| PAGANDO LAS CULPAS, SIN CULPAS | Escuela para escritores #hivewriters 30 de mayo del 2021 |

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Bien temprano en la mañana está Dulcita en el jardín regando las plantas con su esposo Jacinto, malhumorada por que no lo quiere y solo un estorbo en su vida, se la pasa regañandolo hasta por respirar.

¡JACINTO! ¿porque diablos no abres todo el chorro de la manguera? ¿No ves que casi no me sale agua?¡JACINTO! ¡MIRA! se secó la mata de limón, eso fue por que la hijita tuya se puso a recogerlos a pleno mediodía y de paso con el periodo, ahora no voy a poder hacerme el té en las noches y sabes que si no me tomo el té no voy a poder dormir... Así pasó toda la mañana llamándolo de regaños y críticas negativas.

Que desconsiderada es Dulcita, no agradece que el buen hombre que Dios le puso en su camino. Jacinto solo viene a visitarla por quince días y ella se encarga de hacer que esos días sean todo un infierno para él. Del resto el se va al campo donde tiene una finca de 22 hectareas, ahí se dedica a la siembra de frutas,verduras y hortalizas. Tambien tiene un trapiche donde hace papelón, que por cierto todos son para ella.

Él por el contrario es un señor bondadoso, a pesar de los años que tienen juntos aún sigue enamorado de ella, solo tiene un defecto, es muy celoso, un celopata diría Dulcita, ya que la cela a pesar de que ya tiene 70 años.

Al terminar de regar las plantas, Dulcita decide llevar a la playa a la hija y al nieto de Jacinto a la playa, ya que decía tenerle alto aprecio.

A pesar de su edad, a Dulcita le gusta salir de pesca todos los días, dice que eso le gusta mucho y que bañarse en el mar la rejuvenece. Al llegar a la playa, con su amado tormento Jacinto, su hija y su nieto comenzaron a bañarse y a disfrutar de las maravillas de mar, pescaron unos bagres y unas jaivas para el almuerzo.


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De repetente comenzó gritar como loca: ¡JACINTO, JACINTO! ¿Donde están las jaivas? No me digas que ya se las regalaste a tus amigos los pescadores o que las cambiaste por tabaco.

Jacinto ya no puede tolerar ni un regaño más, siente como se le van calentando rápidamente las orejas y el resto de la sangre, tira las jaivas en la arena y le grita: YA ME CANSÉ DE TUS INSULTOS, NO AGUANTO MAS ME VOY! Cuando Dulcita lo ve hacer eso explota violentamente, lo empuja y le grita: ¡NO LAS TIRES AHÍ! ¿NO VES QUE AÚN ES TAN VIVAS? ¡SE VAN A ESCAPAR!

Jacinto con cara de sorprendido por la locura de su mujer le dice: ¡ESTAS LOCA! ¡REVISATE EL COCO MUJER! ¡ME VOY PAL CAR..UPANO! Su hija y su nieto se fueron con el, dejándola sola en la playa, donde se volvió completamente loca y demente.

Dulcita fue siempre una mujer trabajadora, se levantaba temprano, desde niña fue muy hacendosa en los quehaceres del hogar. Un día conoció a un hombre muy guapo de buena familia, quien se convirtió en su primer esposo a los 19 años de edad. Como era joven e inocente, Dulcita fue víctima de muchas traiciones por parte de ese mal hombre, quien fue el causante de volver a una joven e inocente muchacha en un monstruo lleno de maldad, debido al odio y rencor que sembró en su corazón por todos esos años de traición y desengaño.

Era un hombre alto y fornido calvo, narizon, con ojos saltones y dientes de piano, se llamaba Andrés y manejaba un Volkswagen, donde paseaba a todas sus amantes, menos a ella. Era el típico hombre mujeriego que decía que iba de pesca con sus amigos todos los fines de semana y se aparecía en casa con una caja de pescado fresco que compraba en la pescadería más cercana, haciendo ver que dichos pescados, eran producto de su pesca; Dulcita muy contenta comenzaba a repartirlo a sus amigas pensando que su amado esposo era quien lo pescaba junto a sus amigos. Tuvieron dos hijas que al cumplir su mayoría de edad, se fueron huyendo a los Estados Unidos, pues no soportaban vivir con sus padres.

Dulcita decepcionada por todo ese desengaño se dispuso junto con su amiga Betty a desenmascarar a Andrés, ambas lo siguieron a una cita con su amante de turno, al encontrarlo con las manos en la masa, Dulcita le lanzó toda su ropa en las afueras del motel. Luego de ese dramatico episodio se divorciaron, desde ese entonces Dulcita se volvió amargada, no volvió a ser la misma, cerró su corazón y se prometió a si misma que no iba a permitir que ningún hombre volviera hacerle lo mismo.

Hasta que conoció a Jacinto, cinco años después de haberse divorciado y tras regresar a venezuela de un viaje a Italia, que la dejó en banca rota. Como estaba en depresión su amiga Betty la invitó a un fin de semana en el campo, alejada de la ciudad para olvidar el estrés y los problemas, así fuera por un rato.

Llegaron a un pueblito muy escondido a dos horas de la ciudad, la casa donde se hospedarian quedaba subiendo una montaña empinada, Dulcita pendiente de los mosquitos que ya comenzaban a fastidiarla se torció el tobillo, casi llegando a la casa, que era del hermano de una amiga de la infancia de Betty, ya se imaginarán quien era el hermano. Pues si, era Jacinto, quien se iba a imaginar que ese día le cambiaría la vida, pues al ver a la Dulcita con su tobillo roto, se enamoró a primera vista, comenzó a darle masajes para ayudarla a recuperarse y en una de esas terminaron haciendo el amor.

Desde ahí, siguieron juntos por tres años, hasta que un día, Don Jacinto se armó de valor y le propuso matrimonio, el cual ella aceptó por pena, pues a Dulcita solo le gustaba el sexo salvaje con él, pero no quería una relación sería, aún así se casaron.

Ella no quiso irse a vivir al campo, pues no le gustaba esa vida y prefería la ciudad, por lo que Jacinto decidió ir a visitarla cada 15 días llevándole todas sus cosechas en un saco, dando tumbos hasta llegar a la ciudad y cuando llegaba a la casa de su amada ella no hacía otra cosa que pelear.

Luego de una de sus peleas maritales, Dulcita lo sacó del cuarto para no tener que dormir junto a él, desde ese día ella decidió que Jacinto solo iba a entrar a su cuarto solo a cumplir con su deber de esposo y luego debía irse a dormir a su habitación, él no estuvo de acuerdo pero no le quedó otra opción que aceptar.

Asi pasaron cinco años, llenos de maltratos hacia ese pobre señor, hasta ese día en la playa, cuando se cansó y se marchó.


Escribí esta historia combinando la realidad con un poco drama y ficcion, cambiando el nombre de los personajes para no exponerlos al escarnio público.

Agradezco a @freewritehouse por organizar este ejercicio literario.
Espero les guste.

¡Hasta la próxima!



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