unveil a person with a bad attitude and very bad feelings.
In 2012, I had the experience that I am telling you about in this story. A neighbor that I never knew who she was, since they did not consider it prudent to reveal that information to me, caused me real moments of concern, in a job in which I had only been working for five days. Thanks to GPS technology, I was able to validate my actions and since then, I use that episode to show how this technology could be our ally in similar cases. In the same way, in case someone was not correct in their actions with the company's vehicles, the same technology would put them in evidence, as it could be demonstrated in several cases that, perhaps, I will tell you about in another opportunity.
This is my entry to the @theinkwell community's weekly call for submissions, which is entitled Creative Nonfiction in The Ink Well: Prompt #20 and for which you can get all the details from this link. I invite my friends @dayadam and @yelimarin to participate.
Source of the images used:
Personal Image Edited in Pixlr.com
Angry Woman Image by Benzoix in Freepik.es
VERSIÓN EN ESPAÑOL
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☀️ Una Historia Acerca del GPS y La Envidia
Son casi las dos de la tarde y Alexander conduce muy relajado mientras escucha música Pensando en las tareas que aún le faltan para completar su jornada laboral del día, se sorprende al recibir una llamada telefónica a través del sistema celular instalado en el vehículo que conduce. Su sorpresa se debe a que, solo dos personas poseen este número exclusivo y privado: su esposa y su supervisor inmediato en la empresa donde labora.
— ¿Aló? — inquiere después de presionar el botón para aceptar la llamada, ubicado en el techo del vehículo
— ¿Aló? Como estas Alexander, — y la sorpresa se hace mayor, cuando escucha en los altavoces del automóvil, la voz del gerente de división de la empresa y jefe, tanto de su supervisor inmediato, como de él mismo. — Por favor, ¿Me puedes indicar en que lugar exactamente te encuentras en este momento? — le interroga la persona al otro lado de la línea. A la sorpresa de la llamada y del interlocutor, se le suma una cierta preocupación por la pregunta.
Después de dar los detalles que le solicitan y conversar brevemente sobre asuntos concernientes a sus actividades durante las últimas dos horas, Alexander llega a la dependencia donde se dirigía a realizar una supervisión de rutina del personal a su cargo. Realiza la labor que le concierne en el lugar, pero sin dejar de preguntarse que está sucediendo. Al finalizar, se dirige de inmediato a las oficinas de la empresa, siguiendo las instrucciones dadas por el gerente de división.
En todo este tiempo desde que recibió la inusual llamada, Alexander no ha dejado de preocuparse. Con la confusión del asunto, se pregunta que podría estar pasando. Sus dudas se generan, en principio, por el hecho de que es apenas su quinto día trabajo y tercero conduciendo el moderno vehículo que le han asignado para cumplir sus labores. Sabiendo de antemano sobre los altos estándares de desempeño que se deben cumplir en esta empresa y la responsabilidad adicional que conlleva conducir un vehículo que es monitoreado en tiempo real por un sistema de GPS, se pregunta si habrá cometido alguna infracción sin darse cuenta. Repasa sus actividades durante el día y no encuentra nada fuera de lo común. Son muchas las preguntas que se acumulan en la cabeza de Alexander.
Al llegar a la empresa, se dirige de inmediato a la oficina del gerente de división. Su supervisor inmediato que lo ve entrar, lo mira, pero solo encoge los hombros en señal de ignorar lo que está sucediendo, a la vez que le indica que lo esperan. Mientras camina a la oficina de su jefe, el estrés y la preocupación se acumulan en el organismo de Alexander.
El gerente lo recibe con muy buen ánimo, lo que, en cierto modo, lo relaja un poco. Después de conversar sobre toda la rutina cumplida, desde el momento en que salió a almorzar, hasta que recibió la llamada en el vehículo, el asunto se dilucida un poco cuando el gerente le extiende una hoja con un croquis y una ruta generada por el sistema GPS del vehículo.
— Una mujer llamo por teléfono, para denunciar que un vehículo de la empresa que se desplazaba a gran velocidad, casi la atropella. Según los reportes de los servicios de GPS, el único vehículo que se encontraba en la zona donde indica esta mujer, es el que tú conduces, — le informa el gerente. Bastante sorprendido, Alexander repasa la ruta que siguió desde que salió de la oficina para su hora del almuerzo. Condujo hasta la escuela de su hijo, lo recogió y siguió hasta su casa, donde hizo una parada breve para comer algo apresurado. Luego, salió de su casa con destino a la dependencia donde realizaría la supervisión, hasta que recibió la llamada que desencadeno toda su preocupación. En todo este trayecto, comenta que no ocurrió nada anormal relacionado con el vehículo.
Después de analizar toda la información, a la cual se le anexa una llamada telefónica recibida en el vehículo, cinco minutos después de salir de casa y la cual dista apenas dos minutos de recibirse la llamada de la mujer supuestamente agredida, se llega a una conclusión bastante disparatada. Se trata de una vecina envidiosa y resentida, que no soporta el hecho de que Alexander ha conseguido un buen empleo. El vehículo que conduce, tiene en la parte posterior, un letrero que invita a denunciar cualquier infracción cometida por el mismo, a través del número allí indicado.
Ha sido un día bastante interesante para Alexander. Después de pasar por algunos momentos de mucha preocupación y estrés anticipado, originado por el hecho de no saber que estaba sucediendo, la tecnología del GPS lo ha ayudado a demostrar que no ha cometido ninguna infracción y a develar a una persona con mala actitud y muy malos sentimientos.
En el año 2012, me toco vivir la experiencia que les narro en este relato. Una vecina que nunca supe quien fue, ya que no consideraron prudente revelarme esa información, me causo verdaderos momentos de preocupación, en un empleo en el que apenas tenía cinco días trabajando. Gracias a la tecnología GPS, pude validar mis acciones y desde entonces, uso ese episodio para mostrar como esta tecnología podría ser nuestra aliada en casos parecidos. De igual manera, en caso de que alguna persona no fuera correcta en su accionar con los vehículos de la empresa, la misma tecnología los colocaría en evidencia, como se pudo demostrar en varios casos que, quizás, les cuente en otra oportunidad
Esta es mi entrada a la convocatoria semanal de la comunidad @theinkwell, la cual lleva por título Creative Nonfiction in The Ink Well: Prompt #20 y de la cual pueden obtener todos los detalles desde este enlace. Invito a participar a mis amigas @dayadam y @yelimarin.
Fuente de las imagenes utilizadas:
Imagen Personal Editada en Pixlr.com
Imagen de Mujer Enojada Benzoix en Freepik.es
Este post es de mi autoría y expreso en él, mis experiencias y aprendizajes cada día en este Blockchain. Todas las imágenes son editadas por mí y corresponden a capturas realizadas en mi PC y las fuentes están indicadas en cada caso. Si te gusta, puedes dejar un comentario u opinión y tu voto favorable.
This post is of my authorship and I express in it, my experiences and learnings every day in this Blockchain. All images are edited by me and correspond to captures made on my PC and the sources are indicated in each case. If you like it, you can leave a comment or opinion and your favorable vote.
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