Fuente
Arrullo inverso
pero para dormir pienso en ella
en la forma que el azar
le haya dado de nueva cuenta
Puede ser rubia o morena
esbelta o regordeta
callada o pispireta
no importa mientras
se acurruque en mi pecho
y me quiera como se quiere
a lo que nos refleja
La escucho contarme
con la mirada
en silencio
o moviendo los labios
las experiencias de su día sin mi
y yo sin ella
La dejo ser mientras miro su rostro
como quien mira las estrellas
Y cuando la niña de sus ojos
se cobija con sus párpados
y sus pestañas cierran la puerta
cierro los ojos
y me vuelto eco de su latir
de sus sueños
de su existencia
Tomo su mano
y vuelvo a respirar a través de ella
emerjo una vez más
de la ausencia de su presencia
y despierto de nuevo
al recuerdo de existir.
Muchas veces para dormir, para arrullarme, me gusta inventar historias que luego se convierten en un sueño que sirve de puerta al descanso de esa noche. Por momentos tengo pequeños sueños lúcidos, o parte de mis sueños se vuelven lúcidos, y me gusta marcar el inicio de estos con la imaginación al irme a dormir.
De ahí surgió este texto, de la misma idea aplicada pero al escribir. Al final tuve que cerrar la historia y darle un sentido, mientras que al acostarme a dormir el ejercicio puede ser mucho más libre y extenso, e incluso incongruente. Sin embargo la experiencia ha sido interesante. Espero les haya agradado el resultado.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.
