This space of sharing a coffee helped us to maintain a fluid conversation where the manifestations of filial love were highlighted at all times. It also meant a new separation from my son but with a different meaning. It was having a cup of coffee with a before and an after; I felt that it was the total autonomy of my son, his independence, the definitive cut of the umbilical cord. Maybe it sounds dramatic, but that's what I felt.

The last sip of coffee was to hasten the unexpected farewell; he had to leave early to work the next day. I hugged my son, as if it was the last hug and I couldn't stop my tears from coming out. I had not seen him for a long time but children are life and the show must go on. He went to Caracas and we stayed in Guatire until we returned to Cumana.

! [SPANISH]
Hola mis queridos coffelovers! Tengan un hermoso día en familia o con los amigos; es un placer compartir con ustedes un lindo día de unión familiar, tomando un café por la tarde en la ciudad de Guatire donde viven mis hermanos.
Junto a mi esposo pasé casi quince días con la familia, estuvimos celebrando el logro de mi hijo menor, por tal motivo no podía faltar un cafecito. En ese mágico instante comentamos todo lo relacionado con el desfile de ascenso y la fiesta de graduación.
En el camino llamado vida son muchos los momentos en el que la familia se une alrededor de una taza de café para comentar, reír y recordar; por lo tanto esta exquisita bebida es un vínculo para fortalecer cálidos lazos familiares. A cualquier hora, una taza de café es buena; depende de lo que se quiere compartir.
Este espacio de compartir un café nos sirvió para mantener una conversación fluida donde las manifestaciones de amor filial se destacaron en todo momento. También significó una nueva separación de mi hijo pero con un significado diferente. Fue tomarme una taza de café con un antes y un después; sentí que era la total autonomía de mi hijo, su independencia, el corte definitivo del cordón umbilical. Quizás suena a drama pero fue lo que sentí.
El último sorbo de café fue apresurar la inesperada despedida; pues él tenía que irse temprano para cumplir con su trabajo al día siguiente. Abracé a mi hijo, como si fuera el último abrazo y no pude evitar que mis lágrimas salieran. Tenía mucho tiempo sin verlo pero los hijos son de la vida y el show debe continuar. Él se fue a Caracas y nosotros quedamos en Guatire hasta el momento del regreso a Cumaná.