Hola amigos Hivers.
Les traigo una reflexión sobre uno de los regalos que me ha dado la vida: El Básquet.
Espero que les guste.
Mi regalo furtivo: El Basquetbol
En la vida he experimentado muchas cosas creativas, como les mencione en mis anteriores escritos, empecé a los 5 años y medios practicando violín hasta los 11 años, a la vez a los 6 años empecé a incursionar en el mundo del baile, con las danzas Mariquitar hasta los 11 años, en la escuela de pintura desde los 8 años hasta los 11 años y después descubrí en el básquet mi pasión, mi secreto, mi destino, algo que me lleno de vida y otras cosas que no encuentro explicación, es como un regalo anhelado, que llegó en los momentos más oportunos, donde andaba en esa faceta de descubrimiento en la vida, probando, debido a que a pesar las demás cosas que experimente, también me gustaban y mucho, pero cuando me tocó decidirme por una, no lo pensé dos veces, me dije me voy por el deporte.
Con el Básquet me siento con vida
Hacer deporte me ha permitido ver lo bonito de la vida, mantener un ritmo acorde a las responsabilidades que demanda, mantener una buena disciplina, compromiso, ponerle esfuerzo, dedicación y sobre todo mostrar amor por el deporte.
En este mundo me siento llena de vida, será porque ejercito mi cuerpo, es una sensación inexplicable, es única y me llena de tanta satisfacción, que cada día me sorprendo más lo que descubro.
Más que un regalo es una bendición
Incursionar aquí, en esta disciplina, donde hay veces resulta muy exigente, creo que me gustan los retos, probar de ello, saber que cada día es algo nuevo, reconfortante y amigable, se siente tan bien, que estar en la cancha es una bendición el rebote del balón, driblarlo, jugar en equipo, crear las estrategias de juegos, es que sin lugar a duda, tiene un complemento, que no le vi a los demás pasatiempos, que he experimentado en mi vida.
La vida es un rebote
En el básquet entendí, que en la vida hay que saber vivirla, con tantas cosas que nos pasan, resulta hay veces complicada, para nuestros años de vida, está se compara como un rebote del balón de básquet, que cuando da buenos pases nos llenan de alegría y satisfacción, como malos que nos llenan de frustración y desencanto, pero hay veces se le coge gusto, como otras veces no, porque nos ocasiona dolor, sufrir esos momentos de desaciertos.
Pero por otro lado, pudiéramos agarrarle amor con cada lanzamiento, como aborrecer lo que vives, es un experimento que tenemos que percibir cada día, que debemos vivir en todo momento, pensando de qué forma agarrar bien el balón, para evitar pivotes malos, y acertar en la canasta y poder tener buenos resultado.
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Gracias por leerme amigo Hivers.
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La Basquetbolista @valeriacmm09
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Me despido, hasta un próximo encuentro.
¡Dios los Bendiga!
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Nota: Todas las fotos son de mi álbum familiar y la mayoría tomada de mi antiguo teléfono Samsung Galaxy. fueron. Modificada por mi persona a través de aplicaciones de teléfono Snapchat, PicsArt, photogrid, Candy y Photoshop.