Carlos Luis tiene 10 años, está en 4to grado. La profe de Inglés está en una dinámica sobre el uso de los pronombres personales y va pasando entre la fila de los alumnos y coloca su mano sobre la cabeza de cada uno, A medida que ella realiza la acción los niños deben decir si es “He” o “She”. Cuando llega al puesto de Carlos y coloca su mano sobre su cabeza, los niños en coro gritan: ¡“she”! Carlos se levanta y sale corriendo del salón. Como maestra de Carlos salgo detrás de él y lo encuentro sentado llorando desconsoladamente.
Les estoy contando algo que ocurrió, por lo menos, hace cuarenta años y a lo largo de mi experiencia docente no fue esta la única vivencia que tuve relacionada con el género de mis alumnos. Un tema delicado para abordarlo y que por lo general se convierte en tabú ya que la mayoría no queremos afrontar la situación, creemos que es algo circunstancial y como si fuese una gripe pensamos que “ya se le pasará”.
El fin de semana vi la película “Un niño como Jake” que aborda el tema desde la pareja y el entorno social del niño, específicamente la escuela. Jake, es un niño trans de 4 años, cada día su actitud y conducta se define más hacia lo femenino, en otras palabras, el se siente niña y como tal quiere comportarse y vestirse. Los padres no hayan que hacer: mamá se resiste a aceptar y papá comprende mejor el asunto pero no encuentra manera de abordarlo con mamá ya que la resistencia de ella es total, la misma resistencia que encuentran la maestra y la amiga.
Mientras tanto, Jake, en medio de sus cuatro añitos, le cuesta comprender su rol social, se pelea con los compañeritos y poco a poco va teniendo conductas más agresivas en el ambiente familiar.
Independientemente de los prejuicios que tengamos, existe una realidad que está allí y que la mayoría no sabemos cómo abordarla, tenemos una niña o un niño que sufre porque no encaja en los roles y estereotipos que la sociedad ha considerado que le corresponde. Como padres nos podemos encontrar perdidos, no es lo que esperábamos y no tenemos las herramientas para manejar la situación, al igual que los maestros, nadie nos prepara para ello.
Hoy en día contamos con mayor información y si se quiere se puede afirmar que hay una mayor apertura para la inclusión, porque uno de los grandes problemas que tiene que afrontar los niños y niñas trans es la aceptación, en el caso de mi alumno, por ejemplo, sentía terror que yo buscase de hablar con sus padres porque su papá lo golpeaba constantemente por “homosexual”, el bullying de los compañeros es constante y agresivo convirtiéndose en víctimas fáciles para distintos tipos de abusos. Tal vez, si nos pusiésemos a pensar en toda la vivencias de estos niños pudiésemos acercarnos a la tolerancia, el respeto y la empatía.
Otro aspecto que genera gran duda a los padres es la edad del niño o la niña ¿Puede un niño de cuatro años saber qué es lo que quieres y lo que es como persona, como ser? Es una decisión extremadamente difícil aceptar y actuar en consecuencia.
Lo que nos lleva también a la situación legal del niño o la niña. Hay países que ya contemplan el cambio de género en los documentos de identificación: acta de nacimiento y carnet de identificación. En varios países Latinoamericanos los derechos de identidad de género están consagrados en las respectivas constituciones y es un derecho que se extiende a niños, niñas y adolescentes VER. Venezuela es unos de los pocos que no ha legislado en esta materia.
Sin embargo, como bien sabemos el asunto va mucho más allá de los instrumentos legales. Transformar el pensamiento y con ello las prácticas culturales fundamentadas en un patriarcado ancestral y reflejado en un machismo obcecado se constituye en un largo y doloroso camino por recorrer, mientras esto sucede es oportuno preguntarse:
¿Si mi hijo o hija entran dentro del grupo Trans, considerado grupo minoritario, estoy dispuesta o dispuesto a ayudarlo, aceptarlo, apoyarlo?
¿Tengo la disposición mental para buscar y aceptar ayuda que me oriente a llevar la situación?
¿Sería para mi hijo o hija, parte del problema con los tiene que aprender a lidiar o seré parte de la solución?
¿Desde cuándo no reviso de mis principios y valores a luz de las transformaciones que se viven en el momento actual?
¿Educo a mis hijos en valores como: igualdad, equidad, tolerancia, respeto, empatía y soy en la práctica ejemplo de ellos?
La situación no es una cuestión de elección, está allí, es una realidad, lo que sí es una elección es el cómo nosotros nos posicionamos ante ella.
In English
Carlos Luis is 10 years old, he is in 4th grade. The English teacher is in a dynamic on the use of personal pronouns and she goes through the line of students and places her hand on the head of each one. As she performs the action, the children must say if it is "He" or "She". When she arrives at Carlos' place and places her hand on his head, the children in chorus shout: "she"! Carlos gets up and runs out of the room. As Carlos' teacher, I go out after him and find him sitting there crying inconsolably.
I am telling you about something that happened at least forty years ago and throughout my teaching experience this was not the only experience I had related to the gender of my students. It is a delicate subject to deal with and it usually becomes taboo because most of us do not want to face the situation, we think it is something circumstantial and as if it were a flu we think that "it will pass".
Over the weekend I saw the movie "A Kid Like Jake" which addresses the issue from the couple and the child's social environment, specifically the school. Jake, a trans boy of 4 years old, every day his attitude and behavior is defined more towards the feminine, in other words, he feels like a girl and as such wants to behave and dress. The parents don't know what to do: mom is reluctant to accept and dad understands the issue better but can't find a way to address it with mom since her resistance is total, the same resistance found by the teacher and the friend.
Meanwhile, Jake, in the middle of his four years, is having trouble understanding his social role, he fights with his classmates and little by little he starts to behave more aggressively in the family environment.
Regardless of the prejudices we have, there is a reality that is there and most of us do not know how to deal with it, we have a child who suffers because he or she does not fit into the roles and stereotypes that society has considered to correspond to him or her. As parents we can find ourselves lost, it is not what we expected and we do not have the tools to handle the situation, just like teachers, no one prepares us for it.
Today we have more information and if you want we can say that there is a greater openness for inclusion, because one of the big problems that trans children have to face is acceptance, in the case of my student, for example, he was terrified that I was looking to talk to his parents because his father was constantly beating him for being "homosexual", the bullying of his classmates is constant and aggressive, making them easy victims for different types of abuse. Perhaps, if we were to think about all the experiences of these children we could get closer to tolerance, respect and empathy.
Another aspect that generates great doubt among parents is the age of the child. Can a four-year-old child know what you want and what he or she is as a person, as a being? It is an extremely difficult decision to accept and act accordingly.
Which brings us also to the child's legal status. There are countries that already contemplate the change of gender in the identification documents: birth certificate and identification card. In several Latin American countries, gender identity rights are enshrined in the respective constitutions and it is a right that extends to children and adolescents SEE. Venezuela is one of the few that has not legislated on this matter.
However, as we well know, the issue goes far beyond legal instruments. Transforming the thinking and with it the cultural practices based on an ancestral patriarchy and reflected in a stubborn machismo is a long and painful road to travel, while this happens it is appropriate to ask ourselves:
If my son or daughter falls within the Trans group, considered a minority group, am I willing to help him or her, accept him or her, support him or her?
Do I have the mental disposition to seek and accept help to guide me in dealing with the situation?
Will my son or daughter be part of the problem he or she has to learn to deal with or will I be part of the solution?
Since when have I not reviewed my principles and values in light of the transformations that are taking place at the present time?
Do I educate my children in values such as: equality, equity, tolerance, respect, empathy and am I in practice an example of them?
The situation is not a matter of choice, it is there, it is a reality, what is a choice is how we position ourselves before it.
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