Ah the rain... my deadly enemy. Why? Because when the rain catches me by surprise in the street, I end up getting sick with the flu or a cold. It always happens to me when I get wet in the rain, whether it rains a lot or a little, I always get sick.

The other day I was at a musical activity with my co-workers and surprise surprise, the rain damaged everything. I had already seen the rain clouds, so I went to a little cafe where they sell desserts, muffins and obviously coffee. I was crossing the street so as soon as I felt the first drops of water I ran to the place to take shelter. Other colleagues did the same and we stayed there until the rain stopped.

It was a good thing that the café was open that day, as it not only benefited us to protect us from the rain, but also the place itself, as all of us who were there sat down to have a coffee, some medium and some small, but we all ordered something.

In the store they sold small cookies, some cakes and other bread rolls, all sweet and very few salty things. It happens that here it is more traditional to accompany the coffee with a sweet roll than with something salty, and personally the sweet is more enjoyable with coffee.

In our case, we ordered coffee with milk. We could say it was a latte with some cinnamon powder on top, it was very tasty. They sold other types of coffee but one of the coworkers was the one who bought the coffee for all of us, so we didn't want to take advantage of his good will and we only bought a medium size coffee at most, accompanied by the two cookies that came with the coffee itself.

I don't have too much time at this job and I haven't shared too much with my co-workers, so these moments are special because you get to know the people you live with on a daily basis in the workplace without talking about work issues, but more trivial and even personal things.

It doesn't matter if the day is sunny or cloudy, I think the magic of a coffee is that, regardless of the circumstances, it invites you to talk and socialize; also, if there is a torrential downpour, like that day, it helps to warm the chest a little to avoid any possible cold. On the other hand, this café was very well decorated, so I was able to take these nice pictures with which I accompany the publication.

Español

Ah la lluvia… mi mortal enemiga. ¿Por qué? Porque cuando la lluvia me toma por sorpresa en la calle, termino enfermándome de gripe o algún resfrío. Siempre me pasa cuando me mojo con lluvia, sea mucho o poco en cualquier caso me enfermo.

El otro día estuve en una actividad musical con los compañeros de trabajo y sorpresa sorpresa, la lluvia nos dañó todo. Yo ya había visto las nubes de lluvia, así que me acerqué a un pequeño café donde venden postres, panecillos y obviamente café. Estaba cruzando la calle así que apenas sentí las primeras gotitas de agua corrí hacia el lugar para refugiarme. Otros compañeros hicieron lo mismo y ahí nos quedamos hasta que dejó de llover.

Fue bueno que ese café estuviese abierto ese día, pues no solo nos benefició a nosotros para protegernos de la lluvia, sino para el propio local en sí, pues todos los que estábamos allí nos sentamos a tomar un café, algunos medianos y otros pequeños, pero todos pedimos algo.

En la tiendan vendían pequeñas galletitas, algunas tortas y otros panecillos, todos dulces y muy pocas cosas saladas. Sucede que aquí es más tradicional acompañar el café con algún panecillo dulce que con algo salado y personalmente se disfruta más el dulce con el café.

En nuestro caso, pedimos café con leche. Podríamos decir que fue un latte con algo de canela en polvo encima, estaba muy rico. Vendían otros tipos de café pero uno de los compañeros fue el que nos compró el café a todos, así que no quisimos aprovecharnos de su buena voluntad y solo compramos como máximo un café de tamaño mediano, acompañado de las dos galletitas que traía el propio café.

No tengo demasiado tiempo en este trabajo y no he compartido demasiado con mis compañeros de trabajo, así que estos momentos son especiales porque uno puede conocer a las personas con las que convive a diario en el lugar de trabajo sin hablar de temas laborales, sino de cosas más triviales e incluso personales.

No importa si el día esta soleado o nublado, creo que la magia de un café es eso, que sin importar las circunstancias te invita a conversar y a socializar; además, si hay un torrencial, como ese día, ayuda a calentar un poco el pecho para evitar algún posible refrío. Por otra parte, este café estaba muy bien decorado, así que pude tomar estas bonitas fotos con las que acompaño la publicación.