El pedernal de mi corazón

Mucho tiempo ha pasado
desde que mi ser fue cegado,
pues el dolor de la despedida
siempre fue mi compañía,
durante cada uno de mis días
en el transcurso de mi vida.

El recuerdo de su alegría
Brilla en mi mente
Como una estrella fugaz lo haría
En un cielo divergente,
ya que es una luz tenue
Que se pierde en el firmamento
De esta alma en sufrimiento,
un destello efímero
entre la razón y la emoción
que sentía hasta el corazón…
Y así, lentamente en el tiempo,
Éste se hizo una enorme roca
Seca de todo sentimiento.

Me hallaba inmerso en soledad
Sin latidos que escuchar,
Pues mi espíritu no veía más
Que una enorme oscuridad
¿Cuántos días pasaron?
Eso es algo que no sé,
Pero de repente,
Comencé a sentir golpes
Justo en el pecho,
Uno tras otro con calma,
Fueron rompiendo poco a poco,
El enorme pedernal…
Y con todos los trozos,
Una vez más,
Le diste forma a mi corazón.

Y es que llegaste de la nada,
Dándole refugio a mi alma,
Para mostrarme de nuevo,
como encender las llamas
que albergan tu amor.

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