Tócala y cántala de nuevo, Satchmo… (Homenaje a Louis Armstrong)

Nacido en una familia negra muy pobre de Nueva Orleans, Louis Armstrong, reconocido como uno de los más ingeniosos, afables y populares músicos del jazz, falleció hace exactamente 50 años, el 6 de julio de 1971. Fue un dúctil instrumentista de la trompeta, la que ejecutó de modo singular; de ahí su apodo, "Satchmo", que alude al significado de "boca de bolsa", por la forma en la que embocaba el instrumento al tocarlo. Pero Armstrong también asumió el rol de cantante, lo que incidió en hacer del jazz una música popular y bailable, muy difundida. Además, se sabe que fue un decidido defensor de los derechos civiles, especialmente de la población negra, y contribuyó con causas como las de Martin Luther King.


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Aguafuerte coloreado a mano titulado "Louis Armstrong, el artista" de Adi Holzer (2002). Fuente


No es mi intención hacer biografía (pueden consultar la muy completa ya referida arriba), sino rendir tributo a ese mago de la música del alma y el cuerpo (en el títulohago una paráfrasis de la famosa expresión del filme Casablanca), que nos ha acompañado por tanto tiempo, en los más disímiles momentos (alegres, tristes o nostálgicos), y lo seguirá haciendo, como con su canción "What a wonderful world", que pueden escuchar de nuevo en este enlace de Youtube:


He querido hacer el homenaje a Satchmo no en un texto mío (algo escribí en algún momento, pero no lo conseguí), sino, a través de la voz y letra querida de uno de nuestros novelistas y cuentistas, también universal, Julio Cortázar, y sirva entonces para difundirlo entre quienes no lo conocen o recordarlo para los que sí.

Cortázar, quien era un amante fervoroso del jazz y el blues, escribió en 1952 un texto a propósito de un concierto de Louis Armstrong en el teatro de los Campos Elíseos en París, que titularía "Louis, enormísimo cronopio" (aparecido luego en La vuelta al día en ochenta mundos), del cual citaré unos fragmentos.

Dice el mismo Cortázar que en ese texto fue la primera vez que usó el término inventado "cronopio", que más tarde desarrollaría, junto a sus otros seres: "famas" y "esperanzas", en el libro de microrrelatos Historias de cronopios y famas, al que pueden acceder a través del siguiente enlace *.


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Fuente


Pero antes de colocar los fragmentos del texto de Cortázar, sinteticemos (acudiendo a una referencia que se nutre de lo dicho por el inventor) en algo el término, según su testimonio, en su diferencia con los otros dos:

En general, los cronopios se presentan como criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales, en claro contraste con los famas, que son rígidos, organizados y sentenciosos; y las esperanzas: simples, indolentes, «bobas», ignorantes y aburridas.


Así, pues del texto de Cortázar les comparto unos fragmentos, que no comentaré:

Un mundo que hubiera empezado por Picasso en vez de acabar por él, sería un mundo exclusivamente para cronopios, y en todas las esquinas los cronopios bailarían tregua y bailarían catala, y subido al farol del alumbrado Louis soplaría durante horas haciendo caer del cielo grandísimos pedazos de estrellas de almíbar y frambuesa, para que comieran los niños y los perros.

Como Louis es un enormísimo cronopio, (…) de golpe aparece por una puertecita lateral, y lo primero que se ve de él es su gran pañuelo blanco, un pañuelo que flota en el aire y detrás un chorro de oro también flotando en el aire y es la trompeta de Louis, y detrás, saliendo de la oscuridad de la puerta la otra oscuridad llena de luz de Louis que avanza por el escenario, y se acabó el mundo y lo que viene ahora es total y definitivamente la caída de la estantería y el final del cariyú.


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Louis Asmtrong en 1953 Fuente


De la trompeta de Louis la música sale como las cintas habladas de las bocas de los santos primitivos, en el aire se dibuja su caliente escritura amarilla (…) en el medio está Louis con los ojos en blanco detrás de su trompeta, con su pañuelo flotando en una continua despedida de algo que no se sabe lo que es, como si Louis necesitara decirle todo el tiempo adiós a esa música que crea y que se deshace en el instante, como si supiera el precio terrible de esa maravillosa libertad que es la suya.

(…) y entonces le vienen ganas de cantar y canta, pero cuando Louis canta el orden establecido de las cosas se detiene, no por ninguna razón explicable sino solamente porque tiene que detenerse mientras Louis canta, y de esa boca que antes inscribía las banderolas de oro crece ahora un mugido de ciervo enamorado, un reclamo de antíope contra las estrellas, un murmullo de abejorros en la siesta de las plantaciones.

Y abro los ojos y él está ahí en un escenario de París, después de veintidós años de amor sudamericano él está ahí, después de veintidós años está ahí con toda su cara de niño irreformable, Louis cronopio, Louis enormísimo cronopio, Louis alegría de los hombres que te merecen.


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Fuente


¡Salud, Satchmo!



Si quisieran escuchar y disfrutar más de la extraordinaria producción jazzística de Louis Armstrong, les dejo un enlcae de Youtube *.


Referencias:

Cortázar, Julio (1967). La vuelta al día en ochenta mundos. México: Siglo XXI Editores.
https://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Armstrong
https://es.wikipedia.org/wiki/Cronopio
https://es.wikipedia.org/wiki/Historias_de_cronopios_y_de_famas
http://planlectura.educ.ar/wp-content/uploads/2016/01/Historias-de-cronopios-y-famas-fragmentos-Julio-Cort%C3%A1zar.pdf.
https://transdisciplina2.tripod.com/cortazar_armstrong-52.htm



Trompeta.jpg
Fuente


Gracias por su lectura.


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