I have heard and read many accusations and testimonies against Dan Schneider, the former Nickelodeon producer and showrunner. The allegations range from over-sexualising young characters in the series to creating a hostile and toxic work environment, where young actors were expected to tolerate bullying and harassment.
In particular, Jennette McCurdy, who played Sam Puckett on "iCarly", and Amanda Bynes, who starred in "The Amanda Show", have been candid about their experiences working for Schneider. They mention that they were uncomfortable with some of the situations they were involved in and that, with hindsight, they believe that certain scenes and dialogue in the scripts were too sexualised for young audiences.
He escuchado y leído muchas acusaciones y testimonios en contra de Dan Schneider, el ex-productor y showrunner de Nickelodeon. Las acusaciones van desde la sobre-sexualización de los personajes jóvenes en las series hasta la creación de un ambiente de trabajo hostil y tóxico, en el que se esperaba que los jóvenes actores toleraran la intimidación y el acoso.
En particular, Jennette McCurdy, quien interpretó a Sam Puckett en "iCarly", y Amanda Bynes, quien protagonizó "The Amanda Show", han sido francas sobre sus experiencias trabajando para Schneider. Mencionan que se sintieron incómodas con algunas de las situaciones en las que se vieron involucrados y que, con retrospectiva, creen que ciertas escenas y diálogos en los guiones estaban demasiado sexualizados para el público joven.
Both actresses have also shared stories of working on unsafe sets, where bullying and harassment were tolerated. Bynes, in particular, has spoken on several occasions about the trauma she experienced during her time at Nickelodeon, citing the pressure and lack of support she felt during her work.
It is essential that Schneider's covert manipulation be brought to light: he appeared to be a kind individual and a charismatic figure, an innovative content creator, but there was a dark side that only young actors could see. Like all abusers, he succeeded in playing with power and control, in a world where victims were the norm.
Ambas actrices también han compartido historias de trabajar en sets poco seguros, donde se toleraba el acoso y la intimidación. Bynes, en particular, ha hablado en varias ocasiones sobre el trauma que experimentó durante su tiempo en Nickelodeon, citando la presión y la falta de apoyo que sentía durante su trabajo.
Es esencial que se ponga en evidencia la manipulación encubierta de Schneider: parecía ser un individuo amable y una figura carismática, un creador de contenido innovador, pero había un lado oscuro que solo los jóvenes actores pudieron ver. Como todo abusador, tuvo éxito al jugar con el poder y el control, en un mundo en el que las víctimas eran la norma.
While Schneider has adamantly denied all allegations, it is hard to ignore the fact that many of his own creations involved stereotypes, scenes and dialogue that seemed designed to appeal to a broader audience base, negatively impacting the people who worked with Schneider and the generations of viewers who grew up with his shows.
Schneider's behaviour, and the way he has treated other colleagues and actors, is unacceptable. It is disturbing that Schneider has gained so much influence and power in the industry and has used it to exploit and harm others.
Si bien Schneider ha negado rotundamente todas las acusaciones, es difícil pasar por alto el hecho de que muchas de sus propias creaciones involucraron estereotipos, escenas y diálogos que parecían estar diseñados para atraer a una base de audiencia más amplia, lo que supuso un impacto negativo para las personas que trabajaron con Schneider y para las generaciones de espectadores que crecieron con sus programas.
El comportamiento de Schneider, y la manera en que ha tratado a otros colegas y actores, es inaceptable. Es perturbador que Schneider haya obtenido tanta influencia y poder en la industria y que lo haya utilizado para explotar y dañar a otros.
The word for abuse is the same as it has always been, and in Schneider's case, he resembles more than ever a true predator who took advantage of the most vulnerable people. There should be no room within the industry for abusive behaviour such as Schneider has been accused of, and we hope that his legacy will teach us how important it is to take allegations of abuse and harassment seriously.
Children, teenagers, young and vulnerable actors, who put their trust in an adult and successful image-maker, and who end up suffering and being traumatised. It is deeply tragic and depressing. Like Morgan Freeman in "Seven", I can safely say that the Dan Schneider case had no light in its shadow. What it does make clear is the importance of raising awareness of potential abusers, and of the need to protect the most vulnerable workers in the entertainment industry.
La palabra que define el abuso es la misma de siempre, y en el caso de Schneider, se asemeja más que nunca a un auténtico depredador que se aprovechó de las personas más vulnerables. No debería haber espacio dentro de la industria para comportamientos abusivos como los que se le han acusado a Schneider, y esperamos que su legado nos enseñe lo importante que es tomar en serio las denuncias de acoso y abuso.
Niños, adolescentes, actores jóvenes y vulnerables, que ponen su confianza en un adulto y creador de imagen exitosa, y que acaban sufriendo y siendo traumatizados. Es sumamente trágico y deprimente. Tal y como Morgan Freeman en "Seven", puedo decir con seguridad que el caso Dan Schneider no tenía luz en su sombra. Lo que sí deja claro es la importancia de aumentar la conciencia de los posibles abusadores, y de la necesidad de proteger a los trabajadores más vulnerables de la industria del entretenimiento.
It must be said that Schneider's abusive behaviour is disturbing and damaging. The fact that many of his programmes were popular and acclaimed does not change the story behind the scenes. He was a man of great power and control, and he knew how to manipulate young actors to get what he wanted. Not to mention the foot-shaped logo that I kept official Nickelodeon while this guy was the creative head of their content....
In addition to Jennette McCurdy and Amanda Bynes, many other actors and actresses have shared their stories about working on Schneider's shows. Including, but not limited to, fellow "iCarly" stars Miranda Cosgrove and Nathan Kress. Still, this isn't about popularity or numbers, it's about protecting the young and vulnerable.
Debe decirse que la conducta abusiva de Schneider es perturbadora y dañina. El hecho de que muchos de sus programas hayan sido populares y aclamados no cambia la historia detrás de las cámaras. Él fue un hombre con mucho poder y control, y sabía cómo manipular a los jóvenes actores para obtener lo que quería. Y ni hablar del logo con forma de pie que mantuve oficial Nickelodeon mientras este sujeto era el responsable creativo de sus contenidos...
Además de Jennette McCurdy y Amanda Bynes, muchos otros actores y actrices han compartido sus historias sobre trabajar en programas de Schneider. Incluyendo, pero no limitado a, las otras estrellas de "iCarly" Miranda Cosgrove y Nathan Kress. Aun así, esto no es una cuestión de popularidad o números, es sobre proteger a los jóvenes y vulnerables.
To this day, Nickelodeon has not spoken publicly about the allegations against Schneider, and many of the employees who worked with him have chosen to remain silent. The question is, why? It is disturbing that someone like Dan Schneider is allowed to have so much power and control for so long. One has to wonder if he leaves shadows in the entertainment industry, in terms of the acceptance of similar abusive behaviour in other areas.
Hasta el día de hoy, Nickelodeon no ha hablado públicamente sobre las acusaciones contra Schneider, y muchos de los empleados que trabajaron con él han optado por permanecer en silencio. La pregunta es, ¿por qué? Es inquietante que se permita que alguien como Dan Schneider tenga tanto poder y control durante tanto tiempo. Hay que preguntarse si deja sombras en la industria del entretenimiento, en cuanto a la aceptación de conductas abusivas similares en otros ámbitos.
