Fuente: Imagen realizada en canva
Es necesario dirigir nuestra mirada a la palabra alienación y ver su significado, para así, poder descubrir si en ella hay una conexión o malversación frente a la palabra esperanza. Por consiguiente, ¿Qué entendemos por alienación? Ante la pregunta naciente Maurer responde:
“Designa o bien el acto del cambio del estado anterior, o bien, sin tener en cuenta la génesis el estado existente de disposición (…) La alienación como estado es la relación indiferente hasta enemiga entre hombres, o bien entre el hombre y el entorno mundano de las cosas”
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Sin embargo, este aparece como un concepto no explícito, por tal razón exponemos otro concepto para enseguida abordar el tema, *“El término ‘alienación’ puede usarse, en un sentido muy general, como todo estado en el cual una realidad se halla fuera de sí”.
Es evidente que lo que se manifiesta acá, es una indiferencia total del hombre con su entorno, es una indolencia de aquello que lo rodea. Ante esta postura quizás un poco mecanicista, hay que preguntar ¿el hombre vive alienado en la realidad o esperanzado en lo real? Damos respuesta desde la expresión Blochiana que dice “Un mundo que nos sea más adecuado, sin sufrimientos indignos, sin temor, sin alienación de sí, sin la nada”.
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Esta expresión, va referida a la disposición de las cosas en el mundo, en este sentido pudiésemos decir que el hombre vive esperanzado en lo real. Así mismo, no podemos perder de vista las clases dominantes, como primeros pioneros de alienación, donde creen estar ajenos a esta realidad, pero donde su razón es fundada sobre la misma concepción utópica y alienadora del mismo hombre. De esta manera, la esperanza ha de seguir siendo espera mientras se tenga claro el objetivo, no en cuanto a deseos, sino en cuanto que el hombre se plantea un hecho en sí, por tanto, es necesario determinar lo que yo considero esperanza, para que el mismo hombre no se vea alejado de su realidad o más bien de mostrar indiferencias ante ella.
Finalmente, hay que procurar que nuestros objetivos sean objetivamente esperanza, puesto que en nuestra búsqueda por algo podemos caer en desviaciones desesperanzadas que nos alejan de esta, ya decía el filósofo alemán Ernest Bloch “El burgués se agitaba, buscaba lo suyo, aquello en lo que podía progresar”. Sin embargo, no podemos caer en una realidad alienada, porque pasaríamos entonces hacer la base del marxismo en cuanto a sus intereses.
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De la misma manera el pensador alemán añade “La utopía sigue siendo la primera descripción en la edad moderna del sueño democrático-comunista. En el seno de las fuerzas capitalistas incipientes se anticipa un mundo futuro y transfuturo (…)”. Es por ello que Bloch centra su interés en lo inmediato, en la praxis de lo concreto, donde debe apuntar una verdadera esperanza y no un marxismo cálido, de posibilidades alejado o indiferente de las realidades sociales.
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Referencias bibliográficas
Maurer, (1977) CFF I, Alienación, p.56.
Dic. FFM, 1994, p.106.
Bloch I, 2007, p.42.
Bloch II, 2007, p.78
Gómez-Heras, 1977, p.41.
Bloch ii, 2007, p.83.