Hola amigos ¿Como están? Les envío muchos abrazos, saben que hace ya un mes aproximadamente mi hijo estuvo de vuelta a clases a su escuela grande, ya después de más de un año y medio sin asistir a un aula con maestros y compañeros, lo cierto es que él estuvo bien contento al enterarse que asistiría de forma presencial ya que anhelaba usar su camiseta de color blanco, pero no estuvo tan genial este regreso, un tanto lleno de nervios por el coronavirus, ya que usar tapabocas y gel antibacterial bajo la responsabilidad de un niño de siete años, esta algo complicado pero realmente como madre siento cierto susto por ello, pero más más de sentir este tipo de preocupaciones como madre, este regreso a clases no estuvo tan como se esperaba. Ya les cuento la experiencia de mi hijo.

Resulta que el día comenzó bein temprano con el animo a mil, entre emotivas carreras para organizar el bolso, desayuno y detalles para que todo estuviera bien, casi dos años sin pisar un aula escolar es algo bastante motivador, asi fue como nos fuimos al colegio con nuestros propios medios ya que no hay el habitual medio de transporte que prestaba servicio gratuito por parte de la empresa, ya ahí una debilidad para llegar, pero igual no fue impedimento para llegar al sitio. Mi hijo muy feliz al ver a su nueva maestra y amigos, por cierto que aproveche de hacerle una foto en la entrada del aula y el área del jardín que esta muy lindo y conservado.

Momento 1 de pánico

Cuando me disponía a dejar a mi hijo en su aula de clases, me dijo al oído que el tapabocas le molestaba y que se lo quería quitar porque no podía respirar bien. ¡No puede ser! Fue mi primer pensamiento, le dije que no podía porque debía cuidarse, sin embargo se lo quite un momento, aplique alcohol mientras respiraba un poco, así que nuevamente se lo coloque y explique una vez más que debía dejárselo puesto durante su estadía en el aula, que si sentía alguna falta de aire fuera al jardín y quitara un rato y viera a colocar, pero créanme que me fui muy preocupada, tanto que no espere la hora de ir a buscar y me fui antes por él.

Momento 2 de nervios.

Cuando llegué al aula por mi hijo, casualmente le tocaba leer lo que había escrito en su cuaderno, cuando lo llamaron a leer resulta que le ha dado una crisis de nervios, no sabia qué decir ni cómo leer yo siendo sincera me quede muy sorprendida de cómo se había bloqueado ante su maestra, al memento sentí cierta frustración porque sé que desde muy pequeño lee muy bien y ahora de grande lee casi que perfecto. Así que no es mas que las consecuencias del largo tiempo sin relacionarse con maestros y alumnos.

La profesora le brindo la oportunidad de que explicara la clase con sus propias palabras y de paso ella grabando en su celular y pues fácilmente se pudo expresar y entró entró en algo de confianza con su maestra y demostró un poco de sus capacidades. Al terminar nos fuimos caminando a casa mientras conversaba con él del porqué no había hecho lo debido al momento de leer. Créanme que luego me dio fue mucha risa porque inexplicablemente los nervios le jugaron una mala jugada.

Pero este sin duda ha sido el resultado de la ausencia, de lo que era cotidiano se convirtió en algo nuevo, regresar a clases nuevamente se convierte en volver a adaptarse, volver a tener confianza en si mismo y demostrar los conocimientos a pesar de que en casa sabe desenvolverse perfectamente en la lectura y actividades. No es culpa del niño, es una simple respuesta a los estragos que sigue dejando la llegada de la pandemia.

Desde ese día por algunas razones no hemos vuelto al aula, pero de seguro en un próximo encuentro le irá mejor, ya que he hablado mucho con el, y se siente más seguro, ojo " No es que no tenga el conocimiento" es que la escuela y la maestra ahora son extraños para él. También hemos practicado mantener medidas de bioseguridad con más exigencia para que aprenda a cuidarse muy bien, ya que el virus aún anda haciendo de las suyas y en esta zona siguen los decesos como consecuencia, de hecho las clases presenciales en ciertas instituciones han sido suspendidas por la presencia de casos en profesores y maestros.

De seguro también han pasado por algo similar, solo resta ir adaptándose poco a poco y motivar a los niños a que sientan la misma confianza que antes, apenas este es el comienzo de una vida escolar, continuando con las clases online; mitad presencial y mitad desde un dispositivo celular.

Fin del post.
fotos de mi propiedad.