..."Desde la colina Poe narraba y con el hilo de su voz movía al pueblo, a su antojo. Uno a uno caía al suelo, muerto, en una crueldad que amenazaba acabar con el mundo."
La vida y la muerte son nociones advenedizas en la pluma de un escritor, se vive y se muere en el borde de una palabra cual cornisa de peligros imaginados, en giros a veces no intuidos. Dicen que la línea que separa el genio de la demencia es muy fina y un segundo basta para que se desdibuje y estos se confundan; No es diferente en la mente de Poe, el ovillo que se ha hecho de su genio y su locura sigue hiriendo almas con sus dardos de tinta.
Cada uno que yace, haciendo un lúgubre tapiz arropando la colina, no ha muerto. Ha ido a habitar las páginas de "Narraciones extraordinarias" y han asumido un gentilicio literario en las historias de Poe; así cada cual se viste de un personaje contado o por contar, quién sabe, tal vez solo Poe hecho demonio. Aún así la creación es sabia, de su desequilibrio saca el arma que la redima; y, aunque no lo crean, los demonios también lidian con sus propios demonios, entes detractores que le susurran al susurro.
En el caso de Poe, el demonio que le atormenta se atavía de pálida y delgada figura femenina, cabello largo anochecido que se mueve sinuosamente al ritmo de su andar. Mujer de muchos nombres, más que personaje, motivo de toda la lírica que entre inciensos bebe Poe a manera de conjuro. Invocación que se levanta de cenizas delatoras, brasas de su corazón.
Esa noche, la última de su genio o demencia, los serafines truncaron sus alas y fueron a posarse en la cima de la colina, era el presagio esperado por el atormentado poeta, fue alcanzado por la flama de su amada detractora. Un beso. Solo un beso bastó para acabar aquel sortilegio. Un beso de Leonora.
EL FIN.
ENGLISH
"...From the hill Poe narrated and with the thread of his voice he moved the people, at his whim. One by one he fell to the ground, dead, in a cruelty that threatened to end the world."
Life and death are adeventitious notions in the pen of a writer, one lives and dies on the edge of a word as a ledge of imagined dangers, in turns sometimes not intuited. They say that the line that separates genius from insanity is very thin and a second is enough to blur it and confuse the two; it is no different in Poe's mind, the ball that has been made of his genius and his madness continues to wound souls with its inky darts.
Each one that lies, making a mournful tapestry tucking the hill, has not died. They have gone to inhabit the pages of "Extraordinary Narratives" and have assumed a literary gentility in Poe's stories; thus each one dresses as a character told or to be told, who knows, perhaps only Poe made demon. Even so, creation is wise, from its imbalance it draws the weapon that redeems it; and, believe it or not, demons also deal with their own demons, detracting entities that whisper to the whisper.
In Poe's case, the demon that torments him is dressed as a pale, slender female figure, with long, dark hair that moves sinuously to the rhythm of his gait. A woman of many names, more than a character, motif of all the lyrics that Poe drinks among incense as an incantation. Invocation that rises from telltale ashes, embers of his heart.
That night, the last of his genius or dementia, the seraphs truncated their wings and went to perch on the top of the hill, it was the omen expected by the tormented poet, he was hit by the flame of his beloved detractor. A kiss. Only one kiss was enough to end that spell. A kiss from Leonore.
Saludos amigos de Hive, atiendo al llamado de @hispaliterario para este Reto agradezco la invitación.
Texto original de @joalheal/ imágen de portada Imagen de Alana Jordan en Pixabay/ Endcard diseño en Canvas.
Original text by @joalheal// Endcard design on Canvas.
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