Iniciativa "Conoceme Más"

Nunca he sido muy “amigo” de este tipo de iniciativa, pero luego de ser invitado a participar por @danieldedosd2 y de leer su participación , así como de la creadora de la iniciativa, @mariajruizb, y de disfrutar esas lecturas al poder descubrir algunos aspectos o historias que de otra manera no nos enteraríamos, decidí aceptar la invitación.

Para aquellos interesados en participar, les dejo acá el enlace a su publicación, para que conozcan a María (quienes no la conocen) y para que sepan bien de qué va la cosa. Iniciativa "Conoceme Más" por @mariajruizb

Así que sin más preámbulo, paso a los temas.


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Aproximadamente en 1980 tuve un problema con el barbero y en protesta dejé inclusive de peinarme.

La música y el momento favorito de mi niñez

Mi casa siempre fue muy musical. Mi mamá fue cantante de radio (cuando en la radio se cantaba en vivo, con acompañamiento de orquestas) y ella vivía cantando siempre. Mi papá, por su parte, como director de teatro y melómano, siempre escuchaba de todo. Aunque no se trata de un “momento favorito”, los domingos quedaron grabados en mi mente y me marcaron, pues esos días mi papá nos despertaba con música a todo volumen, que podía ser algo como la Misa Luba, de Les Troubadours du Roi Baudouin,


O perfectamente podíamos amanecer con la música de Carlos Malcolm, una de las primeras estrellas de ska en Jamaica



El desayuno podía estar marcado por el musical de Broadway de El Hombre de La Mancha



O bien podíamos saltar de la cama al compás de las campanadas y los cañones de la Overture de 1812 de Tchaikovsky



Valga acotar que las dos primeras canciones mencionadas acá, también formaban parte de los bailes de las innumerables fiestas que se hacían en mi casa.

Sin duda son estos dos factores (los cantos de mi madre y la música dominguera), el inicio de mi inclinación por la apreciación musical.

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El momento más triste que he vivido


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Mis padres y yo, hace 7 años

La tristeza no es algo que esté muy presente en mi vida, pues desde niño aprendí a valorar más los aspectos positivos de la vida. Por supuesto, la muerte de mi padre, seguido de la muerte de mi mamá a escasos seis meses, fue un momento difícil. Pero no es la tristeza la que ha marcado esos momentos.

Haciendo una retrospectiva, podría decir que el momento más triste fue cuando el golpe militar de 1973 en Chile. En esa época vivíamos en Europa y estábamos rodeados de amigos chilenos y las noticias de la muerte de Salvador Allende y de la cantidad de familiares de esos amigos nuestros, marcó esos días de una tristeza enorme, incluidos entre las víctimas, el gran cantautor chileno Víctor Jara. Más aún, que en esos días murió también Pablo Neruda, que aunque fue de muerte natural, muchos lo consideraron una muerte por el dolor de Chile.

Por supuesto, existen factores de tristeza que siempre está allí, pero aprendí, especialmente de mi papá, a ver siempre lo mejor de la vida. A luchar contra las cosas negativas, pero con una visión positiva.

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¿Cuál es mi color favorito y porque?

No soy persona de UN color, soy de muchos colores, pero eso sí, muy vivos y brillantes. Por eso me gusta el cielo azul resplandeciente, junto al azul oscuro de la inmensidad del mar. Me fascina el verde mi montaña, más cuando se pinta de colores, como el amarillo de los araguaneyes. Mi predilección es por el arco iris. Pero junto a ellos también amo el color total, presente en el blanco y la ausencia de ellos en el negro, profundo y elegante.

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La música que me hace llorar

Para hacerme llorar a mí, no hay que poner mucho esfuerzo. Soy un llorón por naturaleza. Sin embargo no hay un tipo de música específica que me arranque las lágrimas. Soy muy sensible a las melodías y a las armonías y hay ocasiones en que estas me producen sentimientos capaces de hacerme llorar.

Sin embargo, hay una composición mía, que le hice a mis hijos cuando el mayor tenía dos años y el menor acababa de nacer, que me llega tan profundo que cada vez que la escucho me toca el alma y es capaz de hacerme brotar las lágrimas.

Más cuando la escucho en este video, con imágenes de los hijos míos y cantada por mi hermana Hely.

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Anécdotas de mi comida favorita

No recuerdo una anécdota en particular. Yo siempre fui muy "buen diente" y aparte de saber disfrutar de un exquisito manjar y de una preparación "gourmet", era capaz de comerlos de manera indiscriminada, sin subir nunca de la talla 28. Era tal mi voracidad que en varias ocasiones llegué a aceptar retos de quien comiera más y quien perdiera pagaba la cuenta. ¡Yo nunca pagué!

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Cosas que no me gustan

Si hiciera una numeración, diría que (no necesariamente en este orden)

  • La mediocridad
  • La intolerancia
  • La injusticia
  • La arrogancia
  • Pero sobre todas las cosas, NO ME GUSTA EL FRIO. Sobre todo si es con humedad, he tolerado mejor 30 grados bajo cero, en clima seco, que los 15 grados (sobre 0) que hacen en mi casa, que es pura humedad.

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El amor para mi

Es la fuerza, el sentido, la razón de ser, la motivación, la música, el arte toda, las luchas… No creo que tenga sentido nada en este mundo, si no es por amor. Más allá de un sentimiento, el amor es un valor, es una forma de ver la vida y de vivirla.

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Mi bachillerato y cómo ha marcado mi vida

Los estudios formales fueron mi karma de por vida y siempre estuve condenado a ir hacia atrás. No solo el bachillerato.

Cuando estaba en 3° grado nos íbamos a mudar a Francia y teníamos todo listo. Me sacaron de la escuela antes de terminar el año. El viaje no se concretó y por no haber terminado el año, tuve que repetirlo.

Al terminar 4°, nos fuimos a vivir a Alemania, pero allá consideraron que la educación en Venezuela era deficiente y entré nuevamente en cuarto.

Al terminar el 7° en Alemania, nos fuimos a Rusia, donde, por cuestiones de pensum, me mandaron para 6°. Y al terminar el séptimo en Moscú, nos regresamos a Venezuela, donde no solo NO me reconocían los estudios de Rusia, sino que tampoco aparecieron mis papeles de primaria y debía empezar desde cero. Así que decidí que no estudiaba más en escuelas. Allí fue donde empezó mi verdadera aventura de autodidacta.

Sin embargo, en los años 80 decidí estudiar de noche para sacar “el documento”, pero vino la fama de Los Cañoneros (sin tiempo para mí mismo) y no pude seguir. Muchas años después me lo volví a plantear y casi enseguida me convertí en padre y el trabajo que conseguí era como músico en locales nocturnos, así que tuve que volver a abandonar.

Pero como yo soy más terco que la vida misma, hace dos años finalmente terminé el bachillerato…

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Mi ciudad, mi país

En una de mis composiciones más recientes, digo que “somos un lienzo pintado por las vivencias” y que aprendí que “a más de un tierra se puede querer”.

He amado todos los sitios que he vivido y todos dejaron una profunda huella en mí. Así mismo amo los lugares que visito y me enamoro de cada uno de esos terruños.

Sin embargo, Caracas tiene para mí una connotación especial. Quizá el hecho mismo de haber estudiado tanto su música, me llevó a enraizarme con su historia a niveles extremos. Pero debo confesar que algunos rasgos de esa “conexión” me vienen de antes, porque toda la vida, al ir a la Plaza Bolívar, he sentido la historia de la ciudad vibrar allí. Cada vez que voy, soy capaz de ver a Francisco de Miranda azuzando a la gente a levantarse contra la corona. Allí mismo siento el dolor de la gente ante la ejecución de José María España en esa misma plaza y puedo escuchar a la Banda Marcial tocando mientras las damas, al mejor estilo antañón, pasean en círculo alrededor de su eje.

Y ni hablar del Ávila, que es el indicador del norte y el más hermoso cuadro que adorna a la ciudad.

Por esa misma razón le he compuesto varias canciones, aunque la que mejor habla de esa pasión mía por ella es “Esta es Caracas”.


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Mi dulce favorito

Soy un amante empedernido del dulce, es mi remedio, mi alegría, mi consuelo, mi máximo placer… Aunque existen muchos preparados que me encantan y me ponen a delirar, tengo una obsesión de por vida con leche condensada. Yo me podría comer una lata diaria (en algún momento de mi vida lo hice).

Vivir en un país donde durante mucho tiempo se ha cosechado uno de los mejores chocolates del mundo, es algo que también ha contribuido a la afición por ese oscuro placer.

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Mi llegada a Hive

Yo soy parte del torrente que se vino de la “otra” plataforma. A esa llegué a través de un sobrino que tenía algunos meses activo en ella. Lo hice más por curiosidad que por otra cosa, pues yo ni entendía, ni creía mucho en “eso” de las criptomonedas.

Pero ya a las pocas semanas, me había atrapado el concepto de una red social que me permitía explotar todas mis capacidad y desarrollar nuevas.


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Esta foto es en el aeropuerto de París, en nuestro regreso a Venezuela, en 1975.
Traigo en brazos al sobrino que me introdujo en la plataforma. Solo que eso pasaría 43 años después de la foto.

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Descarga el poemario de @Ylich

"De la vida, la pasión y de la muerte"

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Ylich El Ruso

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