El nivel de repostería que domino no es tan alto. Entre tanto inventar, crear, preguntar y escuchar a las personas que tienen más experiencia en el arte de la repostería que yo, suelo recrear sus recetas y siempre darle mi propio toque personal, tratando de que sea fácil, no sólo en la ejecución, sino fácil y accesible al bolsillo, pero igual de delicioso.
En esta oportunidad quise recrear la receta del quesillo que suelo hacer, pero con algunos ajustes en sabor y técnica, y debo decir que me ha ido ¡De maravilla! pero esta vez ¡Al horno! Ya que suelo hacerlo a baño maría.
Así que en esta oportunidad les daré los tips, que pueden ser perfectamente aplicables y obtener buenos resultados con cero margen de error.
¡A por ello!
Para los ingredientes vas a necesitar:
- 4 huevos
- 5 cucharadas soperas de leche en polvo
- 3/4 de taza de agua
- 1/2 taza de azúcar
- Coco rallado
- Vainilla al gusto
- Ron al gusto
El procedimiento es sencillo. Sin ningún orden aparente, vas a verter todos los ingredientes en la licuadora y mezcla por aproximadamente 2 a 3 minutos.
Si tienes una quesillera, te viene de lujo, pero si no tienes una, puedes usar una olla redonda, pequeña, que no tenga las manillas, o algo de plástico alrededor para que no se derrita al cocinarlo. Limpia y seca, vas a usar tres a cuatro cucharadas de azúcar y dos cucharadas de agua, lo mezclas un poco y lo pones a fuego medio; el azúcar se irá disolviendo y se hará el almíbar, lo cocinaras hasta que obtengas el color de tu preferencia, cuidado que se te quema, porque si sucede, puede amargar tu postre. Una vez tengas el color que deseas lo retiras del fuego, notarás que está líquido, pero una vez lo retires y comiences a llenar todos los bordes con tu caramelo, se irá enfriando y con ello endureciendo.
Dejas enfriar el caramelo en su totalidad, y le echas la mezcla que estaba en tu licuadora. Debes llevarlo al horno a fuego bajo, aproximadamente 100°C sin tapar, por aproximadamente 40 minutos, dependerá siempre de cada horno. Sabrás que está listo, cuando le metas un palillo seco y limpio en el centro y este salga completamente limpio.
Cuando esté listo, sácalo del horno y déjalo enfriar un poco, no lo desmoldes estando caliente.
Llévalo a la nevera por aproximadamente dos horas y estará listo para comer y disfrutar.
Espero te sirva, para sorprender el paladar de un ser querido y el propio sin gastar mucho y sin mucho esfuerzo.
Son bienvenidas y bien recibidas las críticas constructivas y sugerencias.
¡Hasta una próxima vez!
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