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Un cultivador despierta en el mundo moderno, está en un mundo extraño para él, encarnado en el cuerpo de un joven señorito de una familia distinguida, pero uno que es un desperdicio impotente y que ha sido abandonado y despreciado. Ahora busca maneras de aumentar su fuerza en este mundo sin energía de cultivo y trazar su camino de retorno para cobrar su venganza.
Capítulo 0109 - Terroríficos insectos que comen humanos
Ye Mo miró al enjambre corriendo hacia la dama vestida de amarillo. Ni siquiera pensó antes de atacar a la chica con su velocidad más rápida. Solo unos segundos antes de que aparecieran los insectos, Ye Mo cargó a la dama vestida de amarillo y corrió.
Como si descubrieran que Ye Mo salvó a la mujer vestida de amarillo, estos bichos en realidad se enfurecieron y todos se apresuraron hacia Ye Mo.Aunque los bichos ordinarios no pudieron seguir el ritmo de Ye Mo, esos miles que han comido carne humana evolucionaron. tener un ritmo extremadamente rápido. No eran ni un poco más lentos que Ye Mo; tal vez fueron incluso un poco más rápidos.
Sin embargo, lo que más sorprendió a Ye Mo fue que estos pocos miles de bichos podían en realidad medio volar y medio caminar a su máxima velocidad. Si comieran más carne humana, ¿les crecerían las alas?
Ye Mo de repente pensó en langostas. Si a estos insectos les crecieran alas y volaran por todas partes, sería una catástrofe; nadie podría detener estos errores. De repente, Ye Mo recordó los insectos que comen humanos en el desierto, ¿eran estos?
La bolsa de la chica vestida de amarillo en sus brazos se había desvanecido hacía mucho tiempo. Su cabello estaba desordenado y su rostro estaba inclinado, mostrando la mitad de su rostro inmaculado. Solo eso casi hizo que Ye Mo se perdiera. Cuando vio a esta chica con el rostro tapado hace unos días, ya estaba asombrado; pero ahora que vio la mitad de su rostro, se sintió aún más asombrado. ¡De hecho, había una mujer así en el mundo!
Sin embargo, a Ye Mo no le importaba eso ahora porque los errores se estaban acercando cada vez más. Con su ritmo actual, esos bichos lo alcanzarían tarde o temprano.
Ye Mo también se estaba preocupando cada vez más. Si unos pocos miles de insectos lo alcanzaban y se veía obligado a pelear, esos innumerables errores detrás de ellos también lo harían. Por no hablar de su actual Recolección de Chi de segundo nivel, incluso si estuviera en el tercer nivel, ¡aún sería devorado!
Si no llevaba a alguien, Ye Mo ciertamente tenía los medios para escapar; sin embargo, le fue imposible dejar a la dama vestida de amarillo. No solo tenía buenos sentimientos hacia esta chica, sino que ella también lo salvó.
Si tuviera que reducir la carga, solo podría dejar caer su bolso.
En ese momento, la dama vestida de amarillo abrió los ojos. Al darse cuenta de que estaba en los brazos de Ye Mo, luchó un poco, pero pronto descubrió las decenas de millones de insectos que los perseguían.
Levantó la cabeza y vio la cara de Ye Mo llena de sudor, así como los insectos que se estaban acercando. Por primera vez, abrió la boca y dijo: “Gracias. Bájame y sálvate a ti mismo ".
Aunque su voz era débil, el sonido cristalino que produjo casi hizo que Ye Mo pensara que estaba escuchando un himno celestial.
"Deja de decir eso. Estos bichos son tan repugnantes. Si te dejo caer, incluso si no tienes miedo a la muerte, estarías disgustado hasta la muerte ". Ye Mo sabía que era inútil amenazar de muerte a esta chica.
Sorprendentemente, la dama vestida de amarillo pareció asimilar las palabras de Ye Mo e inmediatamente dejó de hablar. Ye Mo se sintió aliviado; afortunadamente, esta chica realmente podía hablar. Esto significaba que ella no era muda.
Después de mucho tiempo, la mujer vestida de amarillo dijo: "Soy Luo Susu".
"¿Luo Susu?" Repitió Ye Mo. ¿Por qué tenía el mismo apellido que su amo? Pero inmediatamente después, Ye Mo escuchó al chik-chik detrás de él y respondió: "Soy Ye Mo".
"Ye Mo", repitió la dama vestida de amarillo. Al escuchar el sonido de los bichos que cerraban algo, no dijo nada. Repitió el nombre como para recordar a la persona que arriesgó su vida para salvarla, aunque probablemente morirían al final.
Ye Mo no podía dejar a la chica atrás. Al ver los errores que se cerraban, Ye Mo no tuvo más remedio que dejar caer su bolso.
Sacó dos botellas de píldoras, el cepillo que le dio Chi Wanqing, Purple Heart Vine y Silver Heat Grass Seeds. Luego, después de pensar por un momento, sacó otra botella vacía antes de tirar la bolsa.
Pronto, la bolsa fue mordida en el olvido por millones de insectos. Sin embargo, estos errores ni siquiera se detuvieron y continuaron persiguiendo a Ye Mo.
Sin la incómoda bolsa, la velocidad de Ye Mo aumentó mucho y, finalmente, fue casi la misma que la de los errores. Ye Mo no pudo deshacerse de ellos, pero tampoco pudieron atrapar a Ye Mo.
Solo Ye Mo sabía que con la situación actual, estaba en desventaja. Estos bichos podrían funcionar durante unos días, pero él no. Con él cargando a Luo Susu, tal vez unas horas más tarde, ya no podría manejarlo.
Sabía que no podía seguir así; mirando a Luo Susu, descubrió que se había desmayado una vez más. Sin embargo, por sus labios secos, podía decir que no había bebido agua durante mucho tiempo. Ye Mo se sintió culpable; ella le dio agua, pero tenía tanta sed.
Pero por el momento, no tenía agua para darle. Ye Mo realmente quería abrirse la muñeca y darle un poco de su sangre, pero sabía que incluso si quisiera, la situación actual le impediría hacerlo. Ya estaba en una situación de vida o muerte, y si resultaba herido, se entregaría a estos insectos para cenar.
Ye Mo no podía continuar así; de repente, se dieron la vuelta y se detuvieron. Sin embargo, estos errores no tenían ninguna intención de detenerse; Al ver a Ye Mo detenerse, lo invadieron más rápido.
Ye Mo levantó la mano y algunas bolas de fuego volaron, explotando entre los insectos y matando a una gran parte de ellos. Ye Mo se regocijó; no creía que los insectos del desierto tuvieran miedo al fuego. La capa exterior de su piel parecía estar cubierta por una capa de aceite. No tuvieron resistencia contra la bola de fuego.
La bola de fuego de Ye Mo era del grado más bajo, por lo que no esperaba que fuera efectiva.
Ahora que encontró una manera, Ye Mo fue despiadado. Continuó lanzando bolas de fuego tras bolas. Estas bolas de fuego explotaron una y otra vez, e innumerables insectos murieron quemados. Los insectos quemados emitían un olor repugnante que hacía que la gente quisiera vomitar.
Sin embargo, estos bichos no tenían ninguna sabiduría y aún así continuaron invadiéndolo. Ye Mo estimó que sus bolas de fuego mataron a más de la mitad de los errores evolucionados. Quería matar a algunos más, pero los innumerables bichos no evolucionados siguieron, y solo pudo continuar escapando.
Dado que su chi no podría mantener el ritmo, quedarse quieto y soltar más bolas de fuego no era una opción viable. Si no alcanzara la cima del segundo nivel, realmente no se atrevería a hacer esto.
Sin embargo, después de la devastación de Ye Mo, solo quedaron 2000 errores que podían mantenerse al día. Ye Mo corrió un rato y dejó de lanzar otras bolas de fuego. Cuando los insectos de detrás siguieron su ritmo, comenzó a correr de nuevo.
Usando esta táctica, Ye Mo finalmente escapó de los horribles insectos al anochecer, pero estaba casi deshidratado.
Abrió su garganta reseca y continuó corriendo durante otras dos horas, temiendo que estos insectos se pusieran al día de repente. Estaba aterrorizado por estas repugnantes criaturas.
Cuando el cielo estaba completamente oscuro, Ye Mo encontró una pared corroída. Sin nada en la mano, todo lo que pudo hacer fue sentarse junto a la pared mientras cargaba al inconsciente Luo Susu.
Ye Mo sabía que la razón por la que todavía estaba inconsciente era por la sed; sin embargo, jeje no tenía agua. Después de descansar durante otra hora, Ye Mo sintió que Luo Susu estaba realmente deshidratado.
Aunque parecía fuerte, muy posiblemente podría morir de deshidratación. Como tal, después de pensarlo detenidamente, Ye Mo se abrió la muñeca y apuntó a su boca.
Luo Susu bebió algunos bocados y frunció el ceño. Ella no bebió más y Ye Mo no la obligó. Después de todo, todavía necesitaba encontrar una fuente de agua. Como Luo Susu estaba inconsciente, necesitaba conservar la resistencia; de lo contrario, solo podrían esperar su muerte.
Ye Mo sacó la bala del hombro de Luo Susu y le dio otra pastilla. Usó su chi para ayudarla a calmar sus heridas y se sintió realmente fatigado. Por lo tanto, durmió contra la pared con Luo Susu en sus brazos.
Cuando llegó el día siguiente, el sol volvió a brillar con fuerza. Ye Mo sintió que era afortunado de que la sombra de la raíz del árbol Hu Yang no viniera. De lo contrario, estaría realmente en peligro.
Ye Mo había venido al desierto durante más de diez días y el clima se estaba volviendo más caluroso. Ye Mo sabía que si no podía encontrar una fuente de agua, y mucho menos salvar a Luo Susu, ni siquiera él podría salir del desierto.
Pronto, Luo Susu se había despertado. Sintió que estaba mucho mejor que ayer, y miró con curiosidad a Ye Mo. Quería levantarse y caminar ella misma, pero descubrió que aunque estaba mejor, todavía no podía moverse.
Ye Mo sacó una galleta y se la dio a Luo Susu. “Come algo primero. Más adelante, intentaremos buscar una fuente de agua o una salida ".
Luo Susu negó con la cabeza; por el momento, no quería comer nada en absoluto. Ella solo miró su hombro y se dio cuenta de que la bala parecía haber sido sacada.
Al ver a Luo Susu mirarla en el hombro, Ye Mo temió que se imaginara cosas, por lo que rápidamente explicó: “Ya he disparado la bala en tu hombro. Lo siento es mi culpa. Esa gente me estaba cazando ".
Al escuchar que Ye Mo sacó la bala, el rostro pálido de Luo Susu mostró inesperadamente algo de rubor pero desapareció rápidamente. Ella no continuó hablando, sino que cerró los ojos una vez más.
Bajo el sol abrasador, la temperatura en el desierto superaba los 50 grados. Ye Mo no quería hablar; incluso él no podía manejarlo ahora. Sobrevivió otro día, pero aún no había encontrado ninguna fuente de agua. Estaba cada vez más marchito.
Por la noche, Ye Mo encontró una cueva. Sabiendo que Luo Susu no podía aguantar mucho más, la llevó dentro.
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