¡Feliz domingo queridos hivers! 💜
Siempre había querido escribir sobre este tema el cual he evidenciado desde mucho antes de convertirme en mamá. Todos los ejemplos los he encontrado a través de varias generaciones de mi familia y hasta de muchos otros que no lo son.
Muy poca gente es capaz de valorar verdaderamente el esfuerzo que hace una madre por levantar y mantener un hogar mientras la pareja trabaja para conseguir el sustento económico, pero les soy sincera preferiría tener que salir a trabajar que encargarme de los oficios de la casa.
Aquí en Colombia suelen decir muchas mamás y amas de casa que el trabajo del hogar es muy desagradecido, hay que trabajar muy fuerte y el efecto se mantiene por poco tiempo, no hay nada más cierto que eso. Puedo demorarme horas organizando, lavando, barriendo, pasando coleto, cocinado, cambiando sábanas y cobijas, extendiendo ropa, lavando unas cuantas prendas más a mano…, todo esto al mismo tiempo ¡me canse de solo escribirlo!.
Foto de Clker-free-vector-images en Pixabay
Agreguemosle a eso las diligencias por fuera de la casa o alguna emergencia imprevista y lo más importante el cuidado de los hijos, en mi caso mi pequeña aun no hace muchas cosas por si sola así que toca bañarla, darle de comer, cuidar de que no invente cosas o haga algo peligroso… todo esto más lo anterior, sin tiempo a veces ni para sentarme a descansar. Es una tarea supremamente ardua y sí tengo que hacerlo a diario al igual que muchas de ustedes, no me gusta quejarme de ello pero a veces se llena el vaso, lo más triste es que no es una labor que sea valorada.
Y no me refiero a un valor económico, sino a esa forma en la que se demuestra que hay algo de gratitud y buena actitud frente a todo eso que no es nada fácil de sobrellevar. Comentarios como: "A mi me toca trabajar, es más difícil que lo que tu haces" (ya quisiera que lo intentaran, ¿cambiamos de roles?); "Estas como una reina en la casa, puedes dormir todo el dia" (mi día comienza muy temprano y difícilmente dejaría a mi hija sola en casa para tomar una siesta); "¿Por qué no hiciste tan o cual cosa?" (lo siento, es que tuve que hacer otras mil cosas y se me pasó por completo -ironía-).
Esta bien que se nos olvide comprar alguna cosa para elaborar la cena o que queramos levantarnos un domingo una hora más tarde de lo habitual, que tengamos ganas de quedarnos en casa mientras los niños van a estudiar y podamos sacar algo de tiempo para ver un capitulo de esa serie favorita que sólo podemos ver una vez a la semana y a medias.
Foto de Mohamed_hassan en Pixabay
Comenzando por la experiencia de mi abuela materna, quien dedico su vida a cuidar de sus hijos, a hacer oficios y a trabajar en casa ajena para salir adelante, no recuerdo nunca que hiciera algo que le gustará ni mucho menos, según cuenta mi mamá su matrimonio estuvo repleto de episodios de maltrato verbal y físico, sin ningún tipo de ayuda con los hijos, con la presencia firme del menosprecio, sin otorgar ningún valor a su esfuerzo. Y terminando con cualquier cantidad de anécdotas similares en la familia.
La vida siendo mamá primeriza es exigente, hay que ser muy valiente en este proceso, más aún si muchas veces toca valerse por si misma para sacar adelante lo que sea necesario por avanzar y crecer. Casi siempre las personas a nuestro alrededor se sentirán con el derecho de criticar, juzgar y hasta menospreciar nuestra proceso con la maternidad, lo que me ha hecho concluir por estos días que ser mamá y ama de casa es algo que genera orgullo solo de quien lo vive.
Lo más intenso de todo esto es escuchar que por estar en casa al cuidado de nuestros hijos "no hacemos ningún sacrificio". Si supieran que el sacrificio comienza desde el momento en que comienzan los malestares, nos cambia el cuerpo, el humor, las hormonas hacen de las suyas, nos cambia la vida; y hay momentos en los que pienso que nada volverá a ser como antes. Dejamos de ser por sacar adelante a nuestros hijos, y ¿que otra cosa más grande que eso puede ser causa de orgullo para una madre?.
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Nada más grande que el valor del trabajo de una madre, es inconmensurable, nada de compara. Si le agregamos toda esa resistencia, resiliencia y entrega para mantener a flote un hogar sin quejarse ni siquiera un segundo más que un pequeño desahogo en la comodidad de nuestro lecho a la hora de dormir. Al día siguiente todo se renueva, es normal levantarse muy temprano y acostarse muy tarde.
Así pasa la vida, mientras el ciclo se completa y podemos hacer lo mejor en el proceso de crianza, al mismo tiempo que intentamos realizar nuestras metas sin desfallecer en el intento. Es bueno sentir algo de gratitud, es una caricia en medio de tantas cosas. Mientras tanto intento vivir bajo la intensidad de los matices que nos da la vida y confiando en que lo que hago es por convicción, porque una vez que somos madres todo lo demás pasa a un segundo plano y aunque cansadas hacemos lo necesario por ver a nuestros hijos crecer sanos y felices.
¡Muchas gracias por leerme!, por su apoyo y atención 💜
English
Happy Sunday dear hivers! 💜
I had always wanted to write about this topic which I have evidenced since long before I became a mom. I have found all the examples through several generations of my family and even many others who are not.
Very few people are able to truly value the effort that a mother makes to raise and maintain a home while the couple works to get the economic support, but I am sincere I would rather have to go out to work than to take care of the housework.
Here in Colombia many moms and housewives say that housework is very ungrateful, you have to work very hard and the effect is maintained for a short time, there is nothing more true than that. I can spend hours organizing, washing, sweeping, washing, sweeping, washing up, cooking, changing sheets and blankets, spreading clothes, washing a few more clothes by hand ..., all this at the same time, I get tired of just writing it down!
Photo by Clker-free-vector-images at Pixabay
Add to that the errands outside the house or any unforeseen emergency and most importantly the care of the children, in my case my little girl still does not do many things by herself so I have to bathe her, feed her, make sure she does not invent things or do something dangerous... all this plus the above, sometimes without time to sit down and rest. It is an extremely arduous task and I do have to do it daily like many of you, I do not like to complain about it but sometimes the glass is full, the saddest thing is that it is not a work that is valued.
And I am not referring to an economic value, but to that way of showing that there is some gratitude and a good attitude in the face of all that which is not easy to cope with. Comments like: "I have to work, it's harder than what you do" (I wish they would try, shall we change roles?); "You are like a queen at home, you can sleep all day" (my day starts very early and I would hardly leave my daughter alone at home to take a nap); "Why didn't you do such and such" (sorry, I had to do a thousand other things and I completely forgot -irony-).
It's okay that we forget to buy something to make dinner or that we want to get up an hour later than usual on a Sunday, that we feel like staying home while the kids go to school and we can make some time to watch an episode of that favorite series that we can only watch once a week and only half of it.
Photo by Mohamed_hassan at Pixabay
Starting with the experience of my maternal grandmother, who dedicated her life to take care of her children, to make trades and to work in other people's homes to get ahead, I don't remember her ever doing anything she liked or much less, according to my mother her marriage was full of episodes of verbal and physical abuse, without any help with the children, with the firm presence of contempt, without giving any value to her effort. And ending with any number of similar anecdotes in the family.
Life as a new mother is demanding, you have to be very brave in this process, even more so if you often have to fend for yourself to do whatever is necessary to move forward and grow. Almost always the people around us will feel the right to criticize, judge and even belittle our process with motherhood, which has made me conclude these days that being a mom and homemaker is something that generates pride only for those who live it.
The most intense part of all this is to hear that by being at home taking care of our children "we do not make any sacrifice". If they only knew that the sacrifice begins from the moment the discomfort starts, our bodies change, our moods change, our hormones do their thing, our lives change; and there are moments when I think that nothing will ever be the same as before. We give up being to take care of our children, and what could be a greater source of pride for a mother than that?
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Nothing greater than the value of a mother's work is immeasurable, nothing compares. If we add all that resistance, resilience and dedication to keep a home afloat without complaining even for a second more than a small relief in the comfort of our bed at bedtime. The next day everything is renewed, it is normal to get up very early and go to bed very late.
This is how life goes by, as the cycle is completed and we can do our best in the process of parenting, while trying to achieve our goals without giving up in the attempt. It is good to feel some gratitude, it is a caress in the midst of so many things. In the meantime I try to live under the intensity of the nuances that life gives us and trusting that what I do is by conviction, because once we are mothers everything else takes a back seat and although tired we do what is necessary to see our children grow up healthy and happy.
Thank you very much for reading me!!!, for your support and attention 💜
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