Hola, mi nombre es José Manuel Osorio Ardila, este año 2.020 cumplo 44 años, estudié Ingeniería en Mantenimiento Mecánico, y buscando como presentarme estuve recordando que por estas fechas, hace 10 años estaba sentado en el piso duro de cemento, con una delgada sabana multicolores esperando iniciar mi primera clase de Yoga frente al serpentario del re-inaugurado Parque Miranda (antes Parque del Este) en Caracas, era un sábado a las 7:30 a.m.
Como pajarito en grama, estaba sentado allí, rodeado de personas, en su mayoría mujeres, sonrientes, saludándose afectuosamente, esperando alegremente la sesión.
Entre el calor, la fresca brisa de la mañana, las voces de las personas que pasaban por ahí, de quienes me rodeaban esperando la clase, y las discertaciones de mi mente, estaba, yo ahí sentado, creo…
¿Por qué estaba allí? ¿Qué hacía allí, no conozco a nadie? ¿Cuánto tardará esto en empezar? ¿Cuánto durará la clase? etcétera, etcétera. Así estaba mi cabeza haciendo preguntas, ni que decir de mis emociones, entre nerviosismo por no saber ni una sola pose de yoga, ni lo que vendría, que dirían de mi que no soy tan flexible, por empezar a practicar yoga a los 34 años, es mi primera vez, nervios, expectativas, dudas, vergüenza; en fin un tumulto de emociones invadían mi cuerpo, el corazón se aceleraba, otras veces se calmaba, sudaba, ni sabía si estaba respirando.
Si sabía que me había quedado allí siguiendo a una chica bellamente tatuada, con sus cabellos pintados a dos colores. Quizás buscaba una oportunidad de entablar conversación.
La clase empezó, fue la hora y media más extenuante, sudorosa, frustrante, relajante, satisfactoria que había experimentado hasta ese momento en mi vida. Ni el duro piso, ni el calor, ni la fatiga física me privó de vivir esa experiencia.
LA MEJOR EN MI VIDA!!!
Así me siento ante esta nueva oportunidad, en HIVE; con la salvedad que ahora me empiezo sin expectativas, guiado por la intuición, dejando que la mente solo haga el trabajo que le corresponde, CREAR!!!
Posterior a esa semana empezó mi práctica diaria, revisando internet, compre mi primer manual de Yoga, me enfoqué en las técnicas de respiración, en realizar las poses con la mejor naturalidad. Al poco tiempo me di cuenta que estaba estancado, que necesitaba ser guiado por alguien de mayor experiencia y pericia.
Fui encontrándome con maestros en este camino, sin darme cuenta, había comenzado a recorrer, a vivir, más allá de un mero entrenamiento físico, más allá de una filosofía o estilo de vida. No sabía en lo que estaba por vivir, los cambios que iba experimentar y afrontar, física, emocional y mentalmente.
En el 2.015 renuncié a mi trabajo de oficina, el tedio de cumplir una horario dentro de una oficina por 8 o 9 horas, rendir cuentas a otra persona, con la expectativa si lo que hacía estaba bien o mal, y que al salir de allí, luego de pasar la tarjeta en el lector óptico, al caminar fuera me daba cuenta que había pasado la mitad de mi día, apartado de todo, pero que ese todo, era monocromático, tedioso e inverosímil.
Para aquel entonces empecé a dar clases grupales de Yoga, pues el estar en contacto con otras personas con quien tenía algo en común, y compartir mi experiencia física podría ayudarlas, me emocionaba, así como me repetía que más podía dar, que más podría vivir.
Cuando dije que cambios iba a vivir, era la perspectiva en como percibiría los sucesos que conforman esta experiencia de vida. La vida es 10% como se hace, 90% como la percibimos.
Entre 2.011 al 2.015 había vivido la experiencia de romper un relación, el fallecimiento de mi sobrino de 3 años, mi Tía Virginia, quien era mi madrina de bautizo, y de mi abuela paterna, todo en un mismo año. Y aún faltaban más acontecimientos en mi vida.
Los últimos 3 años, me han llevado a profundizar en el Yoga como filosofía y estilo de vida. Pareciera una contradicción, pero no.
En el 2.018 realice mi primera formación como instructor certificado con aval internacional con la Escuela Prema Yoga Internacional, de la mano del Swami Robinson Zabethananda Morey, y en el 2.017 de la mano de mi maestro Juan Carlos Priyananda Sendin. Ellos me introdujeron en la parte filosófica. Quedaba de parte de mí, poner en práctica, y es en esta fase que empiezan los acontecimientos de más cambios en mi vida.
Yoga me llevo a una revisión, evaluación, aceptación y cambios en mi manera de vivir, de percibir el mundo, todo lo que me rodea.
Aún queda bastante lienzo por escribir sobre mi experiencia en el Yoga. Hoy, soy instructor certificado, imparto clases personalizadas y grupales. También realizo entrenamientos funcionales con peso corporal, guiando hacia la conciencia corporal y la buena postura corporal para sacarle el máximo provecho a este vehículo, que es el cuerpo y a la mente.
Son 10 años que quiero compartir, y los que vienen, como practicante, como instructor, como hombre, como ser humano. El cómo viví y que hice o dejé de hacer para llevar a cabo cambios en mi, que este es un medio más allá de vestir de blanco o como hippie, encender incienso, hablar de amor y paz y repetir OM como loros y mostrarse siempre sonrientes o apáticos de la realidad circundante.
Hasta cierto punto caí en todas y cada una de lo anterior descrito. Pero, que te puedo decir, sino que esto es vivencia. Forma parte de todo.
Deseo en HIVE compartir esta experiencia, acompañar a quienes sientan curiosidad, incluso, reírse de cada cuento, o tal vez, haya alguien interesado en practicar yoga, pero por “el que dirán” no se aventuran.
Llegué a HIVE por recomendación de Paola Zunico, @paolazun artista y músico, quien sabiendo que estaba buscando una vía no solo de ingreso, sino de compartir mi experiencia en el Yoga, compartío conmigo el link del grupo de WhatsApp, y confiando en ella ingresé y aquí estoy. Ella es quien me ha presentado está opción. Me escribió un jueves diciéndome que aprovechará mi talento, compartiendo en una comunidad lo que he vivido con la Yoga. A ella, con su naturalidad y elocuencia, le dije "SI". Gracias a ella principalmente estoy agradecido de estar aquí.
Para mí esto es un nuevo comienzo, una nueva faceta de vida, que había tenido guardada, escribir. Es una oportunidad para construir algo nuevo, grandioso. Pues, cuál es el propósito de la vivir? Brillar y hacer de la vida una gran experiencia.
Agradeciendo la oportunidad…y tomándola
Hace tiempo rondaba por mi cabeza, empezar a escribir sobre mi experiencia en Yoga, desde la perspectiva de un estudiante a un instructor. De mis intentos, en una plataforma la cerraron, en otro desistí porque no me sentía con la satisfecho y seguro con el contenido, con el mensaje. Pensaba que hacía contenido que me apasionaba, chévere!!! Pero, la dedicación de tiempo y espacio, representa también otra retribución, la retro alimentación. Esa interacción que se consigue entre alumno e instructor o maestro.
Percibo en HIVE la oportunidad de crear contenido que viva de la mano con los principios que sigo, Yoga, Estoicismo y Bushido.
Formar parte de una comunidad, eso es lo que me atrae y agradezco a HIVE, que brinda la oportunidad para compartir este conocimiento del Yoga, desde la experiencia, que es parte de un linaje de guías, maestros e instructores que ha pasado de generación en generación, honrado pasar este legado a esta y las siguientes generaciones.
Qué es HIVE para mi? Una puerta de infinitas oportunidades para trascender las viejas convicciones. Gracias a a HIVE puedo accesar a lo que se define en Yoga, obrar desinteresadamente por el bienestar de los otros, actuando correctamente, eso es Karma Yoga, la obra con propósito e intención.
HIVE quizás es como esa Asana o pose de Yoga que brinda tantos beneficios como desafíos al cuerpo, mente y espíritu, que, sin embargo tdeja esa satisfacción de haber obrado correctamente, para un bien mayor.
Pienso que HIVE, viene con esa intención, ser la plataforma para encausar las ideas, obras, sentimientos, desde lo individual, y trascender más allá, de una comunidad, por un bien mayor.
HIVE representa, al menos para mi, empero que para otros también, ese momento de tomar la ola y surfear a nuevos espacios donde expresar talentos, tanto para venezolanos como para el mundo.
Gracias @rutablockchain y @bluemist por motivarnos a esto, por su entrega a este proyecto en pro del beneficio una comunidad, al incentivar el valor del talento.
Gracias, gracias, gracias a toda la comunidad HIVE por su apoyo.
Saludos
Namasté!!!!