Hola amigos, espero se esten bien, por acá me encuentro nuevamente escribiendo para ustedes, dándole un caluroso saludo a esta hermosa comunidad como lo es #hiveargentina, el tema que hoy les traigo seguro les va a llegar al corazón.
Cuando hablamos de la vida, rápidamente asociamos a una persona, pero cuando hablamos del tren de la vida, allí podemos observar todos las estaciones por la que esta persona ha pasado y como ha evolucionado en cada una de estas etapas, a muchos nos cuesta un poco poder cumplir a cabalidad cuando llegamos a una estación en particular.
Desde que dejamos el vientre de nuestra madre, allí comienza este hermoso viaje llamado vida y es así como llegamos a nuestra primera estación, la etapa de la lactancia, aprender a abrir los ojos, a llorar, a tomar la teta de mamá para alimentarnos, luego aprendemos a decir papá, si y es curioso porque duramos 9 meses en el vientre de mama y la primera palabra que dice el bebe es papá, allí mamá se molesta, pero ya después se le pasa.
Luego el niño se baja de esa estación y conforme pasan los años se va tomando cada una de las estaciones y así va adquiriendo nuevos conocimientos, en cada una de ellas, que a posteriores le pueden servir para defenderse en la vida, esta locomotora va viajando a través del tiempo, de forma sigilosa, recorriendo cada estación, haciendo sus paradas correspondientes, recogiendo pasajeros y llevándolos de un lado a otros, sin para, sucumbida en el túnel del tiempo, que nunca para, siempre va hacia adelante, jamás retrocede, pero hay, esta locomotora en muchas veces va tan pesada que así como recibe pasajeros en cada una de las estaciones, también está en la obligación de dejar pasajeros en el camino, pues allí son momentos tristes y lamentables que hay que saber afrontar, nunca estamos preparados para eso, pero conforme pasa el tiempo, vamos aprendiendo a lidiar con eso y sobre todo a vivir con eso, pues son despedidas que nunca se olvidan, ya que sabes que jamás vas a volver a ver a ese pasajero, al menos en el plano terrenal.
Lo que si nunca sabes es cuando vamos a llegar a nuestra última estación, les digo esto porque hoy me embarga una tristeza enorme, pues ayer recibí una noticia desagradable vía wasaps en donde me informaron que un amigo mío de nombre Juan Darío había fallecido allá en Venezuela de un infarto fulminante y quiero elevar una plegaria al cielo a su nombre y decirle descanse en paz querido amigo, pero lo curioso de esto y que me llama la atención es que era deportista, jugaba al futbol, de hecho al momento de ocurrir el deceso estaba jugando una semifinal de futbol sala, se comenzó a sentir mal, pidió que lo llevaran al médico y en el hospital se infartó.
Pero así es el tren de la vida, lleno de leyes terrenales que se deben de cumplir, pero que nunca avisa, cuando, como y donde va a ser, simplemente nos montamos en él y vamos en camino 1, 2, 3, y así llegamos a la próxima estación, sin saber si allí nos bajamos, es por ellos que los invito a disfrutar de todo ese pasaje que nos tiene preparado ese tren llamado vida, nunca dejes pasar una estación, aprovéchala al máximo sé tú mismo, ten personalidad, porque la vida te va llevando de un lado a otro, con todo los pro y contra que pueden existir en cada estación, pero haz de ese vagón de ese hermoso tren tu hogar de turno y construye tu mundo basándose en lo que te rodea siempre buscando mejorar tu espacio, tu lugar, pero eso sí, sin miedo, sin arrepentimiento.
Hoy en día me encuentro en una estación llamada Argentina, muy lejos de mi hogar, Venezuela, llegue solo, con una maleta casi vacía, llena de muchas dudas, pero con mucho optimismo y con muchas ganas de salir adelante, pasaron los meses, llore mucho, empezaron a llegar malas noticia de mi familia, una de ellas fue el fallecimiento de mi hija, sentía que se me acababa el mundo luego como pude me traje a mi esposa, a mi hijo mayor y a mi suegra, juntos afrontamos ese gran duelo que nos embargaba, pero cada quien le ponía el hombro al otro para que se desahogara y así de a poco fuimos construyendo nuestro nuevo mundo, nuestro nuevo hogar, siempre con el sentimiento en lo más profundo de nuestros corazones de los que ya no están con nosotros.
Gracias a Dios, hoy en día nos permite mirar a través de la ventana de este lindo vagón, con la locomotora a millón y con la brisa, pegándonos de forma contundente en la cara, los hermosos pasajes de la vida y siempre pensando y esperando, pero de manera positiva. ¿Qué nos depara la próxima estación?
Nuevamente, mil gracias por leer mis publicaciones, espero les haya sido de su agrado, las hago con mucho cariño para ustedes y será hasta una próxima oportunidad, bendiciones y que tengan un lindo día.
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Hello friends, I hope you are well, here I am again writing for you, giving a warm greeting to this beautiful community as it is #hiveargentina, the theme that I bring you today will surely reach your heart.
When we talk about life, we quickly associate it with a person, but when we talk about the train of life, there we can observe all the stations that this person has gone through and how he or she has evolved in each of these stages, many of us find it a little difficult to fully comply when we reach a particular station.
From the moment we leave our mother's womb, there begins this beautiful journey called life and that is how we reach our first station, the stage of breastfeeding, learning to open our eyes, to cry, to take our mother's breast to feed us, then we learn to say daddy, yes, and it is curious because we last 9 months in our mother's womb and the first word the baby says is daddy, then mum gets upset, but later she gets over it.
Then the child gets off that station and as the years go by, he takes each of the stations and thus acquires new knowledge, in each one of them, that later can be useful to defend himself in life, this locomotive travels through time, stealthily, going through each station, making its corresponding stops, picking up passengers and taking them from one side to the other, without stopping, succumbing in the tunnel of time, that never stops, always goes forward, never goes backwards, but there is, this locomotive is often so heavy that just as it receives passengers at each of the stations, it is also obliged to leave passengers on the way, because there are sad and regrettable moments that we must know how to face, we are never prepared for that, but as time goes by, we learn to deal with it and above all to live with it, because they are farewells that are never forgotten, because you know that you will never see that passenger again, at least on the earthly plane.
What you never know is when we are going to reach our last station, I tell you this because today I am overwhelmed by a huge sadness, because yesterday I received unpleasant news via wasaps where I was informed that a friend of mine named Juan Dario had died there in Venezuela of a fulminant heart attack and I want to raise a prayer to heaven on his behalf and tell him rest in peace dear friend, But the curious thing about this, and what strikes me is that he was a sportsman, he played football, in fact at the time of his death he was playing in an indoor football semi-final, he began to feel unwell, asked to be taken to the doctor and in hospital he had a heart attack.
But this is the train of life, full of earthly laws that must be fulfilled, but that never warns when, how and where it will be, we just get on it and we go on our way 1, 2, 3, and so we get to the next station, without knowing if we will get off there, that is why I invite you to enjoy all that passage that this train called life has prepared for us, never let a station pass you by, make the most of it, be yourself, have personality, because life will take you from one side to another, with all the pros and cons that may exist in each station, but make that carriage of that beautiful train your home on duty and build your world based on what surrounds you always looking to improve your space, your place, but yes, without fear, without regret.
Today I find myself in a station called Argentina, far away from my home, Venezuela, I arrived alone, with an almost empty suitcase, full of doubts, but with a lot of optimism and a lot of desire to move forward, months passed, I cried a lot, bad news began to arrive from my family, one of them was the death of my daughter, I felt like the world was coming to an end, then as best I could I brought my wife, my eldest son and my mother-in-law, together we faced this great grief that overwhelmed us, but each one of us gave the other a shoulder to cry on, and so little by little we built our new world, our new home, always with the feeling in the deepest part of our hearts of those who are no longer with us.
Thank God, today we are allowed to look out of the window of this beautiful carriage, with the locomotive at a million and with the breeze hitting us hard in the face, the beautiful passages of life and always thinking and hoping, but in a positive way. What does the next station have in store for us?
Again, thank you very much for reading my publications, I hope you have enjoyed them, I make them with much affection for you and will be until next time, blessings and have a nice day.
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