Érase una vez una familia de pescadores que vivía en una pequeña aldea en la costa del Mar Caribe. La familia estaba compuesta por el padre, que se llamaba Santiago, la madre María Fernanda y sus dos hijos Alejandro y Mateo, quienes habían heredado la pasión por la pesca de su padre la familia se levantaba temprano para salir a pescar en su pequeña embarcación. A veces, regresaban con una gran cantidad de pescado y mariscos, mientras que en otras ocasiones, volvían con las manos vacías. Pero a pesar de los altibajos, la familia siempre se mantenía unida y trabajando duro para sobrevivir. Un día, mientras estaban en alta mar, una tormenta se acercó rápidamente. Las olas se volvieron cada vez más grandes y el viento soplaba con fuerza. La familia intentó regresar a la costa lo más rápido posible, pero la tormenta los alcanzó antes de que pudieran llegar.
La embarcación se sacudía violentamente y la familia luchaba por mantener el equilibrio. El padre intentó encender el motor, pero no funcionó. La madre y los hijos se aferraron a cualquier cosa que pudieran encontrar para no caer al agua. La tormenta duró horas, pero finalmente se calmó lo suficiente como para que la familia pudiera regresar a la costa. Sin embargo, su embarcación estaba gravemente dañada y necesitaba reparaciones urgentes, La familia decidió que lo mejor era llevar la embarcación a un taller de reparación en la ciudad más cercana. Pero no tenían suficiente dinero para pagar por las reparaciones, así que la madre decidió vender su máquina de coser para obtener el dinero necesario.
La máquina de coser había sido un regalo de su madre y había sido utilizada por generaciones para hacer ropa y reparar las redes de pesca. Pero la familia sabía que necesitaban la embarcación para sobrevivir, así que la vendieron sin dudarlo. Con el dinero obtenido, la familia pudo pagar por las reparaciones de la embarcación y volver a la pesca. Pero las cosas no volvieron a ser como antes. La madre ya no podía hacer ropa y reparar las redes de pesca, lo que significaba que tenían que pagar a alguien más para hacerlo. Además, la venta de la máquina de coser había sido un golpe emocional para la madre, quien se sentía triste por haber perdido algo tan importante para ella y su familia.
Pero a pesar de todo, la familia siguió adelante. Continuaron pescando y vendiendo sus productos en el mercado local. Y aunque las cosas eran más difíciles ahora, la familia seguía unida y trabajando duro.Un día, mientras estaban en el mercado, la madre notó que una mujer estaba vendiendo tortillas hechas a mano. La mujer le explicó que ella había aprendido a hacer tortillas de su madre y que ahora las vendía para ganarse la vida. La madre se inspiró en la historia de la mujer y decidió que ella también podía hacer algo similar. Recordó cómo su madre le había enseñado a hacer tortillas y decidió que era hora de poner en práctica sus habilidades. La madre comenzó a hacer tortillas y las vendió en el mercado junto con el pescado, los mariscos. Pronto, las tortillas se convirtieron en un éxito y la familia comenzó a ganar más dinero. La madre estaba feliz de haber encontrado una nueva forma de ganarse la vida y aportar en la familia
Once upon a time a family of fishermen lived in a small village on the coast of the Caribbean Sea. The family consisted of the father the mother Maria Fernanda and their two sons, Alejandro and Mateo, who had inherited their father's passion for fishing. Alejandro and Mateo, who had inherited their father's passion for fishing, the family would get up early to go fishing in their small boat. Sometimes, they would return with a bounty of fish and seafood, while at other times, they would come back empty-handed. But despite the ups and downs, the family always stuck together and worked hard to survive. One day, while they were at sea, a storm quickly approached. The waves grew bigger and bigger and the wind was blowing hard. The family tried to get back to shore as quickly as possible, but the storm reached them before they could get there.
The boat was tossing violently and the family struggled to keep their balance. The father tried to start the engine, but it wouldn't work. The mother and children clung to anything they could find to keep from falling into the water. The storm lasted for hours, but finally calmed down enough for the family to make it back to shore. However, their boat was badly damaged and in need of urgent repairs. The family decided it was best to take the boat to a repair shop in the nearest town. But they did not have enough money to pay for the repairs, so the mother decided to sell her sewing machine to raise the necessary money.
The sewing machine had been a gift from his mother and had been used for generations to make clothes and repair fishing nets. But the family knew they needed the boat to survive, so they sold it without hesitation. With the proceeds, the family was able to pay for repairs to the boat and return to fishing. But things were never the same again. The mother could no longer make clothes and repair the fishing nets, which meant they had to pay someone else to do it. In addition, the sale of the sewing machine had been an emotional blow to the mother, who felt sad to have lost something so important to her and her family.
But through it all, the family kept going. They continued to fish and sell their products at the local market. And even though things were more difficult now, the family was still united and working hard.One day, while they were at the market, the mother noticed a woman selling handmade tortillas. The woman explained that she had learned to make tortillas from her mother and was now selling them for a living. The mother was inspired by the woman's story and decided that she too could do something similar. She remembered how her mother had taught her to make tortillas and decided it was time to put her skills to use. The mother started making tortillas and sold them in the market along with fish, seafood. Soon, the tortillas became a hit and the family started making more money. The mother was happy to have found a new way to make a living and contribute to the family.
