Obra: El Diablo está en el corazón

¡Saludos! continúo compartiendo parte de las obras plásticas que realicé en mi carrera de artes, inspiradas las leyendas e iconos de mi pueblo. En esta obra manejo la figura de la leyenda del Diablo de Carora, la cual se basa en un hecho ocurrido a mediados del siglo XVIII, fue un escándalo que produjo asombro y se creó la leyenda de que en Carora el Diablo andaba suelto, razón por la cual lo tomo como motivo artístico.

Por otro lado, esta composición da continuidad a mi temática: la imagen literaria de mi pueblo natal “Carora”. A través de la ilustración plástica, vinculando lo literal con lo plástico, además de hacer uso de la iconografía de mi tierra.



Título: El Diablo está en el corazón
Autor: Irene Navarro
Año: 2017
Técnica: Mixta
Dimensión: 48x44x48cm

Descripción de la obra

Trata de una composición tridimensional, bajo la estructura de un plano seriado en con seis paneles unidos por uno de sus lados, para dar la forma de un Melocactus Curvispinus, mejor conocido como Buche, el cual en cada uno de los paneles está la figura del Diablo, en primer plano a modo de retrato en distintas posiciones, mientras que el resto de los paneles está simulada la textura de tierra árida de Carora, puesto que dicha propuesta está inspirada en la Leyenda del Diablo de Carora.

Aspectos técnicos

En cuanto a los aspectos técnicos, el plano seriado y su base de soporte está elaborado y ensamblado en cartón, asimismo, cada panel o cresta del Buche está texturizado con engrudo y papel, pintado con acrílicos y patinados con pintura metálica. La paleta de colores posee predominio del rojo, naranja, ocre, terracota y sepia. Igualmente, para los seis retratos del Diablo la técnica utilizada es mixta (acuarela y creyón), mientras que las texturas de la superficie del fondo de los retratos estará realizada por medio del engrudo.

Tomando en consideración las dimensiones totales del conjunto tridimensional o plano seriado, este mide 48 cm de ancho, 48 cm de profundidad y 44 cm de alto, mientras que si tomamos en consideración las dimensiones de cada retrato, cada uno mide 20x 25cm aproximadamente.

Detalles





Proceso de realización


Análisis semiótico de la obra

La imagen del diablo presente en la obra es tomada como un símbolo, es decir, que se establece por una convención social, común en diferentes culturas que hacen una representación del Diablo esteriotipada, mayormente en la cultura occidental convenida en la presencia de cuernos y asociado al color rojo, la androginia del personaje se manifiesta de forma latente con su acercamiento al pecado, la sodomía y todo lo que para la cristiandad es adoptado como abominable.

El signo visto como “símbolo” del Diablo que hago uso en la obra, es un símbolo occidental, puesto que en otras culturas diferentes el Diablo o el maligno se encuentra también presente pero su apariencia no es la misma, sin embargo, el reconocible mundialmente esta imagen, en los primeros siglos del Cristianismo, los cristianos creían que los dioses paganos rivales, como el egipcio Bes o el griego Pan, eran demonios responsables por las guerras, las enfermedades y los desastres naturales. Cientos de años más tarde, cuando el diablo llegó al arte occidental, algunas representaciones incorporaron los atributos físicos de esos dioses, como el vello facial de Bes y las patas de cabra de Pan.

Otro característica de mi obra es el numero de retratos del Diablo (6), el número de crestas que presenta el buche o megalocactus cuvispinus (6) y el numero de es espinas presentes en cada una (12 cuya mitad es 6). En todos los casos, se repite el número seis, el cual según la biblia Cristiana el 666 se asocia al Diablo, en Revelaciones o Apocalipsis 13: 17,18 dice: “nadie puede comprar o vender salvo la persona que tenga la marca, el nombre de la bestia salvaje o el numero de su nombre. Aquí es donde entra la sabiduría: el que tenga inteligencia, calcule el numero de la bestia salvaje, porque es un numero de hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis”. Al decir que “tiene número de hombre” nos refiere que es una entidad terrestre y no un demonio. El ser humano tiene defectos, errores e imperfección. Según la biblia cristiana el numero 7 está asociado a Dios, entonces el 6 es un símbolo defectuoso, imperfecto a los ojos de Dios (1 Crónicas 20:6,7).

La imagen de los cuernos de chivo, pueden ser tomadas tanto como símbolo como ícono, por tanto los cuernos de chivo, aparte de simbolizar en primer lugar el aspecto arquetípico del Diablo de Carora, representa al chivo, pero se convierte a su vez en icono de mi tierra al ser altamente conocida por su abundancia de ganado caprino, aspecto que caracteriza el hacer cultural de mis coterráneos.

También las texturas y colores utilizados en la superficie de la pieza, son proporcionales o semejantes a la tierra de Carora, la paleta de colores posee predominio del rojo, naranja, ocre, terracota y sepia, reflejando la aridez y las texturas de la tierra quebrajosa y arcillosa de Carora.

Ahora bien con respecto a la imagen del Melocactus Curvispinus (Buche), ésta puede interpretarse de dos formas, la primera en correspondencia con la semejanza que éste tiene con lo que denota, se observan características o propiedades que denotan al objeto, es decir, es de base redonda, posee crestas cubierta de espinas curvas y su estructura es radial.

Igualmente, la segunda interpretación correspondería al concepto de analogía en este caso el contenido análogo que se pretende comparar está basada en la metáfora, en este sentido, mi obra tiene como título “el Diablo está en el corazón”, y en ella materializo el Melocactus Curvispinus mejor conocido como Buche, para simbolizar la maldad, lleno de espinas, es decir, hago una comparación metafórica entre el buche y el corazón de las personas, donde el “Diablo” o la maldad actúa sobre el comportamiento humano. En esta propuesta, desde un plano seriado en forma de Buche, muestro al Diablo en uno de los lados de las seis alas o crestas del cactus, esto hace referencia a como la maldad habita dentro del corazón de todas las personas, sin importar que exista o no una personificación del mal.

Exposición

Esta obra fue expuesta en la muestra didáctica "Lo Procesual en la Composición Pictórica 2" inaugurada el 03 de noviembre de 2017 en el Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA), ubicado en la Carrera 15 entre calles 26 y 27 de la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela.


Flyer del evento



Foto de la obra en la exposición


Obras previas dedicadas a los íconos caroreños



Ver post: Pintura: La mujer del Diablo I



Ver post: Pintura: La mujer del Diablo II



Ver post: Pintura: El Diablo de Carora I


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