CUMPLEAÑOS PA´MI !! Parte 3 - Final (Crónica de un cumpleaños en pandemia) por @palabreador


       Hola, hivers! Por acá estoy de nuevo para terminar de contarles cómo pasé mi día de cumpleaños en pandemia. Ahí les dejo el cuento!

      12:00 m Mi esposa ya casi termina el almuerzo (Llegué a temer que lo haría yo). Spaguettis a la boloñesa. “¿Y no era pollo rebosado con papas fritas?”, pregunto. “Ay, vida. No te lo dije, pero el pollo se quedó donde mi madre ayer” (“Se quedó”, dice. Estoy a punto de decirle que lo llame y le diga que se venga). Almorzamos sin apuros. “Te gustó la comida, mi amor?”. “Si, mi amor. Estuvo deliciosa. Gracias por ese almuerzo” (Aunque yo quería pollo rebosado con papas fritas). “Amor…”, dice ella (Ay! Los platos otra vez). “¿Me puedes hacer un favorcito?”. “¿Otro favorcito?”, pregunto en voz bajita. “Si, mi vida. Me da pena (si, claro!), pero es que como me hice las uñas, no las quiero estropear”. “Dime, MI AMORCITO”. “¿Puedes arreglar la cama?. Ay, amor, me da tanta pena (se le nota)”. “Si, claro. Claro que sí! Yo la arreglo” (al menos, me salvé de lavar platos.)


      2:15 pm “Amor… (le digo a mi señora esposa), voy a recostarme un momento. Si alguien llama, respondes y que deje su mensaje, por favor”. “Si, mi vida. Seguro” (por segunda vez en el día, se pinta las uñas). Duermo (ojalá).

      3:15 pm Despierto. Silencio en la casa. “¿Amor?”, digo en voz alta. “Qué raro. Amor!”. Silencio. Voy a la cocina y no está. En el otro cuarto, tampoco. Voy a la sala. “Taraaaan! Sorpresa!” (Si, vaya sorpresa. Casi pego del techo con el susto!). “Feliz cumpleaños, amooooor!”. Un globo plateado con otros globitos acompañan a una pequeña torta de … calabaza (la verdura que menos como). “Caramba, amor. Qué lindo gesto!”. “Te mereces eso y más! Pero, ya verás! Cuando esto pase (otra vez “cuando esto pase”) Celebraremos a lo grande!!”. “Seguro, amor. Seguro”. Nos sentamos en la sala y cantamos cumpleaños (sin encender la vela porque, como suele ocurrir en la mitad de los cumpleaños, no hay vela).


       6:00 pm Me siento a revisar mi computadora. En cada una de las redes aparece un mensaje de felicitaciones. “Hernández, la red social X te desea feliz cumpleaños!” (Lo menos poético, sensible y feliz del mundo es un bot! Deberían prohibirles felicitar). Leo varios correos de amigos y familiares. En ninguno falta la simpática frase “Otra vuelta al sol”. Me siento un astronauta. Mi jefe me dejó un mensaje en mi correo. “Feliz cumpleaños, Hernández. No olvide el Informe”. Mi jefe es genial, verdad?

       7:30 pm “¿Mi vida, tienes hambre?”, pregunta mi esposa. “Supieras que sí. ¿Harás algo?” “La verdad que no pensé en preparar cena. Estoy cansada (¿de qué?) Allí hay pan”. (Miro hacia arriba), “Si, amor claro. Debes estar cansada”, le digo. “Ay, sí. ¿Por qué no haces una avenita de esa que tú preparas tan bien, amor? Hazla” (comienzo a dudar del amor de mi esposa). “Está bien, amor. La haré”.


       9:00 pm Estamos frente al televisor. Mi esposa duerme (y ronca). Yo veo un programa sobre extraterrestres (el mismo capítulo repetido por cuarta vez en la semana). “Amor, amor”, le digo para que escuche. “Umju”. “Ve a dormir. Te estás cayendo del sueño”. “Ay, amor, no. Yo te quiero acompañar”. (No puedo disimular una sonrisa. Treinta segundos y cae dormida otra vez). Luego de 15 minutos, decide irse a la cama. “Voy a dormir, amor. Hasta mañana. Te espero”. (Como se nota que no recuerda el bendito informe de mi jefe). “Si, vida”.

       10:00 pm Comienzo a hacer el informe.

       11:30 pm Apenas llevo ocho páginas y ya tengo sueño. “Ojalá no se vaya el Internet”, me digo en voz baja.

      11:35 Se cayó el Internet (Yo sabía)

      12: 45 am Diecinueve páginas


      1:00 pm Terminé el informe. Mi esposa se ha levantado cinco veces a decirme que vaya a acostarme. El internet llegó hace 5 minutos. Entro a mi correo para enviárselo a mi jefe (querido jefe). Lo envío. Ya con ojeras y casi dormido, me voy a acostar. Mi esposa ronca.

      7:10 am Duermo feliz!!


       Y así culminó, queridos Hivers, el día de mi cumpleaños número 55 (lo prometido es deuda) en pandemia.

       Nota: Los hechos narrados son ficticios!! jajaja El primer cumpleaños de mi vida en pandemia (espero que sea el único) estuvo lleno de amor y esperanza por seguir haciendo de este mundo un lugar de paz y felicidad. Que así sea! Se les quiere!!



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