Poesía: La mujer de Tobías



La mujer de Tobías



Un rayo de sol irrumpió en la noche tardía
dando comienzo a lo que prometía ser un buen día,
el viento soplaba cantando una melodía
todo el mundo parecía estar contagiado de alegría.


Sin mirar atrás un hombre delgado partía
perdiéndose en la lejanía,
llevaba consigo una poesía
para su amada que se despedía.


El sujeto era toda una porquería,
era muy elocuente, con su voz las atraía,
un mujeriego empedernido que comía,
en la casa de cualquier mujer que se le ofrecía.


Su desdichada mujer nunca se enteraría,
aunque muchas le fueron con chismes, ella no lo creía,
ese hombre era un ángel y todas ellas unas arpías,
aun así en el fondo, la duda crecía.


Por todo el camino él seguía,
a cuanta mujer conocía,
nadie podía entender porque su mujer no veía,
lo voluble y desvergonzado que era Tobías.


La incertidumbre la carcomía,
ella contrató a un hombre para que fuera su espía,
gastó su dinero en vano, ella no se temía,
que vería a su amado Tobías con otra tía.


Toda esa situación era una tontería,
ella no podía creer lo que sucedía
se desplomó de rodillas llorando de agonía,
él leyó a todo pulmón la poesía
Y culminó diciendo “por favor no me dejes María”.


¿Perdonarías a Tobías?

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Ecency