Empiezo a golpear el suelo, se asoma un pomposo muñeco, es un trozo de nubarron fresco, que se cayó del cielo.
No te preocupes amigo, te regresaré al cielo bonito, entonces, de un globo lo amarró y espero a que el viento haga su trabajo.
Y se va hacia al cielo...
Me sonríe desde el inmenso.
Siempre que puedas ayuda a alguien,
todos somos nubes entre calamidades.