Hoy ha sido otro bendecido y fructífero día. Me levanté temprano para ir a la oficina, sin embargo hoy tenía mucho sueño, mis pensamientos estaban divididos, una parte de mí decía: no vayas hoy y quédate durmiendo, y la otra parte: Eres un adulto responsable, así que ¡arriba! Realmente no hay argumentos que puedan hacer desistir a un adulto responsable de cumplir con sus deberes, pero mi parte infantil tenía que hacer el intento.
Escuché salir el café, lo que me indicaba que el desayuno que preparaba mi esposo, ya estaba casi listo; supe que ya no había prórroga, me levanté rápidamente y me preparé para ir a la mesa. Agradezco a mi esposo el tiempo extra que pude quedarme en la cama, para mí es algo muy valioso.
Después de un rico y nutritivo desayuno, ya estaba bien dispuesta a asumir mi jornada laboral. A primera hora tenía programada una mesa técnica que resultó muy provechosa y el resto de la mañana estuvo también genial, se solventaron varios asuntos de trabajo, que no dependían de mía, pero que eran necesarios para poder dar respuesta.
Sin darme cuenta ya era mediodía, aproveché regresar a casa con una colega, de esa manera le ahorro el viaje a mi esposo, quien siempre tiene la mejor disposición del mundo para llevarme y traerme de mi trabajo; pero lógicamente, las veces que puedo, aprovecho el traslado que me acerca a casa y él me espera en algún punto acordado, de acuerdo a la ruta de quien me trae. De igual forma, cuando mis compañeros no tienen vehículo se vienen con nosotros, la idea es apoyarnos ente todos, ya que el trasporte público no funciona adecuadamente, es casi nulo.
Me esperaba una rica comidita calientita, que después de cumplir con mi respectivo protocolo de seguridad por haber estado fuera de casa, me dispuse a disfrutar junto a mi amada familia.
Inmediatamente me interné en el mundo de las criptomonedas, pues tenía pendiente hacer una pequeña inversión, provechando la caída, pero me costó bastante elegir qué altcoin comprar. Estuve un buen rato mirando rentabilidades, comportamientos en los gráficos, precios y me dio el tiempo justo para hacer mi compra antes de que tuviera que ir a nuestra acostumbrada caminata, mientras mi hijo está en su entrenamiento de Karate.
Hoy caminamos media hora, tenemos un poco más de una semana que empezamos y todavía nos cuesta adaptarnos, pero estamos muy contentos de haber comenzado y sabemos que con el tiempo iremos agarrando un buen ritmo y sobre todo ganando salud.
Después de mi caminata de hoy
Al final del día sólo me queda agradecer por cada bendición recibida, empezando por el hecho de que estoy viva; porque hasta tener un empleo al que asistir, que aunque no gane lo suficiente, es algo que me beneficia de varias maneras y por eso estoy allí, es mi decisión. Es bueno siempre recordar que lo que tenemos y dónde estamos, ha sido lo que hemos conseguido para nosotros y si queremos algo diferente depende de nosotros, nunca es tarde, sólo debemos, con estrategia, cambiar de dirección.
La vida desde el agradecimiento, es una vida llena de bendiciones.
Gracias a todos ustedes por tanto...
La fotografía mostrada es de mi propiedad y usé la aplicación ToonMe para decorarla.
Emojis hechos con Bitmoji.
Separador elaborado en PowerPoint a partir de la imagen principal.