Mamá abría la nevera una y otra vez y simplemente no encontraba lo que buscaba en ella. Por momentos olvidaba lo planificado y se sentaba con una vacía taza de café. Buscaba el negro liquido pero ya se lo había tomado todo humeante.
Su nevera estaba como nunca antes vacía, solo llena de la leve luz y las jarras de agua. Pronto llegarían los niños de la escuela que estaba a unos cuantos kilómetros de la granja. Y vendrían como siempre con mucho apetito.
Los pequeños Harry, Larry y su hermana Eli adoraban los animales de la granja, cuando entendieron que debían ser sacrificados para alimentar a los humanos. Automáticamente reaccionaron a no comer nada que fuera de origen animal.
A duras penas logro su madre que comieran huevos que era el alimento favorito de los tres. Pero los niños tampoco eran buenas bocas para comer vegetales, algo normal a esas edades de la infancia.
Pronto la madre noto que bajaron de peso. Intento que el pediatra conversara con ellos de la importancia de la completa alimentación para crecer. Casi los amenazo que se quedarían enanos, eso no hizo mella en los niños.
La madre estaba desesperada ya no encontraba como alimentar a sus niños para hacerlos crecer. En su mente creía que la falta de proteína en los niños había afectado sus estudios, ya no sacaban notas altas.
La madre seguía abriendo la nevera a cada rato. En eso detallo en el baúl de la abuela en la esquina del comedor. Lo abrió y hurgo entre los recuerdos fotográficos y cartas. Se le aguaron los ojos y no sabia si era por el polvo acumulado.
Detallo en una receta vieja de la abuela el pollo en salsa negra. Pero venia acompañado entre lineas por una historia perdida en el tiempo.
Ella la abuela, también se enfrento a una hija que no quería que murieran los pollos, ni los animales en la granja. Y mientras preparaba su sabroso pollo con azúcar o en salsa negra como lo conoceríamos en su receta, se fueron mezclando los aromas de la preparación con las letras de su historia.
Hace mucho tiempo estaban a punto de perder la granja, el abuelo había invitado al banquero a visitarlos y que les diera más tiempo o que alargara el pago del crédito. Había una cosecha con que pagar pero todavía no estaba lista.
La abuela fue al granero y se arrodillo a orar frente a las gallinas, una de ellas se acerco aceptando el sacrificio por la familia. Cuando la abuela fue a prepararla se encontró que no tenia casi ingredientes en la nevera, solo azúcar y el pollo.
Mientras derretía el azúcar comenzó una llovizna y fue a recoger la ropa. El azúcar se volvió negra y lleno de un dulce humo toda la granja.
Y la abuela siguió preparando la receta con aquella salsa negra que resulto todo un éxito con el banquero que terminó dándoles más tiempo a cambio de la receta del pollo en salsa negra.
Cuando llegaron los niños Harry, Larry y la pequeña Eli ya la comida estaba preparada y una buena historia les esperaba ese día. Tal vez con ella la madre lograría convencerlos de que volvieran a comer el famoso pollo en salsa negra que salvo la granja.
ENGLISH
Mom would open the fridge over and over again and just couldn't find what she was looking for in it. At times he forgot what was planned and sat with an empty cup of coffee. He was looking for the black liquid but he had already drunk it all steaming.
His fridge was empty like never before, just filled with the dim light and the jugs of water. Soon the children would be arriving from the school that was a few kilometers from the farm. And they would come as always with a great appetite.
Little Harry, Larry and their sister Eli loved farm animals, when they understood that they had to be slaughtered to feed humans. They automatically reacted to not eating anything that was of animal origin.
With great difficulty his mother managed to get them to eat eggs, which was the favorite food of the three. But the children were not good mouths to eat vegetables either, something normal at those ages of childhood.
Soon the mother noticed that they lost weight. I try to get the pediatrician to talk to them about the importance of complete nutrition in order to grow. I almost threatened them that they would stay dwarfs, that did not make a dent in the children.
The mother was desperate and could not find how to feed her children to make them grow. In his mind he believed that the lack of protein in the children had affected their studies, they no longer got high grades.
The mother kept opening the fridge every so often. In that detail in the trunk of the grandmother in the corner of the dining room. He opened it and rummaged through the photographic memorabilia and letters. His eyes watered and he didn't know if it was from the accumulated dust.
I detail in an old recipe of the grandmother the chicken in black sauce. But it was accompanied between the lines by a story lost in time.
She, the grandmother, also faced a daughter who did not want the chickens to die, nor the animals on the farm. And while he prepared his tasty chicken with sugar or in black sauce as we would know it in his recipe, the aromas of the preparation mixed with the letters of his story.
A long time ago they were about to lose the farm, the grandfather had invited the banker to visit them and to give them more time or to lengthen the payment of the credit. There was a harvest to pay for but it was not yet ready.
The grandmother went to the barn and knelt down to pray in front of the chickens, one of them came up accepting the sacrifice for the family. When Grandma went to prepare it, she found that she had almost no ingredients in the fridge, just sugar and chicken.
While he was melting the sugar, a drizzle began and he went to collect the clothes. The sugar turned black and filled the farm with sweet smoke.
And the grandmother continued preparing the recipe with that black sauce that was a complete success with the banker who ended up giving them more time in exchange for the recipe for chicken in black sauce.
When the children Harry, Larry and little Eli arrived, the food was already prepared and a good story awaited them that day. Perhaps with her the mother would manage to convince them to return to eat the famous chicken in black sauce that the farm saved.
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